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Manu Chao enciende a un público entregado en Mieres

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Las imágenes del acústico de Manu Chao en Mieres

El cantautor inicia su gira por España en la explanada del pozo Barredo con un concierto en acústico entre sus temas de siempre y músicas híbridas

16 Jun 2024. Actualizado a las 12:23 h.

Manu Chao ha hecho vibrar anoche en la explanada de un antiguo pozo minero de Mieres a 3.000 personas que han disfrutado coreando y saltando en un concierto en acústico en el que este polifacético cantautor ha transitado entre sus temas de siempre y músicas híbridas.

Con las entradas agotadas desde hace un mes, el cantautor francés afincado en Barcelona ha ofrecido en la explanada del pozo Barredo, junto al castillete que hace ya más de 15 años no saca carbón de la mina, su primer concierto en España, parte de una gira que inició el día 1 en Francia y que cerrará el 14 de septiembre en la población gala de Aubérive.

Entremedias, Salamanca, O Grove (Pontevedra), L'Hospitalet, Vimianzo (Coruña), Lugo, Valencia de Atarfe (Granada) y Fuengirola (Málaga; Lisboa, Minho y Agueda, en Portugal, y Tarvisio, Segrate, Fermo, Paestum, Castrignano dei Geci Palermo y Calabria, en Italia, podrán disfrutar de este comprometido artista que llevaba 17 años sin grabar, `pero que ultima disco.

Viva tú es una rumba que ha sido el adelanto del que será su nuevo disco El Volcán Música y que está dedicada a sus vecinos de Barcelona, y de otros lugares también, con la que Chao quiere reivindicar que uno se acepte tal como es, pero que esta noche no se pudo escuchar en Mieres.

Con un retraso de veinte minutos, el creador de Clandestino ha saltado al escenario con su guitarra en mano y acompañado por el argentino Luciano 'Lucky' Salvadori (bichito cordobés), y el gallego Miguel Rumbao (bongos) para un concierto a tres en el que, por su puesto, no han faltado sus temas más conocidos desde que en 1995 inició su carrera en solitario.

Con Vecinos en el mar, una llamada a la solidaridad y a un mundo sin fronteras, arrancó un concierto de más de dos horas en el que el frescor de la noche asturiana no impidió que poco a poco se fuese caldeando el ambiente entre llamadas de Chao «a la libertad siempre» y después de dar las «buenas noches Asturies».

Animando con el «puxa Asturies» y «Lo podemos hacer mejor» siguió con Equivocada vida antes de dar paso a la conocida Me llaman calle y Me quedo contigo, dos de sus grandes éxitos que fueron recibidos con vítores y aplausos de un público que empezaba a encenderse y al que pidió un aplauso para afrontar el «Si yo fuera Maradona» en el día en el que ha comenzado la Eurocopa, el conocido también como La vida tómbola que que el francés de raíces españolas concluyó con un «gracias Diego».

Huelga de amores y Libertad sonaron en este entorno industrial de la cuenca del Caudal, escenario de muchas protestas mineras, con un sonido potente que no restó garra a un concierto a tres antes de dar fusionar El tren se fue y La primavera, sin olvidar sus 'puxa Asturies' que estuvieron presentes continuamente junto a sus ya famosos «lo,lo,lo».

El que fuera fundador de Mano Negra junto a su hermano Antoine en 1987 también tuvo en ese momento un guiño para el grupo que disolvió en 1995 al rescatar su Mala vida para intercalarlo con Mi vida y Vivir sin ti en un largo popurri celebrado por el público entre llamadas del artista para que hiciesen sonar sus palmas y agradecimientos por el ambiente.

Ataviado con su ya clásica gorra, camiseta, pantalones piratas y deportivas, y con una energía y garra que esconden las más de seis décadas que lleva a cuestas, Manu Chao, encaró La despedida pasada ya una hora larga de recital, que continuó entre sus ya clásicos «lo, lo, lo» y el «seguimos....» con los que busca la implicación del público.

Reconocido por su fusión de estilos, pero también por su compromiso social y político su llamada a Canta conmigo Mieres. Contra la barbarie en Palestina —terminó el concierto llevando una kifuya— fue recibido con una gran ovación de unos asistentes que, pese al frescor de la noche asturiana, fue de menos a más y terminó entregado.

Tras su primera despedida, Solo voy con mi pena, sola va mi condena... con el que arranca Clandestino, la canción que dio nombre a su primer disco en solitario (1998) y uno de sus temas más reconocidos, marcó, entre mensajes de que nadie es ilegal, el inicio de la recta final de dos horas de un concierto que rezumó frescura.

Con entusiasmo fue recibida también su Bienvenido a Tijuana, que dio paso a Por la carretera con el que parecía que se iba a poner fin a la noche, pero que entre arengas al público y sus« lo, lo, lo», Manu Chao continuó, tras su segunda despedida, con Romerito verde.

El broche: Clandestino encadenado con Cuando llegaré, La primavera y Me gustas tú, una de las canciones más populares del artista francés en todo el mundo desde que la incluyó en su álbum Próxima estación... Esperanza (2001) para rematar con la Vacaloca, informa Efe. 


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