Del rock al rap, la música asturiana se renueva mientras anhela el regreso del directo
Cultura
Una nueva hornada de bandas asturianas termina de cuajar estilos mientras espera superar el paréntesis de la pandemia
10 Mar 2021. Actualizado a las 09:33 h.
Con unas raíces que pueden hundirse hasta la década de los 70 (por lo menos) del siglo pasado, las referencias musicales de pop y rock nacidas en Asturias siempre han tenido un protagonista en el escenario. Desde Tino Casal y los Ilegales hasta el Xixón Sound que marcó a toda una generación de grupos en la década de los 90. Y así hasta el nuevo siglo en un panorama en el que la música vivió cambio inconcebibles entonces, de digitalización y adaptación a un mundo dominado por internet. Y así llegó el presente, con la huella de Nacho Vegas o Rodrigo Cuevas.
La pandemia ha puesto un paréntesis en la escena musical asturiana, al menos en su traslación al directo, que se empezará a borrar cuando las vacunas comiencen a tener un efecto definitivo en el control del coronavirus. Pese a todo, los últimos años han sido extraordinariamente fructíferos en lo que respecta al nacimiento o consolidación de nuevas bandas en diversos estilos. Desde el originalísimo rock con raíces tradicionales de Mota Blues a la música de autor de Macías o Candela Álvarez, pasando por el rap de Ácida, los sonidos más tradicionales de Muga, el pop de FROM, o el thrash/groove metal de los gijoneses Tyrant, el futuro de la música asturiana está asegurado en cuanto a grupos (las salas de conciertos que sobrevivan a la pandemia es otra historia). Los siguientes son algunos, ni mucho menos todos, ejemplos de la nueva hornada de la música asturiana.
Pop rock con mucha alma
Staytons son, probablemente, la formación que mejor ejemplifica esa nueva ola de grupos que están surgiendo en la región en los últimos años. Luis Ángel Sánchez (trompeta y sintetizadores), Andrés 'Pichi' Ribera (bajo y coros), Íñigo 'Noan' Samaniego (batería y coros), Alejandro 'Venti' Sariego (guitarra y voces) y Juanvi Stroup (voz, guitarra y teclados) son los miembros de esta banda de veinteañeros que, pese a su juventud, ya han comenzado a hacerse un hueco en la escena regional y nacional.
Juanvi Stroup explica que Staytons «nace en Villaviciosa, con el objetivo claro desde el principio de tocar nuestras propias canciones». En 2017 empieza «a ponerse la cosa más seria, por así decirlo. Incorporamos una trompeta y en diciembre de ese año ganamos el concurso de maquetas de los 40 Principales, lo que nos lleva a grabar ‘Singularity’ y a participar en otros concursos, como el Talento Ribera del Sonorama».
Después de pulir su sonido en directo, participando incluso en los conciertos de Radio 3, preparan «más canciones para grabar nuestro EP Kids Stuff en mayo del 19, con Igor Paskual y Dani Sevillano. Luego, en verano, participamos en los concursos Mahou Cool Talent, del Mad Cool Festival, y el BDCODER, del festival DCODE». Y, al igual que en el caso del Talento Ribera del Sonorama, en ambos casos fueron los ganadores. En febrero de 2020 volvieron al estudio y publicaron el single Pasos de Baile (Boomerang Discos), una versión de Igor Paskual, grabada bajo la producción de Ricky Falkner (Love of Lesbian, Iván Ferreiro, Berri Txarrak, Quique González, Sidonie, Lori Meyers, Miss Cafeína, Kiko Veneno, Mikel Erentxun, Luz Casal…). Este año se encuentran preparando su nuevo disco, que verá la luz en la segunda mitad del año. El primero de sus singles es, Fiesta de los Ochenta. Su música bebe tanto de grupos como Capital Cities, MGMT, Foster The People o Two Door Cinema Club como del soul y la música negra de los 60 y 70.
«Digamos que eso es un poco el pegamento. Ya podemos estar hablando de influencias de pop en español y el inglés, pero seguimos teniendo esa esencia de la música negra que en principio nos llevó a cantar en inglés», comenta.
El vocalista del grupo considera que «ese sonido Motown, palpitante y bailable», también se traduce «en las influencias disco o Daft Punk, a los que escuchamos muchísimo». Con el paréntesis que ha supuesto la pandemia para la música en directo, Staytons están en el estudio de grabación «desde hace un mes y pico para grabar la primera mitad de nuestro nuevo disco, cuyo lanzamiento será a finales de año o principios del siguiente».
Cree que su sonido, desde sus inicios, «se ha vuelto más concreto. Singularity es un disco con muchos tipos de canción, en el que nos acercamos a diferentes palos y ahora vamos a lo que es más natural». Todo pasa por «una producción más estudiada, canciones más cortas y puestas al día en materia de sonido».
Consideran que, en su carrera, Igor Paskual ha sido una influencia determinante. Una suerte de Pigmalión, «provocador de experiencias y capaz de saber cuál debe ser el siguiente paso, sin darlo directamente». En su desarrollo como grupo también destaca el trabajo de Dani Sevillano en «temas de producción y lograr unas canciones mucho más amarradas».
Además destaca que la música en la región goza de muy buena salud. «Es una tendencia general el aumento de la calidad de los instrumentistas. Todos los grupos son más profesionales y Asturias siempre ha tenido un caldo de cultivo particular», apunta. De cara al futuro considera que «las ganas de ver música en directo se acumulan y creo, de verdad, que se verá un boom en conciertos».
