El juzgado toma declaración al jesuita denunciado por abusos sexuales

El jesuita denunciado por un caso de abusos sexuales en el colegio de la Inmaculada de Gijón ya ha prestado declaración. También lo ha hecho la víctima, que presentó la denuncia el 11 de enero de este año pero por un caso sucedido antes del 2008, año en el que el religioso fue trasladado a México. Así lo ha notificado el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que también ha aclarado que el Jugado de Instrucción número 2 de Gijón es el que ha incoado las diligencias previas.

El TSJA también ha aclarado que el jugado ha practicado ya distintas pruebas. Entre ellas, ha tomado declaración en sede judicial a la víctima y al investigado. En la actualidad, está pendiente de distintos informes policiales y periciales que se irán uniendo a la causa hasta completar la instrucción.  

La noticia ha trascendido después de que el colegio Sagrado Corazón Jesuitas de Logroño informase de que había apartado a un religioso, profesor además del centro, tras haberse recibido en la Compañía de Jesús una denuncia contra él, por presuntos abusos sexuales que habrían sido cometidos en Gijón, a comienzos de la década de los años 2000. El colegio en cuestión era el Inmaculada de Gijón, donde estuvo dando clase a un solo curso, a parte de estar encargado de otras actividades como el grupo de montaña durante tres años, hasta septiembre de 2008, que se fue a México.

Comunicado a las ampas

Los responsables de la Compañía de Jesús en España han remitido una carta a las ampas de los colegios en los que ejerció el sacerdote denunciado. En ella detallan que el denunciado es el padre Jorge Enríquez Muñoz y que tras conocer la denuncia por abusos sexuales se le han impuesto algunas medidas cautelares como la de no tener contacto con menores. Explican, además, que hasta el momento no habían hecho pública la noticia por «petición expresa de la víctima y su familia de evitar todo tipo de publicidad» y que han sido los «rumores y filtraciones» los que les han llevado a comunicarla. 

La misiva habla de la necesidad de «equilibrar» la atención y acogida a la presunta víctima con la «presunción de inocencia y el derecho de cualquier persona denunciada a defenderse». Explica que la Compañía de Jesús pondrá en marcha un equipo de escucha y acogida para atender a cualquier víctima de abusos ocurridos en el pasado y señala que la «etapa compleja pero necesaria» por la que está pasando las instituciones religiosas sirva para convertirlas en «entornos protegidos y seguros para cualquier menor o persona vulnerable».