La sincro asturiana bracea fuerte en Oviedo

Las piscinas del Parque del Oeste de Oviedo acogieron este fin de semana el Campeonato de España Júnior-Absoluto de Natación Artística, organizado por la Real Federación Española de Natación (Rfen Acuatics), junto a la Federación Deportiva de la Natación Asturiana (FDNA) y el Ayuntamiento de Oviedo, y en el que destacó el buen papel desempeñado por la delegación asturiana en las dos categorías, antesalas de la competición de élite. Las nuestras avanzan y fortalecen más que notablemente su andadura y ascenso. La dupla formada por Alina Klymiv y Estela Uña, del Sincroviedo, que competía en dúo técnico júnior, alcanzó el puesto 18 entre 34 dúos finalistas. La pareja consolida así su buen momento de forma y evolución, tanto en lo técnico-acuático como en lo dancístico; además compitieron en dúo libre. Por su parte, Eva Esperanza Fernández, también del Sincroviedo, que competía en solo técnico júnior, quedó también situada arriba de la tabla, en el puesto 14 de 36, mejorando su clasificación. Fernández es una nadadora con un gran nivel y apunta formas y estilo prometedores. 

Ellas son tan solo la punta de lanza que también tiene otros nombres, presentes todos ellos en las piscinas del Parque del Oeste. Nombres que se identifican con claridad en distintas categorías y modalidades, y también entre los aficionados a la natación artística en el Principado, que cada vez van siendo más. Esos nombres son: Aitana García, que compitió en solo técnico júnior y en dúo técnico júnior junto a María Escobar del mismo club, el Sincroastur; Lucía Noguerol, que compitió en solo técnico júnior, y también en dúo técnico júnior junto a su compañera Erín del Amo, ambas del Club Natación Pedro Menéndez de Avilés. 

A un lado la estimación artística y deportiva, y tras tres días de competición, parece claro que si de algo sirve esta disciplina artística bajo el agua, es de ejemplo; de conocimiento de vidas tan nobles como ignoradas, llenas de empeño y esfuerzo diario. Algo muy poco sabido de un ámbito de competición que asociamos, así en general, a lo vistoso y mágico, a las sirenas y a la belleza, real y figurada, que compone todo ello, olvidando, las más de las veces, que para llegar a eso siempre hace falta lo que no se ve: la paciencia que proporciona el trabajo hasta verse sabio en un elemento: repetirlo cientos de veces mientras crece (mi cuerpo) y mi apnea. 

Algo de esto es lo que ocurre con el dúo formado por las hermanas Eva y María Fernández que compitieron en dúo libre absoluto. Si bien Eva dedica parte de su jornada a entrenar para sus pruebas individuales, no le ocurre lo mismo a su hermana mayor, María, enfermera de profesión, que, doblando turnos y haciendo noches, debe ajustar sus horarios (y descansos) en el HUCA para entrenar con su hermana, para sincronizarse, nunca mejor dicho, con ella y hacer compatibles dos mundos que discurren en edades y esferas emocionales muy diferentes. Con todo, el mérito está ahí, y de muestra un botón. Esta fue la actuación de las dos hermanas, que también consiguieron clasificarse. La verdad es que da gusto verlas, y más si se sabe lo que hay detrás. Este fue su ejercicio, una rutina muy en su punto y muy bien agrupada por momentos. Ahí es nada.

Brazo a brazo, pie a pie

La participación pero, sobre todo, la puntuación alcanzada proyecta a la sincro asturiana hacia una etapa de evolución importante y muy interesante, puesto que coincide en un momento en el que la danza en el agua protagoniza un nuevo momento de eclosión en nuestro país, auspiciado por muchas razones; una de ellas, el despegue de la participación masculina en una disciplina tradicionalmente femenina. Algo semejante pasa con la gimnasia rítmica. 

Los clubes asturianos que en este momento cierran citas con el agua son tres principalmente: el Sincroviedo, el Sincroastur y el Pedro Menéndez de Avilés, todos ellos presentes en la competición nacional celebrada estos días, con sus responsables a la cabeza haciendo grandes esfuerzos por atender las necesidades de sus deportistas. Tanto es así que el Sincroastur dispone de dos sedes para entrenamientos: las piscinas de El Cristo en Oviedo y las de El Llano en Gijón; por su parte, el Sincroviedo realiza sus entrenamientos en las del Parque del Oeste, y el Pedro Menéndez en Avilés. En Oviedo, y compitiendo por la clasificación, estuvieron presentes un total de 41 clubes de ciudades españolas como Sevilla, Valladolid, Orense, Madrid, Barcelona, Vigo, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Alicante, Castellón o Portugalete, entre otras.  

Y dentro de los equipamientos la labor que se entiende como fundamental es la de las entrenadoras, algunas de ellas multiplicándose por cumplir horarios y atender a su propia conciliación familiar. Mujeres con niños pequeños que, amén de llevar otras tareas, como las de coordinación y organización, se sumergen literalmente en este trabajo: el de la plástica bajo el agua. Es el caso de Marina Ordóñez, que además de entrenar en Avilés es vocal de árbitros de la FDNAT y lleva la coordinación de jueces territoriales, entre otras cosas. También indispensable es la labor llevada a cabo por Enma Escribano, vocal de natación artística en la federación asturiana y directora técnica del club Sincroviedo. 

Así que, a dos semanas de las Olimpiadas de París, y con la presencia de algunas de las participantes en el europeo júnior, celebrado en Belgrado hace menos de dos meses, el nivel de la natación artística exhibido en Oviedo no deja lugar a dudas: el agua se está poniendo de moda. Todo lo que tenga que ver con danza en el agua está cogiendo cierta carrerilla, que esperamos que se convierta en velocidad. El impulso que el Ayuntamiento de Oviedo pretende dar al deporte en general, pero al denominado minoritario femenino en particular, parece evidente. Y eso incluye la Gimnasia Rítmica, que también empieza a volar alto. Claro ejemplo de ello es el ascenso a primera división del Club Rítmica La Corredoria, al margen del trabajo que desarrollan otros en otras localidades asturianas. 

Las mejoras que el equipo de Canteli ha introducido en las piscinas del Parque del Oeste han convertido sus tanques de agua en referencia para la Federación Española de Natación, que, en los últimos años, ha elegido Oviedo como marco para el desarrollo y celebración de distintas pruebas. Por mencionar algunos ejemplos recientes: en marzo pasado, las instalaciones acogieron el Campeonato de España de Fondo Máster, en el que se contó con la presencia del bronce olímpico en Moscú 80, David López Zubero. Y el año pasado, estas mismas piscinas albergaron la final de la Copa del Mundo de Natación Artística, reuniendo a competidores de más de veinte países. Y todo ello con el ánimo de la capital de alzarse con la representación de Ciudad Europea del Deporte 2026. El deporte-base, su estructura y peldaños son objetivos de la Concejalía de Deportes ovetense, que sabe bien cómo se construyen; no en vano Concepción Méndez conoce de sobra en qué se fundamenta un club deportivo, aunque sea de las características del Centro Asturiano. Deseo para el futuro: citas deportivas que hagan ciudad, creen tejido y ciudadanía, sí; a cualquier precio y muy rápido, no. 

Así que lo que hicieron estas chiquitillas asturianas en la prueba nacional de sincro más importante del calendario anual ha sido ejemplar. Han realizado sus rutinas con la profesionalidad que puede caber en tan cortas edades, asumiendo la responsabilidad de ser anfitrionas, además de la propiamente deportiva. Si se ha llegado hasta aquí con estas disponibilidades y tiempos; en otras condiciones: ¿qué no se nadaría?