Así sobrevivirá LABoral en 2018 a dos prórrogas y una deuda millonaria
Cultura
El centro de arte afronta año difícil, condicionado por la congelación de aportaciones autonómica y local y la amortización de un cuantioso préstamo
31 Dec 2017. Actualizado a las 05:00 h.
El año de su primera década ha sido todo menos una celebración para LABoral. El Centro de Arte y Creación Industrial ubicado en los antiguos talleres de la Universidad Laboral de Gijón ha vivido en 2017 algunos de los momentos más sombríos de su historia: plantilla en mínimos, indemnizaciones por despidos que desestabilizaron el presupuesto, retirada de patronos, episodios de cierre al público que se llegaron a interpretar como el cierre mismo del centro y la revelación de la existencia de abultada deuda con varios ministerios que se arrastra desde la apertura del centro, y cuya amortización está drenando los recursos de un proyecto forzado a sobrevivir con menos de una cuarta parte de su dotación inicial. A todo ello se ha sumado, al borde del año, la doble prórroga presupuestaria que afrontan dos patronos cruciales: el Principado y el Ayuntamiento de Gijón, que ayer oficializaban en la reunión del patronato de LABoral que sus aportaciones para 2018 se congelarán -600.000 y 20.000 euros, respectivamente-, frustrando lo que se esperaba como agua de mayo: un incremento hasta 760.000 euros previsto en el proyecto presupuestario de Cultura y los 100.000 euros aprobados por el pleno gijonés el pasado verano. Y, sin embargo, LABoral se moverá en 2018 con sus 1,64 millones de presupuesto. «Esto sigue», proclama su directora de actividades, Karin Ohlenschläger: «El centro nunca va a estar cerrado. Vamos a seguir todo el año con la programación, aunque seguimos haciendo un esfuerzo de contención. Creemos en el proyecto, aunque la situación que plantea la prórroga nos afecta, no íbamos a ser una excepción».
«Había una voluntad firme de aumentar los presupuestos y me consta que se había hecho un esfuerzo por dar mayor apoyo económico, pero con la situación actual Principado y Ayuntamiento ya no pueden hacerlo, para nosotros como para todos los demás», lamenta Ohlenschläger, que también admite de entrada que le hubiera gustado «desarrollar un año de actividad de mucha mayor envergadura. A partir de esa limitación, 2018 se plantea como «un año en el que la situación va a seguir más o menos como la que hemos tenido hasta ahora, pero eso no significa que no vayamos a poder hacer nada».
En lo presupuestario, eso significa que dispondrá de nuevo de 600.000 euros del Principado como subvención para actividades y programas concretos. Es decir, que ese dinero no podrá dirigirse a amortizar -eso sí, sin intereses- la deuda por préstamos realizados desde distintos programas ministeriales para la inauguración y el despegue del Centro de Arte. Los acuerdos con el Estado fijan la devolución anual de poco más de 300.000 euros, pero el ritmo de devolución se vio alterado con la solicitud de un aplazamiento de la cuota de 2016, que finalmente fue denegada, y se acumuló por tanto con la de este año generando una situación contable extremadamente delicada. El pago debería haberse producido el pasado mes de noviembre, aunque aún se barajaba la posibilidad de solicitar un nuevo aplazamiento. En principio, y a expensas de lo que suceda con estas moratorias, el plazo de devolución de las ayudas se extendía hasta 2023, por lo que el pasado año se adeudaban casi 2,5 millones de euros, atendiendo a la mencionada cuota anual de 303.000 euros.
La importancia de los patronos privados
En ese contexto, y aunque fuentes del patronato señalan que las cuentas están este año más saneadas que en 2016, será crucial como en años anteriores la aportación de patrocinadores privados -empresas y coleccionistas, fundamentalmente- en un programa que se centra sobre todo en una labor que quizá no tiene la proyección de las exposiciones o las grandes producciones, pero que seguramente goza de mucho más alcance: la educación, la divulgación y la producción a través de los recursos del centro y los programas de residencias. Europa, como en los últimos años, es el principal de los sustentos de la actividad de LABoral.
