«La tonada, adornándola y poniéndole un vestido guapo, puede pasar perfectamente Pajares»
Cultura
Marisa Valle Roso considera que a la canción asturiana le hace falta «gente que componga y no tenga miedo a acompañarla de lo que sea» para que llegue a traspasar fronteras
22 Jan 2017. Actualizado a las 10:23 h.
Mocina dame un besín fue la primera tonada que cantó Marisa Valle Roso. Y durante algún tiempo la única, fundamentalmente, porque no sabía más. Esto fue cuando era una cría y la aprendió contagiada por su hermano Fernando Valle Roso que sí estaba interesado en la canción asturiana, interés por un estilo que a ella no le llamaba nada la atención pese a que confiesa que «me gustaba cantar». Fue Alfredo Canga quien percibió que Marisa tenía un don para la tonada y como su timidez le impidió negarse a tomar clases con él, así comenzó su andadura por la canción asturiana, una andadura que después le iría reportando numerosos premios en los diferentes concursos de tonada que se celebran en la región. Sin embargo, Marisa Valle Roso ha ido probando con fusiones de la canción asturiana, incluso con otros estilos, y tras una intensa evolución señala que «ahora soy el resultado de todo lo que viví musicalmente durante tantos años».
Y con toda esa experiencia, esta cantante langreana culminaba hace apenas una semana su gira Suena la mina con un lleno absoluto en el teatro de La Laboral y ultima para marzo un nuevo disco, aún sin título, que incluirá composiciones propias y de Pablo Carrera en el que utiliza «la música tradicional de una manera que no es la convencional». Pero en lo que a la tonada respecta, Marisa Valle Roso tiene las cosas claras: «la tonada estuvo y está obligada a la renovación» y entiende que sólo así tendrá futuro, ya no sólo dentro de la región asturiana, sino también al otro lado del Pajares y de Huerna. Como ejemplo pone la renovación que Camarón de la Isla le imprimió al flamenco, algo que no gustó a los puristas de un estilo tan de raíz, pero que hizo que este estilo tan andaluz diera la vuelta al mundo.
-El pasado fin de semana finalizabas la gira Suena la mina ¿qué sensaciones le ha dejado?
-Pues me ha dejado sensaciones buenísimas porque no pensaba que iba a tener tanta repercusión, ni el teatro de La Laboral así de lleno y tampoco esperaba la respuesta del público, gusto mucho, tuve muchas felicitaciones y la gente estuvo aplaudiendo tantos minutos que ya me daba hasta vergüenza y no sabía qué hacer. La verdad es que todo salió muy bien, pero también porque tuve un equipo de trabajo alrededor buenísimo, tanto de soniado, de luces, de escenografía… Todo fue perfecto porque, por supuesto, los invitados estuvieron genial.
-Ha contado con invitados de excepción como Víctor Manuel, Nuberu o Ramón Prada ¿qué le supone trabajar con cantantes con una trayectoria tan importante?
-A mi me da mucho respeto tener a figuras como estas ahí, delante de mí, pero lo paso muy bien y me siento muy a gusto con ellos porque son personas entusiasmadas con lo que hacen que les gusta compartir y creo que hay mucha magia en el escenario cuando estoy con ellos. De hecho, me parece que se vio el sábado en La Laboral. Además, siempre se aprende algo cuando compartes escenario con este tipo de artistas y me ayudan a crecer.
-Lo próximo que conoceremos de Marisa Valle Roso es un nuevo disco ¿qué le ofrece al público en ese nuevo trabajo? ¿con qué va a sorprender?
-Es un proyecto ambicioso en el que llevo trabajando junto con Pablo Carrera unos cuantos años, recopilando canciones, buscando productor-arreglista que me hiciera el vestido que estábamos buscando. Al final tuvimos la suerte de encontrar a dos grandes productores que son Sebastián Merlín y Charlie Bautista y ellos dieron con la idea que teníamos en la cabeza. Llegamos a conseguir un estilo en el que se fusiona la música folklórica con otros estilos como el hindi, el pop, pero utilizando la música tradicional de una manera que no es la convencional. De los temas que lleva el disco, la mitad son temas de composición. Hay canciones compuestas por Pablo y por mí, hay una canción de Alfredo González, otra de Paco Cifuentes, y una de Victor Manuel. La otra mitad son versiones de Violeta Parra, de Chavela Vargas, de Mercedes Sosa…
-¿Es una forma de probar estilos diferentes a la tonada?
-Este no es un estilo de fusión de tonada, es un disco diferente. La tonada está presente en mi voz pero no es un disco de tonada tal cual.
-¿En que se diferencia de aquel primer disco que titulaste De lo fondero l`alma?
-No tienen nada que ver porque De lo fondero l’alma era un disco en el que quería dejar reflejada mi trayectoria dentro de la tonada asturiana, porque además tocaba todos los estilos que hay dentro de la canción asturiana, y este nuevo disco no es tonada. La tonada está presente de una manera sutil en mi voz, porque mi voz se trabajó en la tonada, pero este es un proyecto que no tiene fronteras y que pretende no quedarse sólo en Asturias.
-¿Cuándo cree que estará en la calle?
-Esperamos que para marzo, pero aún no tiene título y tenemos que pensarlo ya.
