Alexandra Hyland estrena en Gijón «Las demás», una película «hecha por mujeres para mujeres»

La directora chilena Alexandra Hyland ha presentado este domingo en el Festival Internacional de Cine de Gijón Las demás, su primer largometraje «de mujeres hecho por mujeres para mujeres», que compite en el apartado Tierres en Trance de la Sección Oficial, dedicado a la cinematografía iberoamericana.

Con el tema del aborto y la precariedad laboral de fondo, la película de Hyland profundiza en la relación de amistad entre dos jóvenes, Rafaela y Gabriela, que se ve alterada cuando una de ellas queda embarazada y deben enfrentarse a la hostilidad del sistema. En Chile el aborto no es libre sino que está condicionado por unos supuestos, entre los que se incluyen razones terapéuticas por malformación del feto y la violación, que han de ser denunciados a las autoridades policiales dentro del plazo de 72 horas siguientes aunque los médicos pueden ejercer objeción de conciencia, ha explicado la directora.

La cineasta ha destacado que la mayor cantidad de denuncias de violación las hacen adolescentes de entre 13 y 14 años, un indicador de la gravedad del problema en los sectores juveniles, marginados por el sistema. Hyland ha dicho que quiso representar personajes fuertes pero divertidos con la intención de dar un mensaje político, una llamada de alerta, en un contexto en el que los derechos reproductivos comienzan a debatirse.

«Es una película de mujeres, hecha por mujeres para mujeres» puesto que la mayoría del equipo de rodaje era femenino con el propósito de representar una sensibilidad y un punto de vista diferenciado de la «tradicional cultura machista y patriarcal», ha afirmado.

Las demás es la primera película de Hyland, que se formó como cineasta en la Universidad Católica de Chile y tuvo su estreno para España en el Festival de Gijón, aunque se espera se proyecta en las salas de su país en las próximas semanas. La realizadora ha expresado su confianza en que el estreno en Chile contribuya a despertar conciencias sobre un problema social «grave» y provoque algunas acciones de cambio de mentalidades en «un país muy conservador».

Ha reconocido que desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1989, el movimiento feminista chileno fue adquiriendo fuerza y el tema de los derechos reproductivos ha ganado centralidad en el debate político, pero aún «quedan muchos espacios por abrir». Mujeres cineastas se han agrupado en la plataforma Nosotras audiovisuales, que da apoyo y visibilidad a las trabajadoras de un sector mayoritariamente masculinizado y en el que persisten conductas patriarcales.

«Todavía existen violencias machistas y discriminación laboral en los sets de rodaje, en los que una mujer tiene que trabajar más que un hombre para que se le reconozca su talento», ha lamentado. Ha dicho que a pesar de su juventud, esta «cansada de perder el tiempo discutiendo» con un hombre para que admita que su trabajo «es igual de bueno, o acaso mejor», informa Efe.