Sagi defiende la zarzuela: «A mucha gente le parece un género casposo por la dictadura franquista»

El director de escena asturiano Emilio Sagi ha defendido este viernes en Avilés el proyecto Zarza, que busca acercar el teatro lírico a los más jóvenes, porque hay mucha gente que «desgraciadamente le parece un género casposo» porque la dictadura franquista «utilizó la zarzuela de una manera muy mala».

Sagi, uno de los directores de escena más reconocidos a nivel internacional, ha dicho que la zarzuela se utilizó durante el régimen dictatorial de una manera muy determinista, ensalzando la España de «fiel espada triunfadora».

Según ha abundado, hay mucha gente joven que entiende que la zarzuela exalta valores nada contemporáneos «y no es así, los personajes más puros son los populares y cuando hay personas aristócratas siempre son las malas».

Emilio Sagi, que llevó, entre otras, la ópera Carmen, de Georges Bizet, por medio mundo, ha pronunciado estas palabras en un encuentro celebrado en el Teatro Palacio Valdés en el marco de las III Escuela de Verano de las Artes Escénicas, con la participación del programador de la actividad, César Oliva.

Además, ha dicho ante el más de medio centenar de alumnos matriculados en la Escuela que en el llamado género chico todos los personajes protagonistas siempre son de una honradez y de una limpieza total, «para nada tiene que ver con un determinismo que se recreó en épocas pasadas».

Sobre el proyecto Zarza, que impulsa el Teatro de la Zarzuela, ha comentado que es como una «especie de caramelo» para que los jóvenes acudan al teatro y vean lo divertido que es este género. «Creo que en la lírica, tanto en la ópera como en la zarzuela, el veneno es ir a verlo, ver lo sorprendente que es ese espectáculo», ha señalado Sagi, que ha ve en Zarza una «primera dosis de envenenamiento para que los jóvenes vayan a la zarzuela».

El encuentro con Sagi, en la jornada de clausura de la Escuela de Verano de la Academia de las Artes Escénicas, se ha titulado Ópera y zarzuelas como obras totales, un asunto en el que está considerado como uno de los directores más brillantes de la escena española e internacional.

El director ha confesado que, pese a estar dedicado toda su vida a la lírica, le gustaría hacer teatro hablado, pero nunca le surgió la ocasión, más allá del montaje de Otelo de William Shakespeare, con la compañía Margen. En una ocasión recibió el encargo de montar el texto Los habitantes de la casa deshabitada, de Enrique Jardiel Poncela, que, pese a que le encanta el autor, ve esa obra como «un espanto», auqnue sí se entregaría a la tarea de poner en escena, por ejemplo, Ivonne princesa de Borgoña, de Witold Gombrowicz, informa Efe.