-¿En qué ha cambiado Marisa de un proyecto a otro?
-Me he ido probando en diferentes cosas. Primero solo cantaba tonada pero después ya me llamaba la atención los cantantes que hacían cosas distintas, como Orestes Menéndez o José González «El Presi», y empecé a meterme por esas canciones que hacían. Luego ya me fui a la música más de raíz aprendiendo alguna canción de flamenco, fados, tonadas gallegas, y ahora ya el paso definitivo yo creo que era arrancarse con composiciones. Ahora soy el resultado de todo lo que viví musicalmente durante tantos años probando tantas cosas.
-Tú eres uno de los ejemplos de la renovación de la tonada y eso ha conllevado fusiones. ¿Es por el dicho ese de renovarse o morir?
-La tonada estuvo y está obligada a la renovación, porque todavía queda muchísimo camino por hacer porque está muy estancada. Necesita renovarse, que haya gente con creatividad que haga cosas nuevas con ella y es lo que necesita. La mayoría de cantantes de hoy en día se limitan a cantar lo que ya estaba y hay que cantar lo de siempre pero, además, crear y cantar canciones nuevas. No se puede estar cantando siempre lo que se cantaba hace cien años o más. Hay que hacer fusiones, acompañamientos… y hacen falta autores, gente que se anime a componer y a escribir letras.
-¿Está en esa línea de animarse a componer tonada?
-Es la primera vez que compongo, pero Pablo Carrera ya me compuso varias tonadas y, de hecho, el Concurso Ciudá de Oviedo lo gané en el apartado de renovación con canciones de Pablo. Y hace falta más gente así que componga y no tenga miedo a hacer tonada acompañada de lo que sea.
-¿Se ha encontrado con puristas de la tonada o reacios a la mezcla de estilos?
-Sí, puedes cantar tonada muy bien, pero en el momento en el que cantes algo que se aleje un poco, entonces ya no sabes cantar tonada, y eso me ha pasado a mí y a cualquiera que se ponga a darle a un género de raíz otro aire o llevarlo por otros caminos. Fue lo que le pasó a Camarón. Los puristas, en el momento en el que él renovó el flamenco, lo criticaron mucho, pues en la tonada pasa igual. Y el cambio vendrá con las generaciones futuras, porque yo que doy clases, a mis alumnos no les inculco que hay que cantar sólo tonada y, además, me lo piden ellos, que me ven cantar otras cosas y quieren hacerlo también, y a mí me parece genial que renueven y que hagan lo que necesita la tonada. Por eso digo que va a depender de las generaciones que vengan.
-Los concursos de tonada han vuelto a proliferar y ganan adeptos, ¿se está llegando a la gente joven que será el futuro a medio plazo de este estilo tan asturiano?
-En este sentido yo creo que es un buen momento porque hay mucha gente joven que está animándose a cantar tonada, en cierto modo gracias a los medios de comunicación que están dando mucha difusión a la tonada y también por las escuelas, porque antes no había escuelas en las que pudieras aprender a cantar tonada. Esto le está haciendo un favor grande a la canción asturiana, porque está aprendiendo mucha gente joven. Creo que es el momento de cambiar la mentalidad y aprovechar ese tirón que no sólo haya gente en los concursos, sino que haya gente que saque la tonada de aquí.
-Volviendo sobre la pregunta anterior, la tonada es una forma de cantar muy nuestra, ¿hay posibilidad de hacerla llegar más allá del Pajares (o del Huerna)?
-Claro que sí, lo que pasa es que tal cual está es difícil. Adornándola y poniéndole un vestido guapo si que puede pasar perfectamente, como en su día pasó con el flamenco. El flamenco nos llega, pero no nos llega el flamenco puro.
-Y tú que también das clases de tonada, ¿crees que hay una cantera importante para mantener la rama musical de la cultura asturiana?
-Si la hay, este año tengo más de cuarenta alumnos, les gusta y se fijan mucho en nosotros, en lo que hacemos y hay que aprovechar ese tirón. Y hace falta que la gente que quiera cantar tonada tenga una formación en técnica vocal, es muy importante .Es un género que requiere unas cualidades importantes porque es difícil de cantar y hay que saber respirar y colocar la voz, y sí que es necesario tener un mínimo de formación.
-¿Cuál es el perfil de esos niños que tienes en la escuela y a los que impartes clases? ¿Cuál es su primer contacto con la tonada?
-Cada uno tiene su historia, pero si vienen muchos niños que a los güelos les gusta la tonada, van a escucharla con ellos y se aficionan. Y otros vienen conmigo porque me escucharon cantar y quieren aprender a cantar, pero no sólo tonada, sino las canciones que yo canto. Y esa es la labor buena de los que hacemos cosas diferentes.
-Y después de todo esto, ¿toca bajar el ritmo o ya hay algo en la mente de Marisa Valle Roso?
-Ahora mismo, al no estar acabado al cien por cien el disco, sigo centrada en ello y es lo que me ocupa la cabeza. Tengo mucha ilusión porque salga a la luz y ver como responde el público. Después habrá tiempo de plantear una gira y aunque no está concretado para cuando, yo disfruto cantando y no puedo pasar mucho tiempo sin hacerlo, por lo tanto, cuanto antes pueda plantear una gira, mucho mejor.