El Real Oviedo pega el mordisco

Qué mejor forma de superar un bache. Tras lo de Elche y Huesca, goleada en Ferrol y un triunfo (2-0) de esos que a final de temporada igual dan que hablar. Real Oviedo y Granada no estaban regalando nada y ya en el primer tiempo se veía que el que se llevase la victoria la iba a saborear bien. Lo hizo el Oviedo. Ante un gran rival, gran partido. Segundo triunfo seguido por primera vez este curso y de vuelta al playoff para ser cuartos en la tabla. Noche feliz en el Tartiere. 

Sin concesiones

Pocas cosas cabrean más al Carlos Tartiere que su Real Oviedo no empiece un partido atacando hacia el Fondo Sur para hacerlo después en el segundo tiempo hacia al Fondo Norte. Pues bien, eso fue lo que hizo Uzuni en el sorteo de campos: cabrear al Tartiere. Con Luengo cuidando las espaldas de Hassan y el Granada repitiendo once arrancó un encuentro que fue entre candidatos desde el segundo uno. Nadie concedía nada, ambos equipos se medían al detalle y el que fallaba sabía que podía pagarlo caro. El Real Oviedo empezó con algo más de punch, eso sí. Hassan provocó un córner en el minuto 2 y en dicho saque de esquina Palencia Caballero le pitó a Dani Calvo una falta en ataque. El árbitro, que debutaba en el Tartiere, empezó desde bien pronto a hacer cosas muy raras.

Mientras que Gonzalo Villar hacía de brújula de los de Fran Escriba, Tsitaishvili amenazaba al espacio. La más clara del Granada llegó antes de los diez minutos y solo un gran Aarón Escandell evitó el gol del georgiano. Después, más del Oviedo. Fede Viñas olía la sangre en cada balón aéreo y era un hueso muy duro para los centrales del Granada, mientras que Cazorla lanzaba una falta lateral que nadie empujó en el segundo palo. El plan de Javi Calleja era claro, perfilar la presión para que el Granada saliese por Insua y no por Loic Williams. Esto salió bien y complicaba los inicios de los visitantes, pero el Oviedo no acababa de acumular mucha gente por delante del balón. Palencia Caballero, a lo suyo. Amarilla perdonada a Brau -que luego vio en el descuento- tras una patada a Cazorla y amarilla a Costas por protestar. El Tartiere ya estaba encendido.

En el último tercio del primer tiempo todo seguía igual y al partido no se le escapaba ni un amago de sonrisa. Nadie fallaba, nadie cedía un metro. El Oviedo, cuando encontraba la grieta, echaba de menos una pizca más de acierto en el pase de maestros en dicho arte como Santi Cazorla o Colombatto. Los azules llegaron al descanso habiendo sacado cinco saques de esquina -el Granada solo uno- pero un tímido cabezazo de Dani Calvo a las manos de Luca Zidane tras una falta lateral fue lo único peligroso de los carbayones en el balón parado. Amarilla que acarrea sanción para Colombatto y al descanso. Todo para la segunda parte.

Tres puntos en la recta final

Cuando parecía que el segundo tiempo navegaba por un mar similar al del primer tiempo, Hongla falló. El mediocentro del Granada dejó corto un pase en la frontal de su área, Colombatto robó, dejó tirado en el suelo a Luca Zidane con un amago e incomprensiblemente cedió para un Fede Viñas que solo pensaba en celebrar el gol del argentino. Uno de los errores de la temporada en Segunda División y el Carlos Tartiere, tampoco Colombatto, se lo creía. El gatillazo fue tal que el Oviedo quedó un poco grogui tras dicha jugada y el Granada lo aprovechó para merodear el área de Aarón Escandell. Le costaba salir a los azules, así que Javi Calleja miró al banquillo. Portillo y Paraschiv por unos muy cansados Cazorla y Fede Viñas.

Desde el 58', momento en el que Colombatto tuvo el 1-0 en sus botas, el partido era más nazarí que carbayón. Es decir, casi un cuarto de hora. Quedaban 20 minutos por delante y Calleja volvió a mirar al banquillo: Paulino y Sebas Moyano por Hassan e Ilyas. Al minuto, todos protagonistas. Sebas Moyano la puso desde la izquierda, Paulino cabeceó y Portillo la empujó a la red. Se cantó el gol unos segundos, pero el linier levantó el banderín. Por muy poco, pero fuera de juego. El premio llegó casi en la siguiente. Portillo -vaya minutos del malagueño- metió un pase desde el perfil derecho, Insua se confió y Sebas Moyano se lo comió. El cordobés llegó antes que nadie y Luca Zidane le hizo penalti. Desde los once metros, demostrando personalidad, testiculina o como quieran llamarlo tras el fallo de antes, Colombatto marcó el 1-0. 

El Tartiere jugaba su partido y desde entonces no le soltó la mano a su Oviedo. Tampoco hizo falta. A los cuatro minutos, Costas -con la zurda- se jugaba un pase a la espalda de la defensa del Granada, los centrales visitantes volvieron a fallar y apareció Paraschiv para regatear a Luca Zidane y sentenciar el partido. El portero francés, hijo de la leyenda, no tiene suerte ante el Oviedo desde el playoff del curso pasado cuando defendía la meta del Eibar. Con el 2-0 el Granada se revolvió, pero el Oviedo se defendió a la perfección. Triunfo de los importantes. 

Ficha técnica

Real Oviedo: Aarón Escandell; Luengo (Lucas, min 85), Dani Calvo, Costas, Pomares; Colombatto, Sibo; Hassan (Paulino, min 74), Santi Cazorla (Portillo, min 65), Ilyas Chaira (Sebas Moyano, min 74); Fede Viñas (Paraschiv, min 65).

Granada CF: Luca Zidane; Rubén, Insua, Loic Williams, Brau; Hongla (Sergio Ruiz, min 74), Gonzalo Villar (Trigueros, min 84), Tsitaishvili (Weissman, min 84), Rodelas (Jozwiak, min 74); Reinier (Pablo, min 90+2), Uzuni.

Goles: 1-0 Colombatto, de penalti (min 81); 2-0 Paraschiv (min 85)

Árbitro: Palencia Caballero (comité vasco). Amonestó a los locales Costas (22’), Colombatto (34’), Luengo (73') y a los visitantes Loic Williams (33’), Brau (45’+1), Hongla (70')

Incidencias: Estadio Carlos Tartiere (Oviedo). 17.421 espectadores.