Agalsa entra en concurso de acreedores
Gijón
MCA-UGT Asturias reclama a la consejería de Empleo, Industria y Turismo que medie para buscar una solución para la empresa, que cuenta con 102 trabajadores
02 Mar 2017. Actualizado a las 14:19 h.
El Juzgado Mercantil número 3 de Oviedo, con sede en Gijón, ha reconocido hoy la situación de insolvencia en la que se encuentra la empresa Asturiana Galvanizadora S.A (Agalsa), que cuenta con una plantilla de 102 trabajadores y un pasivo cercano a los 12 millones de euros, y ha acordado abrir el concurso de acreedores que había solicitado su propietario.
Como primera medida adoptada el juzgado ha designado como administradora concursal a la letrada Carmen Fernández Sánchez, persona con una dilatada trayectoria en este tipo de situaciones, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Fernández posee más de 20 de años de experiencia en Derecho Mercantil y Concursal y ha sido designada como administradora judicial por la Audiencia Nacional en la conocida como «Operación Crucero».
Frente a la liquidación apuntada por la dirección de la empresa, la resolución judicial se limita a la declaración del concurso, por lo que el objetivo prioritario de la Administración Judicial debe ser poner en marcha cuantas «negociaciones sean necesarias con la parte acreedora» para conseguir mantener en funcionamiento de la compañía, evitar despedir a trabajadores y lograr la viabilidad de pago de la deuda, dejando como último recurso su liquidación y cierre».
Mediación del Principado
En paralelo, la Federación de Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT Asturias ha reclamado a la consejería de Empleo, Industria y Turismo que medie para buscar una solución a la empresa. El secretario general de la federación, Jenaro Martínez, ha mantenido un encuentro con los trabajadores a quienes trasladó el total apoyo del sindicato ante la «compleja situación» que atraviesa la compañía.
Martínez ha urgido al Principado a encontrar una solución de futuro que garantice la continuidad de la actividad y el empleo al tiempo que ha recalcado que la factoría es viable, puesto que tiene carga de trabajo y un activo mayor que el pasivo.
A su juicio, esta solución pasa por la búsqueda de un socio inversor, pero también por un «cambio de mentalidad de los actuales propietarios, lo que implica creer en las posibilidades reales de la empresa en lugar de encaminarla directamente al cierre».