«Trabajamos en términos cualitativos. Para nosotros es muy importante la educación del siglo XXI y la atención a los nativos digitales asturianos, con los cuales tenemos un compromiso en firme desde hace muchos años, por una parte con el programa AuLAB desde hace seis años, en colaboración con la consejería de Educación, y por otra parte, también este año con los nuevos premios -20, premios que quieren hacer visible y compartir el debate en torno a la educación del siglo XXI, poniendo el valor el esfuerzo de los jóvenes con los nuevos medios, como también el profesorado», anticipa la directora de LABoral. La entrega de los premios será en verano y a final de año se celerbará una exposición con los trabajos galardonados.
Además, enumera Karin Ohlenschläger, se proseguirá con los programas de residencia de artistas apoyados por DKV, la colección Los Bragales, del coleccionista y mecenas Jaime Sordo, la European Media Art Platform y la Red Europea de Creación Audiovisual Contemporánea (ENCAC); una residencia de los artistas asturianos María Castellanos y Alberto Valverde enmarcado el el programa Vertigo Start que lidera el centro Pompidou -que se iniciará en Dinamrca y Alemania y concluirá en LABoral-, más el trabajo en la Oficina de Proyectos. Este último ramal de actividad «que está dando muy buenos resultados» según la directora de programas de LABoral, odfrece a artistas asturianos de todas las disciplinas los recursos del centro para sus proyectos. Además, la Beca de Producción de Desarrollo de Herramientas Educativas concentra una innovadora experiencia de mecenazgo expandido con grupo de coleccionistas interesados en promover la conexión entre arte, educación y nuevas tecnologías
Esa misma es la linea en la que se centrará un nuevo proyecto, «muy importante» para Ohlenschläger, este patrocinado por Alcoa. En él se trabajará con profesorado y alumnos de centros públicos en la creación de unos talleres multimedia de diseño y fabricació digital que se diseñarán conforme a las necesidades de los propios centros, y que luego se quedarán en ellos de forma permanente. El proyecto se desarrollará en forma de programa piloto en escuelas de Llaranes y Cabo Peñas.
El año del medio ambiente
¿Qué margen queda, aparte, para el apartado expositivo y, sobre todo, para el ambicioso y bien estructurado plan que le dio el cargo en concurso a Karin Ohlenschläger? Por una parte, están las muestras en las que desemboca cada una de las residencias y los programas mencionados, a los que se suman otros como el Next_Things. Y por otro, se mantendrá la previsión de dedicar este año una muestra y una serie de actividades en torno a ella al tema monográfico que la directora tenía previsto: en este caso, el medio ambiente, y con la dimensión internacional y europea que marca en los últimos años la personalidad del centro.
«Va a haber una gran exposición relacionada con arte, ecología y nuevos medios como resultado de un programa que realizamos conjuntamente con el Museo de Arte y Arquitectura de Lisboa, Blid Museum de Umeå y la House of Electronic Arts de Basilea. Primavera. Un proyecto en torno al cual se desarrollarán una serie de actividades y talleres relacionados con el tema medioambiental. Van a ser cuatro proyectos que coincidirán en el tiempo, y en el que cada centro aborda una parte de esta línea tan amplia de la relación entre arte y ecología», ex`lica Ohlenschläger. Una línea sobre arte, arquitectura y diseño que se desarollará en Lisboa; otra más relacionada con la dimensión política y social en Umeå y las de LABoral, junto al Electronic Arts, que presentarán, por un lado, una selección de obras y artistas que trabajan sore las nuevas problemáticas medioambientales que surgen de la revolución digital. «Estamos hablando mucho de cambio climático ,de contaminación del aire y el agua por pesticidas… pero no de lo que implica la era digital, que impacto medioambiental y energético generan; una problemática que aún no están en los medios», señala. Otros artistas presentarán trabajos realizados utilizando tecnologías relacionadas con Big Data aplicados a la visualización de los retos medioambientales y los nuevos recursos energéticos, o investigaciones con la comunicación, simbiosis y empatía entre distintas especies, la forma de gestionar la convivencia entre especies.