Un fin de semana de relax entre las grandes urbes asturianas
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Un molino reconvertido en un refugio rural
La Casona de Quintes aúna la tranquilidad de la zona con la cercanía a muchos de los lugares más turísticos de la region
08 May 2017. Actualizado a las 16:39 h.
Disfrutar de la tranquilidad del campo sin alejarse de las grandes urbes. Ese es el deseo de muchos turistas que buscan poder desconectar sin dejar de conocer, por lo que La Casona de Quintes es el refugio perfecto para ellos. Hace 12 años que este establecimiento situado entre Villaviciosa y Gijón abría sus puertas por primera vez en un antiguo molino de maíz rehabilitado. Su singularidad le ha hecho merecedora del sello de calidad Aldeas, otorgado por el Principado. Además, los amantes del buen comer podrán disfrutar de un desayuno continental totalmente casero elaborado por la gerente, Maria Paz Villamandos
Una casona entre las urbes
Si por algo destaca este refugio es por su perfecto posicionamiento. Situada en el pueblo de Quintes, esta casona se encuentra a 10 kilómetros de Gijón y 15 de Villaviciosa, algo que atrae a sus huéspedes. «Mucha gente que viene lo hace por la proximidad a los ciudades y su buena accesibilidad. Estamos en el campo y al lado de la playa», comenta la gerente. Asegura qe la tranquilidad del entorno es uno de los grandes atractivos para todos los que buscan un fin de semana de relax, pero también para los que deciden recorrer varios de los lugares más turísticos de Asturias, como pueden ser Llanes u Oviedo. «Quintes es un pueblo muy tranquilo en el que puedes salir a pasear y descansar, pero también coger el coche e ir a otros sitios».
Su buen posicionamiento ofrece también un amplio abanico de actividades para sus huéspedes como puede ser una jornada por la playa o en el bosque. Por ejemplo, la ruta Mariñana de los Molinos o la de Peña Cabrera ofrece a sus clientes la posibilidad de disfrutar de Tazones, uno de los pueblos con más encanto de Asturias, o de una de las vistas más privilegiadas a los Picos de Europa. Otras opciones son pasar un día en el Museo Jurásico de Asturias o bien practicar surf en la Playa de España.
Un refugio con mucha historia
Esta casa rural tiene una gran historia tras de sí. Situada en el pueblo de Quintes, perteneció a la madre de la tatarabuela de la gerente en el siglo XVIII, hasta que llegó a parar a manos de su abuela a principios del siglo XX. Esta casa de labranza contaba también con una bodega, hasta que en 1942 llegó el molino de maíz. Ese mismo molino es donde hoy se encuentra este bonito refugio que fue rehabilitado por Villamandos hace ahora 12 años. La casa ha conseguido mantener su esencia después de tanto tiempo gracias a la madera y la piedra que se ha conservado. Cuenta con un total de 3 entradas y 6 habitaciones, además de un salón, un comedor y una pequeña cocina.
Un desayuno 5 estrellas
La gerente de este establecimiento es también la encargada de elaborar el desayuno casero que ofrece a sus clientes, la mayoría de ellos de fuera de Asturias y alguno que otro del extranjero. En este desayuno continental se puede degustar desde mermelada casera realizada por ella misma con frutas que cultiva, hasta un bizcocho, magdalenas o rosquillas de anís, todo ello también casero. Aún así, reconoce entre risas que algún que otro niño le ha pedido un donuts, «pero yo no sirvo bollería industrial».
Para más información: wwww.turismoasturias.es