Contador revive su sueño en el Angliru: «El puerto con la mayor carga emocional de toda mi carrera»

La vida deportiva de Alberto Contador está estrechamente ligada al Principado. En la Vuelta a Asturias de 2004, el de Pinto sufrió un desvanecimiento en mitad de la prueba y solo la rápida intervención de los médicos pudo salvarle. En el hospital se le detectó un cavernoma cerebral del que posteriormente fue operado. En 2017, trece años después, uno de los mejores ciclistas españoles de la historia puso el broche a su exitosa trayectoria con una magistral victoria en el Angliru. Casi seis años después, Contador volvió a disfrutar esta semana del puerto que le llevó a la gloria en su última gran hazaña como profesional. 

Este jueves, Contador compartió una publicación en sus redes sociales en las que reconocía la importancia que para él tiene el puerto asturiano. «Siempre es especial visitar el Angliru» afirma el exciclista, quien subraya que se trata de «un puerto durísimo, pero para mi es mucho más, es un puerto que recuerdo con cariño y para mi es el puerto con la mayor carga emocional de toda mi carrera».

El de Pinto, ahora comentarista de la cadena EuroSport, exclama en el comentario que se trata de «¡Un puerto al que le debo tanto!» y explica que «era el día, me dio la oportunidad y mi permitió poner fin a mi carrera con el mejor recuerdo posible». «Un sueño», concluye.

Como casi todas las publicaciones de Contador, la del Angliru ha sido un éxito. En pocas horas, acumula 21.200 «me gusta» y 215 comentarios. Los usuarios recuerdan lo vivido en aquella etapa y la emoción que sintieron viéndole pedalear en el coloso asturiano.

Su victoria en el Angliru

Era el 9 de septiembre de 2017. Contador ganó en la mítica cima asturiana, por segunda vez en su carrera, en una etapa de 117 kilómetros. Ese día, el británico Chris Froome se proclamó virtual vencedor de la Vuelta a España y el ruso Ilnur Zakarin subió al tercer escalón del podio. 

En la línea de meta, un Contador visiblemente emocionado afirmó que «te imaginas mil despedidas, pero ninguna como esta». Conquistó el puerto español más temido por segunda vez, en solitario y a lo grande.