La asturiana detrás del éxito de «Chicago»: «Es un reto hacer personajes que se alejan muchísimo de cómo eres»

El musical Chicago es, sin duda, una de las producciones más icónicas y longevas de Broadway. Hace ya casi medio siglo que se estrenó por primera vez esta obra teatral y aunque han pasado 48 años desde ese emblemático momento su éxito sigue siendo rotundo. Con esa poderosa historia, una música de lo más cautivadora y una puesta en escena memorable, continúa resonando y emocionando al público alrededor del mundo. Parte de esa popularidad tiene sello asturiano. Viviana Camino (Oviedo, 1979) forma desde hace años parte del elenco de la nueva versión, que es la misma que se representa en Nueva York. Es, por tanto, una de las responsables de acercar este drama al público español.

—Háblame sobre sus inicios en el mundo del teatro, ¿Qué la llevó a dedicarse a las artes escénicas y cómo fue el camino hasta llegar a un musical tan icónico como Chicago?

—Empecé desde muy pequeñita haciendo ballet, aquí en Asturias, en el Centro de Danza Karel. Luego me formé también en canto y en otras disciplinas. Estuve trabajando bastantes años fuera, en Francia, en Inglaterra... Lo de los musicales ya llevo unos años haciéndolo. He hecho Cabaret y Hoy no me puedo levantar... Estuve en The Hole y hace poco también he salido en la televisión asturiana en el programa de Asturies baila como jurado. Y hace 15 años hice otra versión de Chicago, que también vinimos aquí a Asturias al Teatro Jovellanos.

—Formar parte de un musical tan legendario debe ser todo un reto, ¿cuál es el mayor desafío al que se ha enfrentado?

—La complejidad que tiene Chicago, aparte de ser un clásico de Broadway muy icónico, es que tienes que dominar bastante bien las tres disciplinas, porque hay que cantar, bailar unas coreografías muy específicas y muy clásicas dentro del teatro y actuar también al mismo nivel. Hay algunos musicales en los que a lo mejor tienes que cantar más, bailar más o interpretar más. Pero, en este caso, se exige mucho a todos los que formamos parte del elenco, porque necesitan que las tres estén a tope.

—¿Cómo es realmente formar parte del elenco de Chicago? ¿Cómo es el día a día?

Hay que llegar al teatro unas dos horas antes de la representación porque tenemos que hacer un calentamiento físico y otro vocal. Después llega la hora de la preparación: maquillaje, peluquería, si necesitas ponerte algún elemento como puede ser una peluca y vestuario. Luego vamos a chequear el micrófono con los chicos de sonido y ya empezamos a hacer la actuación todos los días.

—Trabajar así tiene que ser agotador. ¿Cómo logra equilibrar su vida personal con la profesional?

—Se logra, sí. A veces va un poquito a contracorriente, pero bueno no es imposible. De hecho yo soy madre y tengo otras tres compañeras dentro de la compañía que también son mamás, así que es difícil pero no es imposible.

—¿En qué se diferencia realmente Chicago de otras producciones en las que ha participado?

—Principalmente en el estilo. Chicago tiene ese estilo específico de Fosse, viene incluso gente de América, de Broadway, que lo quieren reglamentario, tiene que ser así y no puede salirse de ahí. Por ejemplo, No me puedo levantar era otro estilo completamente diferente. Era más comercial, teníamos otro coreógrafo, la música era de Mecano… Mientras que en Chicago se exigen unas cosas, en otros musicales a lo mejor tenías que tener más nivel de danza o más resistencia física.

—En su día le tocó interpretar a Mona y en esta ocasión desempeña el papel de Annie y también hace el cover de Mama Morton. ¿Cómo se preparó para interpretar estos personaje? ¿Hay algo en su historia o personalidad con la que se identifique?

—Identificada no me siento mucho porque son asesinas que están en la cárcel y yo de asesina tengo poco —ríe—Pero sí que siempre es un reto y muy divertido hacer personajes que se alejan muchísimo de cómo eres tú en realidad, porque ahí es donde está el juego, donde está la diversión del intérprete.