Horizontes de esperanza
Baja California es una banda de rock duro nacida en 2012. Beben de fuentes clásicas del género como Guns & Roses, Bon Jovi, Mr. Big o los suizos Gotthard. Su propuesta, con temas cantados en castellano, se ha hecho un hueco en la escena actual, a base de trabajo, carretera (han llegado a compartir cartel con Uzzhuaïa) y buenas críticas.
Andrés González, batería de Baja California, explica que «Manu y Javi, los dos guitarristas, son médicos y se conocieron en la facultad. Buscaron gente para formar una banda y yo entré en 2013, en la primera formación estable». Es en esa época cuando empiezan a mover y presentar en directo su primer EP, Lejos del final. Pocos meses después de su debut la banda se hace con el XXIX Concurso de Maquetas Pop-Rock organizado por los 40 Principales y el Instituto Asturiano de la Juventud.
En el año 2014 lanzan su primer disco, La Cara B del Rock. Andrés González comenta que Baja California «suena mucho a lo que escuchamos en casa, básicamente hard rock de los 80 y de los 70. Podemos decir que sonamos a 1975».
La pandemia les sorprendió «con la segunda parte de la gira de presentación de nuestro último disco, Horizontes, y la cortó de raíz». En este sentido, «la idea era entrar a grabar el disco después, por lo que estamos ahora en ese momento de componer el nuevo trabajo, preparados para el día que se puedan volver a dar conciertos».
El batería de la formación considera que, eliminado de la ecuación un factor como la Covid 19, el estado de salud de la música asturiana es óptimo. «Nos hemos movido por toda España y hemos podido ver la escena de grupos emergentes. Las de Asturias, Galicia, País Vasco y Cataluña son distintas al resto. Hay muchísimo nivel, con estilos muy variados y mucha calidad. En Asturias funciona mucho el metal, punk y hardcore y se hace todo con una calidad increíble. Solo hace falta ir a un festival con el Unirock, con grupos muy buenos y todos de aquí».
Respecto al escenario pospandémico para la música, en Baja California se muestran «100% optimistas». «La gente lleva un año con ganas de pisar la calle, ir a conciertos, salir y ahora, con la vacuna, en cuanto todo mejore estaremos en la carretera. Económicamente la gente estará tocada y salas van a quedar pocas, pero el rock siempre salió de abajo con el apoyo de la gente», apunta.
Eclecticismo al poder
Joel de Bruine (voz y bajo), Guillermo Monge (guitarra) y Dámaso Colado (batería) son los tres jovencísimos integrantes de Brea, una de las formaciones asturianas que más ha apostado por rendir tributo y actualizar el espíritu roquero y blues que empapó la música popular en los 60 y los 70. A finales del año pasado se hicieron con el XXIII Concurso de Rock Ciudad de Oviedo, que desde su fallecimiento rinde un merecidísimo homenaje al añorado Alejandro Blanco, 'Espina'.
La suya ha sido una trayectoria ascendente desde prácticamente sus inicios. Guillermo Monge destaca que el grupo nace «a finales de 2017 cuando los tres, Joel, Dámaso y yo, decidimos juntarnos a hacer un blues rock bastante enraizado en la cultura de los 60 y 70».
Pese a que, por razones obvias, «en el último año no hemos tocado nada, legamos muy bien al Oviedo Rock». Sus influencias van desde el grunge de los 90 a los clásicos del rock de los 60 y 70. «Tenemos una mezcla rara de estilos», apunta. «Igual estás escuchando un riff que te recuerda a Led Zeppelin al que le sigue una melodía vocal a lo Eddie Vedder», explica.
Respecto al escenario actual, el guitarrista dice que están esperando «que la pandemia nos dé un respiro para que podamos presentar nuestro single, sacar el disco y hacer una gira de presentación». Cree que «en estos últimos dos o tres años ha habido un repunte de grupos, salas y gente que se ha animado a hacer cosas». Respecto al fin de la pesadilla que estaos viviendo desde hace un año, confía en que «va a parar, aunque nadie tiene una bola de cristal. Es algo complejo, pero siempre que se da una desgracia la gente se vuelve más fuerte».
El futuro en sus manos
Si con algo cuentan, precisamente, Kuarteria es con juventud y la promesa de un futuro de posibilidades por delante. Elena del Frade (voz y guitarra) explica que sus integrantes tienen «entre 16 y 18 años». «Somos dos parejas hermanos en el grupo y nos conocemos desde muy pequeñitos. Lucía Corte, la otra guitarrista, venía conmigo al instituto, empezó a tocar la guitarra y un día tomando algo en el Savoy de Gijón le dijimos que mi hermana y yo teníamos un montón de canciones compuestas y vimos que podíamos quedar», añade.
Ganadores del concurso de maquetas COMA, la banda está nominada este año a los premios AMAS en la categoría de artista revelación.
Sus influencias beben de fuentes como el rock, el pop y la música negra, sin ningún tipo de ataduras. «En el grupo somos todos totalmente diferentes. A Sergio, el batería, le gustan más las canciones lentas, baladas y demás. A Lucía le gusta un montón el techno… cada uno llevamos cosas de lo que nos gusta y aceptamos lo que no», comenta Elena del Frade. Define su sonido como «una mezcla entre el rock del 2000, con un poco de los Strokes, algo de soul y sonidos más modernos».
«Es un aliciente. Nos enteramos que estábamos nominados gracias a nuestros padres, que fueron los que lo vieron. Lógicamente nos alegramos un montón, porque además hacía bastante que no nos veíamos».
En el escenario actual están «aprovechando, sobre todo, para componer y seguir tirando para delante». Cree que de esta pandemia hemos de extraer una conclusión. «La cultura no es valorada hasta que se pierde. No solo es necesaria, sino que es imprescindible», asevera. Cuando todo esto acabe confía en que «la música en directo va a volver con muchísima fuerza».