La Voz de Asturias

Fernando Alonso, «piloto de carreras: todas»

Deportes

David Vega
Alonso festeja su victoria junto a sus compañeros en las 24 Horas de Le Mans a bordo de su Toyota

La Triple Corona está ya un poco más cerca de Asturias después de que el ovetense gane en su debut la carrera más legendaria del mundo del automovilismo: las 24 Horas de Le Mans

18 Jun 2018. Actualizado a las 16:43 h.

Año 1966. 24 Horas de Le Mans. Una botella de Möet Chandon, preparada para el piloto ganador, queda olvidada al sol… Y cuando Jo Siffert, el flamante campeón, la descorcha… ¡Riega sin querer a sus perplejos compañeros de podio! Así, de carambola, nacen los ‘baños’ de champagne en el mundo del motor (Y, con el tiempo, se exportan a la mayoría de celebraciones deportivas) ¡La casualidad! Todo lo contrario a la victoria de Alonso en el Circuito de La Sarthe. Un antónimo de 'casualidad’. Un premio a la tenacidad y a la capacidad de adaptación.

«Piloto de carreras. Todas». Así se describe Fernando Alonso en su cuenta oficial de Twitter y nos da una pista de su ambición como deportista y de la fe que tiene en sí mismo. Cuando el año pasado, el piloto asturiano vaticinaba, con sonrisa misteriosa, que en 2018 se volvería a subir a un podio, no nos imaginábamos que sería lejos del circo de la Fórmula Uno. La señal permanecía oculta, velada, en su perfil de redes sociales.

Con mucho trabajo, constancia y una extraordinaria paciencia, cimentada -en los momentos más duros- en la espiritualidad oriental que a veces luce en Instagram (Proverbio: «Las cosas solo tienen el valor que les damos»), Alonso ha ganado la carrera más legendaria del mundo del automovilismo: las 24 Horas de Le Mans. Y, además, en el año de su debut. Vini, vidi, vici.

La Victoria en Le Mans, que le sitúa a tan solo un ‘diamante’ (500 Millas de Indianápolis) de la Triple Corona, es un ejemplo de la versatilidad que tiene el deportista asturiano. ¿Cómo jugaría Cristiano Ronaldo al fútbol-sala? ¿Cómo se le daría el pádel a Rafa Nadal? De acuerdo, tienes razón, querido lector, es una comparación exagerada, pero quizás no tanto como creas… En Le Mans, Alonso se ha enfrentado, por primera vez, a la conducción nocturna en alta competición, al pilotaje de un prototipo híbrido mucho más pesado y sofisticado que su monoplaza de McLaren (con un cuadro de mandos distinto y un sinfín de pantallas) y a una estrategia radicalmente diferente a las otras carreras de resistencia en las que había participado.

La próxima gran hazaña ya tiene fecha: las 500 Millas de Indianápolis en 2019

«Piloto de carreras. ¡Todas!»

(La Triple Corona ya está un poco más cerca de Asturias)

 


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