«El público asturiano está siendo un público muy agradecido y muy interactivo, porque la verdad es que se ríen y aplauden bastante»

—¿Cuál diría que ha sido el mayor aprendizaje hasta la fecha de esta experiencia?

—Lo que más he aprendido y mejorado quizás sea en el canto, porque siempre he sido más bailarina que cantante y ahora ya puedo hacer personajes que también canten un poco. Entonces lo que más he mejorado y la experiencia que me han aportado estos personajes es en el canto y en la interpretación más que en el baile.

—¿Qué espera que el público se lleve después de ver Chicago?

—A mí me gustaría que si viene una persona muy entendida a vernos, lo disfrute; y si viene una persona completamente ajena de los musicales o del teatro, además de disfrutarlo, siga queriendo o siga teniendo esa curiosidad de ver y apreciar otras obras de teatro musical.

—¿Y qué se lleva del público, en este caso el asturiano, a quien tuvo la suerte de acercar este musical después de actuar estas últimas semanas en Gijón?

—La verdad que de todas las ciudades en que hemos estado desde que empezó la gira, el público asturiano está siendo un público muy agradecido y muy interactivo, porque la verdad es que se ríen y aplauden bastante. Así que estamos, tanto yo como el resto de la compañía, muy contentos con el público asturiano.

«Cuando alguien se confunde o se olvida del texto los segundos pasan como si fuesen siglos»

—¿Qué ciudades os quedan por visitar?

—Vamos a estar en Valladolid, Bilbao, Murcia, Mallorca, Salamanca y en un montón de sitios más. Tenemos casi hasta marzo del año que viene con la gira programada

—¿Alguna anécdota sobre los escenarios que nos pueda contar?

—Lo que nos suele hacer mucha gracia, después de que pasa claro, porque en ese momento lo pasamos todos mal, es cuando alguien se confunde o se olvida del texto. Te quedas ahí un poco parado y los segundos pasan como si fuesen siglos. Luego sí que es verdad que salimos y nos reímos del mal rato que hemos pasado.

—¿Y algún secreto que nos pueda revelar de detrás de los camerinos?

—Tenemos un pequeño ritual antes de salir a escena. Todos los que hacemos Chicago nos reunimos minutos antes de que empiece la actuación, nos ponemos en un círculo, nos damos la mano y recitamos un pequeño mantra que sabemos solamente nosotros con palabras dentro del musical.

—Imagino que después de tantos años formando parte del musical consideras familia a gran parte del elenco

—Sí, sí, totalmente, somos como una pequeña familia, compartimos muchos momentos juntos en el escenario y fuera de él también, porque nos encontramos todos juntos en una ciudad que a lo mejor no conocemos. Entonces siempre hacemos piña para todo y la verdad es que el ambiente dentro de la compañía afortunadamente es maravilloso.

—Después de Chicago, ¿hay algún proyecto o rol que le gustaría asumir?

—De momento no. Tendré primero que esperar a que las productoras lancen alguna producción nueva, pasar el casting y ver si doy el perfil, tanto a nivel de actuación, como cantando o en elperfil físico del personaje que sea. Una vez saquen nuevas producciones intentaré presentarme a los castings que vayan surgiendo y que pueda yo llegar por perfil.

—Formar parte de este musical imagino que es ya un sueño hecho realidad. ¿Qué otros objetivos tiene en su carrera artística?

—Siempre me hubiera gustado hacer Cats y nunca se ha dado la ocasión, o bien porque yo era demasiado joven o bien porque ya la producción no la hacen aquí en España. Pero Cats es uno de los musicales que me encantaría hacer.

—Por último, ¿qué consejo daría a los jóvenes actores y actrices que sueñan con formar parte de un musical de este nivel?

—Les diría que confíen sobre todo en lo que es la preparación de las tres disciplinas, tanto canto como baile y actuación, que cuanto más completos sean pues mejor. Hay que apostar siempre y mucho por la formación. Luego sobre todo hay que salir, picar otras puertas, estar pendientes de los castings y probar, probar, probar y probar hasta que alguna puerta se abra.