El año de Cazorla en La Rosaleda: «Hasta aquel curso, Málaga no había disfrutado tanto con el fútbol»
Azul Carbayón
El capitán del Oviedo, 12 años después de su marcha, se enfrenta este sábado al Málaga, donde jugó solo una temporada. Antonio Fernández, el director deportivo de aquel Málaga, charla con La Voz de Asturias
18 Oct 2024. Actualizado a las 09:26 h.
Pocos profesionales en las últimas dos décadas del fútbol español tienen la trayectoria de Antonio Fernández Marchán (Guadalcacín, Jerez de la Frontera; 1970). Hombre de confianza de Mochi desde el año 2000, momento en el que el Sevilla comenzó a poner los cimientos de su época gloriosa, captó en Sudamérica el talento de Dani Alves y Julio Baptista, entre otros, y se los llevó al Sánchez Pizjuán. Tras ser secretario técnico del club hispalense, pasó por el Valencia, dirigió el proyecto del Xerez y fue fichado por la federación para formar parte de la España campeona del mundo y de Europa como analista del cuerpo técnico de Vicente del Bosque. Ya en 2010, fichó por el prometedor proyecto del Málaga. Horas antes de que Santi Cazorla regrese este sábado a La Rosaleda, LA VOZ DE ASTURIAS charla con Antonio Fernández, el encargado de llevar al Málaga al ahora capitán del Real Oviedo.
El fichaje que puso la guinda
¿Es exagerado decir que el fichaje de Santi Cazorla por el Málaga fue sorprendente? Seguramente no. En 2011, el de Lugo de Llanera ya era un jugador más que contrastado en la élite europea, siendo un fijo en la lujosa ristra de centrocampistas de la selección española. Y eso era mucho decir. Solo una lesión de espalda le privó de ser campeón del mundo. El Málaga ya había fichado a jugadores de mucho nivel tras la llegada de Al Thani y el técnico era el siempre bien valorado Manuel Pellegrini, pero por mucho jeque y por muchos euros el proyecto de La Rosaleda todavía era un destino que dejaba dudas.
«Después de una salvación muy trabajada, empezamos a trabajar en la reestructuración de la plantilla y el nombre de Santi Cazorla estaba marcado en rojo desde el primer momento», cuenta Antonio Fernández. El fichaje de Cazorla era estratégico para el Málaga porque, según el que fuese director deportivo malaguista, «fichar a una estrella del fútbol español daba credibilidad al proyecto y, evidentemente, nos venía genial deportivamente porque casaba a las mil maravillas con el modelo de juego de Pellegrini, al que ya conocía del Villarreal».
La negociación fue larga, comenzó en mayo y se cerró a finales de julio, cuando el Málaga pagó 21 millones al Villarreal. «Roig era duro en los despachos y el futbolista también apretaba, como es lógico, porque tenía un mercado considerable y había más opciones, algunas seguramente con más relumbrón o historia que el Málaga. Ya se hablaba del interés del fútbol inglés, por ejemplo. Que estuviese Pellegrini fue muy importante para él, le hizo dudar menos», explica Antonio Fernández. Cuando el equipo malaguista estaba de pretemporada en Holanda, el ahora capitán del Oviedo se incorporó a la concentración.
El objetivo de la temporada y el papel de padrino de Cazorla
Empezó el curso y uno flipaba cuando repasaba la plantilla del Málaga. El club llevaba años más acostumbrado a luchar por la salvación que por Europa, sí, pero los jugadores estaban preparados para mirar hacia arriba. A lo que ya había -Baptista, Weligton, Gámez, Eliseu, Maresca- se sumaron Willy Caballero, Mathijsen, Monreal, Toulalan, Joaquín, el propio Santi Cazorla y un desconocido Isco Alarcón. De este último se hablaban maravillas, pero para el gran público no dejaba de ser una promesa que llegaba del filial del Valencia tras un traspaso de millones de euros. Antonio Fernández cuenta que «a Isco lo tratamos de proteger al principio, tanto mediáticamente como en el campo. Fue absorbiendo muchísimo fútbol de los veteranos, principalmente de Santi y Joaquín».
La estrella era Santi Cazorla, pero no todo fue un camino de rosas. Al llanerense le costó arrancar y durante el curso fue cogiendo su mejor versión, esa que guió al Málaga hacia un histórico cuarto puesto. «Nos daba muchísima seguridad. Cuando Santi participaba y el resto le acompañaba, era muy difícil quitarle el balón a ese Málaga, algo clave para Pellegrini. Hay muchos partidos especiales, sobre todo en la segunda vuelta. Fue una temporada de noches y tardes mágicas para el Málaga, una de ellas aquella del Bernabéu, con su gol de falta. Cuando Santi estaba bien, el equipo también lo estaba y era un disfrute para todos. Hasta entonces, Málaga no había disfrutado tanto del fútbol», asegura el director deportivo de aquel equipo.
