Roberto Aguirre, técnico del Vetusta: «Afrontamos los partidos queriendo ser mejores que la semana anterior»
Azul Carbayón
La Voz de Asturias entrevista al entrenador carbayón, que lidera a un filial oviedista imparable en la Tercera asturiana
22 Jan 2025. Actualizado a las 09:33 h.
La última vez que Roberto Aguirre (Candamo, Asturias; 1968) se puso al frente de un filial fue, casi literalmente, la primera vez que se sentó en un banquillo. Evidentemente, aquel filial de un Rayo Majadahonda que por entonces militaba en la Preferente madrileña era algo muy diferente a lo que es el actual Real Oviedo Vetusta. Entre dicha aventura y la actual han pasado 30 años de carrera como entrenador, o lo que es lo mismo, 532 partidos dirigidos entre Segunda B y Segunda RFEF: el quinto que más en la historia de la ya extinta categoría. Ahora, el moscón dirige un filial oviedista que suma diez victorias seguidas y que lidera la Tercera asturiana con diez puntos de ventaja sobre Sporting Atlético, Caudal y Covadonga. Roberto Aguirre se sienta con LA VOZ DE ASTURIAS para analizar lo que está siendo la temporada del Vetusta.
—¿Qué hubiese pensado si hace meses le dicen que iba a llegar al segundo partido de la segunda vuelta con diez puntos de ventaja sobre sus rivales?
—En ese momento tampoco pensaba mucho en el futuro y la clasificación, la verdad. Y tampoco pensaba en que estaríamos líderes, en esta dinámica y con esa ventaja. Todo el mundo pensaba que esta temporada todo iba a estar muy igualado en la zona alta, por el número de favoritos y las expectativas de todos ellos.
—La última victoria ante L’Entregu reflejó el buen momento del Vetusta.
—Entendíamos por semana que iba a ser un partido muy complicado, porque el rival hace muchas cosas bien y está bien trabajado. Y ganar fuera cada vez es más complicado. Durante el primer tiempo veíamos que el partido iba a ser complicado y fuimos capaces de mantenernos serenos, reconocer las dificultades que nos exigían y supimos proceder. Según avanzaba el partido, íbamos a mejor. Esa fue mi percepción. El equipo está bien y lo está demostrando en todos los campos.
—¿Es uno de los triunfos que más orgulloso le hizo sentir en todo el curso?
—Me siento orgulloso en todas las victorias, independientemente del resultado y del escenario. Los chicos se entregan, se vacían y van por el buen camino. Eso hace que un entrenador se sienta muy orgulloso. Es verdad que partidos como el del domingo, fuera de casa, ante el equipo y en césped artificial, nos ayudan a testear el estado de salud del equipo y sin duda esa victoria nos reafirma.
—¿Cómo está el vestuario?
—Es un grupo con mucha energía, tanto dentro como fuera del campo. Un grupo muy entusiasta y alegre, algo que se ve cada día en los entrenamientos. Intentamos trabajar esa parte de convivencia entre los buenos resultados y la evolución de los chavales semana a semana. Mantener una estabilidad emocional que les permitiese tener una especia de inmunidad a los resultados para que la evolución continúe. Trabajamos desde el principio para eso, aunque es cierto que la temporada está yendo bien y estamos ganando mucho. Eso sí, recuerdo la semana posterior a la única derrota del curso y fue muy buena. Nos están demostrando un punto de madurez muy interesante para la edad que tienen.
—No todo ha sido un camino de rosas, ya que hubo momentos complicados por culpa de las lesiones.
—Hemos tenido momentos delicados, sí. Coincidió también con las bajas del primer equipo y hubo partidos en los que casi nos quedamos sin gente atrás. Además, las lesiones que hemos sufrido casi no han sido musculares, es algo curioso. Adri tuvo el hombro, Sidi ya ha tenido dos roturas del quinto metatarsiano, Iván González otra, Castri ha sufrido un poco del tobillo… Situaciones que venían de atrás como la de Nico o Pela, que se resintió de lo suyo de la rodilla y que ahora ha vuelto. Incluso Omar Falah, que también se tuvo que tratar en la rodilla. Lo vivimos con naturalidad, sobre todo por la actitud genuina del equipo. No hubo preocupación, hubo ganas de salir adelante. Eso refuerza a un equipo y a un grupo. Y también nos ayudó mucho el juvenil, que nos ofrecieron un nivel alto y eso hay que decirlo.
—Este domingo (El Requexón, 12:00 horas) reciben al Covadonga, el único equipo que les ha ganado.
—Para nosotros cada partido es especial y lo afrontamos con ilusión, creo que también por eso hemos conseguido esta racha. Hay días como los del Sporting Atlético en el que la lógica rivalidad aflora, pero el resto de los encuentros los encaramos siempre igual. Este grupo es ambicioso cuando hay tres puntos en juego y el domingo, contra el Cova, será más de lo mismo. Queremos seguir mejorando, ser mejores que la semana pasada. Así lo afrontamos.
—¿Cómo está en el Real Oviedo en general y en el Vetusta en particular?
