La plataforma contra la contaminación exige luz y taquígrafos tras el incendio de Riestra
Gijón
Asegura que la labor inspectora de las administraciones en la lucha contra la polución sigue siendo insuficiente
09 Jan 2018. Actualizado a las 21:03 h.
La plataforma contra la contaminación de Xixón, que acaba de celebrar una asamblea abierta para recuperar su actividad tras el periodo festivo, considera que la labor inspectora de las administraciones en la lucha contra la polución atmosférica es «insuficiente» y, encima, se agrava «con unas prácticas empresariales más que memorables en materia de prevención de riesgos y protección ambiental». En concreto, los miembros de la plataforma se refieren al incendio que entre el 4 y 5 de enero tuvo lugar en Desguaces Riestra, «que puso en evidencia un modelo industrial de dudosa viabilidad y que provoca reiterados accidentes en nuestra región».
En este sentido, indican que no se puede apelar a la mala suerte ni «a los imponderables» ante un incidente como el acaecido, puesto que «todos los indicios apuntan a una sucesión de incumplimientos por parte de la empresa como por parte de las administraciones obligadas a hacer cumplir la normativa vigente». Señalan, en concreto, que «no solo fallaron los hidrantes, probablemente tampoco se cumplía la normativa en cuanto al número de los mismos y su ubicación», además de que «parece evidente una deficiente separación de los componentes y un control insuficiente del proceso».
Asimismo, consideran que «es probable que no se cumplieran correctamente los requisitos para su seguridad en caso de incendio, ‘para prevenir su aparición y para dar la respuesta adecuada, en caso de producirse, limitando su propagación y posibilitando su extinción, con el fin de anular o reducir los daños o pérdidas que el incendio pueda producir a personas o bienes’, tal y como recoge el reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales», recuerdan.
Desde la plataforma contra la contaminación de Xixón recuerdan que este desguace registró en 2003 un incidente relacionado con la aparición de material radioactivo. «Se trata de una actividad que entraña claros riesgos por la variedad de materiales con los que trabaja y que seguramente deba mejorar sus procesos de control y prevención de riesgos», sostienen, recordando también los «ciertos» riesgos que supuso este reciente incendio para los trabajadores de la empresa y para quienes tuvieron que intervenir en su extinción. «Hablamos también de graves riesgos ambientales, a pesar de que en los comunicados de las propias empresas afectadas o de los organismos oficiales se tienda a minimizarlos o incluso ocultarlos», añaden.
Al respecto, recuerdan que en la madrugada del 4 al 5 de enero en La Arena se alcanzó alcanzó un pico de 211 microgramos por metro cúbico de partículas PM10 a las 5 de la mañana, de 181 a la una de la madrugada en El Llano y de 105 a las 24 horas en La Calzada. «La norma 50 microgramos por metro cúbico de media en 24 horas», aclaran.
Por todo ello, exigen que los expedientes que vayan a incoarse con motivo de este incendio arrojen luz sobre sus causas y las responsabilidades en las que se pueda haber incurrido por parte de los distintos actores implicados: «Solo avanzando hacia un modelo de transparencia, de estricto cumplimiento de las normas y de clara responsabilidad social por parte de las empresas podremos hablar de futuro en nuestra región. Y en todo esto las administraciones no están para mirar para otro lado. Aprendamos todos de un aviso como este».