«Nunca se fue de Gijón», asegura uno de los hijos de Arturo Fernández
Cultura
Arturo Fernández Sensat ha agradecido en nombre de la familia las «abrumadoras» muestras de cariño para quien «ha llevado a Asturias y a Gijón como bandera»
05 Jul 2019. Actualizado a las 20:29 h.
«Él nunca se fue de Gijón». Si lo ha dicho alguien que conocía muy bien a Arturo Fernández, no debe ser una simple licencia poética. Y quien lo ha dicho lleva su mismo nombre y su mismo primer apellido. Arturo Fernández Sensat, hijo del primer matrimonio del actor gijonés ayer fallecido, ha comparecido esta tarde brevemente ante los medios para dar las gracias por las «abrumadoras» muestras de cariño recibidas estas horas por la familia del actor; la más abrumadora de ellas seguramente el desfile de los miles de gijoneses que, apenas a unos metros del vestíbulo del teatro Jovellanos donde Fernández Sensat hacía sus declaraciones, habían dado ya a esas horas su último adiós al más popular de sus paisanos. Las decenas de primeras horas de la tarde se habían transformado en centenares, una vez caído el intenso calor que se abatía sobre el Paseo de Begoña a primera hora de la tarde: una cola más cercana a las 300 que a las 200 personas esperando pacientemente entre el teatro Jovellanos y las proximidades del templete.
En sus palabras de reconocimiento, que ha dirigido con especial subrayado a la alcaldesa de Gijón y el Ayuntamiento por las facilidades dadas a la familia, Arturo Fernández Sensat ha hecho ante todo un retrato de la asturianía de su padre: «Si ha habido alguien que ha llevado a Asturias y a Gijón como bandera ha sido él», ha afirmado, recordando que «en casa siempre había sidra y fabes». Ha asegurado además que su padre hubiese querido que «esta última etapa» tuviese lugar donde precisamente lo estaba teniendo: en el Jovellanos y «en su ciudad, muy cerca de su casa en la Puerta de la Villa». Sobre su otra casa, el teatro, Fernández Sensat ha contado que su padre seguía activo hasta el punto que hace tres semanas estaba trabajando en un guión que tuvo que quedar forzosamente incompleto.
También ha aludido al marbete de «eterno galán», ha admitido que si lo tenía «será por algo». Él lo ha atribuido al carácter y las maneras de su padre, «una persona educada» que profesó «una forma de entender un tipo de teatro, de actor y de forma de ser que era la que él desarrolló».