12 meses, 34 cámaras, 93 «Miraes» (y una denuncia)
Cultura
La Asociación Profesional de Fotoperiodistas Asturianos inaugura en el Barjola su muestra anual y critican la Ley de Seguridad Ciudadana como «ataque directo a la libertad de información»
11 Jun 2016. Actualizado a las 05:00 h.
Doce meses dan para mucho, y treintaytantos fotorreporteros arrancándole momentos y recuadrándolos en imágenes inmovilizadas para siempre hacen que den aún para más. Dan para ver mucho y también para olvidar mucho. Es la sensación que se tiene, una vez más, con tanta desazón como gratitud al repasar las imágenes seleccionadas por los miembros de la Asociación Profesional de Fotoperiodistas Asturianos (APFA) para Miraes, la muestra con la que desde hace doce años vienen ofreciendo un repaso a la actualidad anual -sobre todo la más cercana, pero también la de otros puntos del planeta- que es también implícitamente una reivindicación de su trabajo.
La de este año acaba de ser inaugurada en el Museo Juan Barjola de Gijón, con la participación de más de treinta profesionales de distintos medios y agencias, y 93 extractos de realidad que llegaron a parecernos a menudo imborrables en la impresión de la primera página de la prensa del día, pero que a menudo habían caído ya en el olvido ya al día siguiente.
De ahí la vindicación de un oficio que requiere, como dice el presidente de APFA, Marcos León, de «un ojo, una mano y una sensibilidad» bien entrenadas. Y de ahí también el interés en la recuperación de este mosaico de acontecimientos políticos, sociales, deportivos y culturales, dolorosos, festivos o simplemente cotidianos en un Miraes que este año tiene muy presente la alegría por la liberación reciente de los fotorreporteros Antonio Pampliega, Ángel Sastre y José Manuel López -muy vinculado a Asturias- y la pena por la pérdida de compañeros como Jesús Farpón, además de los fotógrafos cuyos nombres han quedado ya vinculados a los memoriales que organiza APFA: Ramón González y Joaquín Bilbao, cuyas convocatorias de este año han premiado a Mario Rojas y Manu Brabo, respectivamente.
Y también como todos los años, el aguijón de denuncia asociado al fotorreporterismo tanto, al menos, como la propia cámara. Además de los riesgos que corren los fotoperiodistas en zona de conflicto, APFA no ha perdido la ocasión de mencionar en el texto introductorio del catálogo de Miraes 2016 de denunciar las «limitaciones en el derecho a informar» que propicia la actual Ley de Seguridad Ciudadana, que consideran «un ataque directo a la libertad de información y al derecho a la información, dejando en manos de los propios interesados que sus excesos, cuando estos ocurran, queden fuera del escrutinio público» y propiciando «sanciones discrecionales sin valoración judicial previa, a pesar de que afectan a derechos fundamentales».