—Me veo totalmente adaptado. Creo que estoy entendiendo perfectamente cómo se debe funcionar en un filial. Hay muchas líneas de trabajo que manejar y lo estoy disfrutando, porque es un marco en el que trabajas a un nivel profesional y es exigente por eso mismo. Tienes que hacer bueno al equipo, hacer que mejoren los futbolistas, manejar los egos, mirar hacia el resto de la cantera… Lo estoy disfrutando, y más con las victorias acompañando.
—¿Ha cambiado aspectos de su método de trabajo al ser este un equipo filial?
—En toda mi trayectoria, aunque sí he mantenido ciertos aspectos tácticos, también he ido variando. Me han tocado diferentes equipos, perfiles de futbolistas, plantillas y objetivos, así que nunca puedes hacer lo mismo. Aquí en el Oviedo quizá he fortalecido aspectos que creo que son necesarios en un filial, que no deja de ser un equipo de chicos jóvenes que necesitan un escenario que les guste y en el que se sientan bien, porque una de sus necesidades es poder encontrar su mayor nivel de rendimiento al estar a las puertas del fútbol profesional. Es necesario que sientan que pueden dar lo mejor de sí mismos. Cuando los tienes enchufados y se gustan, eso potencia mucho al equipo y hace que carbure a toda velocidad.
—Vayamos con la plantilla. Cinco fueron los fichajes en verano, todos con experiencia en categoría superior y los cinco están respondiendo.
—Todos han sido fichajes muy acertados, no hay dudas. Son jóvenes, sub-23, pero tienen un punto de experiencia clave que se junta con el hambre que pueden tener los chicos que vienen de juveniles. El rendimiento diario es total y cada domingo también están ofreciendo su mejor versión, también cuando les toca actuar desde un rol diferente como puede ser el de suplente.
—Hábleme de Miguel Narváez, portero del Vetusta.
—A Miguel solo le podemos poner un sobresaliente. Lo conocía de su etapa en el Badajoz porque entrené por aquella zona, pero no imaginaba que fuese a dar el nivel que está dando. Nos está aportando muchísimo, no solo en la portería. Es un chico muy maduro, con un carácter que transmite mucha estabilidad. Parece el más veterano de todos los jugadores y no deja de ser joven.
—Es capitán, incluso.
—Así es. Y se lo ha ganado por eso que te digo, por su carácter en el campo y en el vestuario. Está en dinámica del primer equipo y siempre entrena con ellos, pero cuando baja con nosotros ha respondido siempre. Recuerdo varios partidos de un nivel altísimo, al máximo que se le puede pedir a un portero. Tengo que decir también que Víctor Egboh, cuando ha tenido que jugar, también lo ha hecho a muy buen nivel.
—¿Cómo de importante es Santi Miguélez (9 goles)?
—Sí que he tenido conversaciones con Santi. La temporada pasada llegó como ese jugador que podía marcar la diferencia en Segunda RFEF y le costó. Esta temporada apostó por seguir, cuando lógicamente tenía ofertas de categoría superior. Hizo la pretemporada con el primer equipo y entrena mucho con ellos, así que nosotros entendimos que eso le podía ayudar mucho para que alcanzase ese punto que se esperaba de él. Tiene algo muy importante y es que es incansable, no solo en lo físico, también en la búsqueda de su mejor versión. Se esfuerza mucho para conseguirlo y eso le va a ayudar para poder romper definitivamente. Está haciendo buenos números y los rivales lo saben y ya lo demuestran con marcajes férreos, pero queda una segunda vuelta y nosotros sabemos que todavía puede dar más. Y creo que lo conseguirá.
—Desde juveniles llegaron unos canteranos (generación 2005) que desde el principio de la temporada han sido importantes.
—Lo llevan en sus genes. Son chicos valientes, atrevidos y no se arrugan ante ninguna situación. Si a eso lo acompañas a sus condiciones y a su calidad pues pasa lo que ha pasado, que han entrado muy bien en el equipo y en la categoría. Están rindiendo a un nivel muy alto y, siendo muy jóvenes, son capaces de mantener una estabilidad y aportar tanto cuando son titulares como cuando tienen que pasar por el banquillo. No muestran debilidad.
—Tema Jaime Vázquez. ¿Cómo se gestiona ese salto al primer equipo y esos partidos sin jugar en ninguno de los dos equipos?
—Hay que saber gestionarlo, sí. Desde bien pronto, debido a las lesiones del primer equipo, Jaime pasó a ser a casi todos los efectos jugador del primer equipo y a nosotros nos tocó seguir funcionando sin él. Siempre hemos estado pendientes de las decisiones del primer equipo en cuanto a convocatorias y tal, y este pasado fin de semana coincidió para que jugase con nosotros después del partido del primer equipo en Cartagena. Pensamos que sería bueno para él volver a jugar tras mucho tiempo y estamos muy contentos, porque jugó y lo hizo a un gran nivel. Seguro que le vendrá muy bien en todos los sentidos. El chaval siempre está con buena actitud, es muy optimista y aprovecha, aprende y disfruta de todo.
—¿Debido a ese rol de Jaime llega el fichaje en enero de Óscar Maza?
—Sí, desde la secretaría técnica veían que podíamos tener alguna necesidad ahí, porque incluso en el juvenil también estaban problemas en la defensa en general y en la zona central en particular. Por eso el club pensó que el fichaje de Óscar nos podía dar una alternativa necesaria, es un chico que puede jugar de central y de lateral y nos va a ayudar.