Volviendo a Isco, el plan le salió perfecto al Málaga. Cazorla fue un fichaje que debilitó a un rival directo como el Villarreal y que, comentamos antes, servía para abrir las puertas al genio de Arroyo de la Miel. «Santi, Joaquín y Toulalan debían ser los maestros de Isco, que por primera vez estaba en una plantilla de Primera. En los momentos importantes de la temporada, esos cuatro jugadores fueron los que llevaron la manija del equipo». Santi Cazorla lo jugó todo aquella temporada: siempre titular, no se lesionó y acabó el curso con 9 goles y 8 asistencias, segundo máxim goleador y el que más pases de gol dio. Isco, que hizo 5 goles y 4 asistencias, con Cazorla en el Arsenal firmó 12 goles y 6 asistencias.
Objetivo cumplido y los impagos
Los que no se fiaban de Al Thani y su 'megaproyecto' comenzaron a decir «ya lo dije yo» pronto, demasiado pronto. Los impagos fueron llegando y tanto Santi Cazorla como sus compañeros jugaron meses sin cobrar los importantes contratos que habían firmado. Y Antonio Fernández, director deportivo, también se vio afectado por esa dejadez de funciones. «La actitud de la propiedad comenzó a cambiar y todos torcimos el gesto. Yo tenía más de un pie fuera del club, porque el jeque empezó a hacer cosas a mis espaldas y me estaba invitando a marcharme. La ambición de Al Thani duró año y medio, empezaron a no pagar y primero se fue Fernando Hierro, después yo y por último los jugadores», recuerda Antonio Fernández.
Aun así, el Málaga siguió rindiendo bien y el equipo de Manuel Pellegrini aguantó el mano a mano que tuvo con el Atlético de Madrid. El cuarto puesto, el que daba acceso a la Champions, era el gran objetivo y los malaguistas lo consiguieron en la última jornada, cuando ganaron por la mínima al Sporting en una Rosaleda a reventar. La mejor temporada liguera de la historia del Málaga ya era una realidad. «Cuando el Málaga llevaba ya tiempo sin pagar, Santi y su representante vinieron a mi despacho con una oferta del Arsenal. Ese día les conté mi situación y que yo ya no pintaba casi nada en el club. Cazorla tenía muy claro que tenía que salir porque aquello era insostenible», explica Antonio Fernández.
El Cazorla que dejó Málaga y el que volvió a Oviedo
Este sábado (16:15 horas), por primera vez desde que se marchó en 2012, Santi Cazorla regresa a Málaga. «¿Que qué va a pasar? Yo creo que La Rosaleda se va a caer cuando Santi Cazorla aparezca por ahí». Antonio Fernández lo tiene claro. «Fue solo un año, pero Santi hizo muchísimo y el recuerdo es bueno tanto en lo deportivo como en lo personal. Dio tardes de fútbol que ya son historia del Málaga y fuera del campo fue lo que conocemos todos, un tipo simpático, risueño y agradecido», continúa el jerezano.
Cazorla ganó su segunda Eurocopa en aquel verano de 2012 y fue a Londres para liderar al Arsenal. Lo hizo hasta que las lesiones, sobre todo la del tobillo, le dejaron. «Mira que Santi ya fue -y es- mucho, pero si no llega a tener esa lesión el Arsenal no hubiese sido el último escalón. Todavía había más escalera para arriba y Santi Cazorla tenía nivel para estar en un equipo que luchase por títulos de verdad. Y aun así, pedazo carrera se ha marcado el chaval», analiza Antonio Fernández. Calvario de lesiones, resurrección en el Villarreal, Catar y, ahora, el Real Oviedo.
«No me sorprendió verle regresar a su casa, porque siempre supe lo importante que es para él esa ciudad, su gente y el Real Oviedo. Salió muy joven de allí y le quedaba la espinita. Desde hacía tiempo sabía que Joaquín regresaría al Betis, que Jesús Navas regresaría al Sevilla y que Santi Cazorla regresaría al Oviedo», responde Antonio Fernández. El que fuese director deportivo de aquel Málaga cierra con una reflexión que es habitual cuando se habla del capitán del Real Oviedo: «me sorprende que siga dando esas tardes de fútbol ya no por la edad, por la lesión tan jodida que tuvo. Es un placer verle jugar a esto y es un ejemplo para los chavales que empiezan en las categorías inferiores».