«Niña con monstruo dentro», de Rosa Navarro, gana la XLV edición del Tigre Juan de Narrativa

La novela Niña con monstruo dentro (Bala Perdida), de Rosa Navarro, un libro de relatos escrito en la mejor tradición cervantina con un conocimiento exhaustivo de las técnicas narrativas posmodernas y el tono crítico y deslenguado del humor del cineasta José Luis Cuerda, ha sido la ganadora de la XLV edición del premio Tigre Juan de Narrativa al que optaban 346 obras.

Según el jurado, la obra de Navarro (Ciudad Real, 1982) construye una rica galería de personajes delirantes «situados en contextos que, si no fueran tan surruralistas, parecerían verdaderos» y que, «tratados con ternura en ocasiones, zaheridos en otras», se ven sujetos a giros argumentales inesperados y son rescatados o abandonados por la autora para mayor desconcierto del lector. «La prosa, rica en registros y amena, crea con facilidad imágenes sorprendentes, fruto de una adjetivación tan arriesgada como certera. Es un libro fresco, distinto, que nos sitúa ante una autora particularmente dotada para la narración y en pleno dominio de su arte», añade el acta del tribunal.

Profesora de Literatura en la Universidad Autónoma de Madrid, la autora premiada se define como «manchega por principios y convicción» tras nacer «por casualidad» en un ascensor de Ciudad Real y que Argamasilla de Alba la curtiera «en el cervantismo y en el oficio de la ficción y el humor» y centra su investigación y sus publicaciones en la narrativa contemporánea, sobre todo en el microrrelato. Ex trompetista y directora del Congreso Internacional de Comedia de la universidad donde trabaja, ha recibido varios premios de poesía, novela corta, cuento y relato -aunque confiesa que sobornó al presidente del jurado con tres kilos de azafrán- y afirma defender el género del surruralismo, aunque advierte que solo el de secano porque el de regadío le parece «más artificial».

Además, ha sido designada finalista del galardón Plagio (Ed. Barrett), la segunda novela de la periodista y dramaturga Patricia Font (Barcelona 1972), una obra «estimulamente inquisitiva» además de «desquiciada, original, divertida e irreverente» al abordar, según el jurado, la escritura y sus servidumbres y pone el foco en el absurdo de algunos aspectos de la vida y del trabajo cultural. «En un juego perfectamente tejido de capas superpuestas, el yo que crea Font se desdobla hasta el infinito, se hace personaje, se escribe a sí mismo, se deja escribir, en un ambiente -el teatro, el cine, la escritura- donde la originalidad es un deseo incumplido o un coitus interruptus», señala el acta.

El Premio Tigre Juan, creado en 1978 y que toma el nombre de la novela del autor ovetense Ramón Pérez de Ayala y del bar del casco antiguo ovetense donde nació, ha sido gestionado y patrocinado a lo largo de los años por distintas personas y entidades que, atendiendo a sus diferentes criterios de actuación y de organización, han conseguido mantenerlo y consolidarlo. Así ha sido organizado por la Librería Cervantes, el Centro Asturiano y por el Ayuntamiento de Oviedo hasta llegar a su actual gestor, Tribuna Ciudadana que lo organiza desde 2014 en colaboración con la Fundación Municipal de Cultura.

Entre los ganadores del galardón figuran, entre otros, Antonio Pérez Henares, Ignacio Gracia Noriega, Belén Gopegui, Luis Sepúlveda, Inma Monsó, Antonio Orejudo, Fernando Palazuelos, Manuel Moyano, José Luis Borau, Raúl Argemí, Jon Bilbao, Marta Sanz y Sergio del Molino, además de Luis Rodríguez, que lo obtuvo en 2022 por su novela Mira que eres (editorial Candaya). Desde 2017 también se otorga el Certamen Joven de Relatos Cortos Tigre Juan que este año ha recaído en su categoría A -de 12 a 17 años- en Hilos, de la madrileña Adela Martín Rodrigo, y en la categoría B -de 18 a 30 años- en El olvido se llevó la mitad, de la valenciana Clara Palop Lainez, informa Efe.