La Voz de Asturias

La Pizarra: Ilyas Chaira desencadenado

Azul Carbayón

Pablo Fernández Oviedo
Ilyas Chaira, durante el Real Oviedo-Eibar

Analizamos la importancia del atacante del Real Oviedo en la victoria de los azules ante el Eibar

02 Oct 2024. Actualizado a las 08:46 h.

Era la SD Eibar el equipo que este domingo presentaba más caras nuevas con respecto al playoff disputado hace tan solo unos meses -el doble, para ser exactos-, pero fue una de las novedades del Real Oviedo la que reventó el partido. Desde la banda derecha generó el gol que desniveló el partido y desde la izquierda lideró un amago de goleada que solo se quedó en amago por la falta de puntería. Lo que está claro es que Ilyas Chaira estuvo en todas las acciones de peligro del Real Oviedo. Uno de esos partidos que no está al alcance de muchos jugadores en Segunda División. 

A pierna natural

Fue el gran debate de la semana en el Real Oviedo. Durante la semana, Javi Calleja ensayó en El Requexón con Iyas Chaira en la banda derecha y Hassan en la izquierda, es decir, invirtiendo el perfil de sus dos extremos titulares. El mismo técnico lo reconoció en la previa. Finalmente, Hassan se cayó del once, pero Ilyas sí que empezó el partido en la derecha y fue Sebas Moyano el que ocupó la izquierda. No tardó mucho el marroquí en aprovecharse de esa circunstancia y en la primera oportunidad que tuvo de sacar centro con su pierna hábil, lo hizo. Ante Hodei, en estático y con una finta que le dio los segundos necesarios para poner un buen balón al corazón del área. 

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Cuando el juego se iba a la izquierda, algo habitual en este Oviedo ya que en dicho costado se juntan Cazorla y Colombatto, Ilyas aprovechaba su capacidad para cargar la zona de remate -algo que Hassan no tiene- y acompañaba a Alemao cuando los azules centraban desde la izquierda. Jaime Seoane era el socio perfecto del marroquí en los ataques posicionales, ya que el mediocentro era el jugador carbayón que más y mejor podía mirar a la derecha para encontrar a Ilyas. Se explotó poco, eso sí, el juego de espaldas de Alemao y el espacio que se generaba a la espalda de los centrales cuando el brasileño podía recibir. 

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La acción del gol

Durante ese primer tiempo igualado pero un poco más controlado por parte del Real Oviedo, dos fueron las llegadas con verdadero peligro del equipo de Javi Calleja. En la segunda, Alemao recibió de espaldas, dejó de cara e Ilyas Chaira lideró una transición que finalizó con un disparo de Sebas Moyano desde la frontal que rozó la escuadra. En la primera, la única acción de peligro de todo el partido en la que Ilyas no partició, Luengo recibió un pase de Cazorla dentro del área y su 'centrochut' cerca estuvo de poner en aprietos a Cazorla. Ya no hay nada más que contar sin que el atacante marroquí entre en la ecuación.  

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El gol del Oviedo fue una buena muestra de lo que puede aportar Ilyas Chaira en general y en la derecha en particular. Lo primero se debe a su agresividad sin balón, demostrada a lo largo de todo el partido con una actitud proactiva ante el robo, anticipándose a los malos controles y a las malas decisiones del rival -como pasó con Matheus- y siendo un incordio constante. Si Jaime Seoane lideraba el trabajo coral del Oviedo sin balón, Ilyas se encargaba de dar los picotazos. El '19' azul se la robó al centrocampista del Eibar en campo propio e inició una conducción de casi 50 metros que le llevó al área rival. Ahí, levantar la cabeza, centro perfecto y gol de Alemao. 

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El abanico se multiplica en la izquierda

Ilyas Chaira puede llegar a ser un buen futbolista partiendo desde la derecha, pero seguramente podría llegar a ser un muy buen futbolista partiendo desde la izquierda. Ahí, las opciones se multiplican tanto para él como para su equipo. Eso pasó a partir del 63', momento en el que Javi Calleja sentó a Colombatto y Sebas Moyano y dio entrada a Sibo y Paulino de la Fuente. Los dos entraron con hambre y los dos se aprovecharon del talento de Ilyas. El marroquí tardó poco en montar su tenderete en la izquierda, acompañado de un Santi Cazorla que se sumaba para atraer y asociarse y de un Rahim que atacaba la profundidad con el descaro que no había mostrado en el primer tiempo. 

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Así llegó la primera gran ocasión tras los cambios de Javi Calleja. Paulino de la Fuente se sumó al triángulo antes mencionado y esperó. Ilyas, con esa facilidad para desbordar y flotar por el campo, se metió para dentro y filtró un pase perfecto que Paulino controló y después no supo definir ante un buen Fuzato. Se señaló fuera de juego, pero el gol hubiese subido al marcador. En la segunda, Ilyas ganó un balón largo de Aarón Escandell, el Oviedo se instaló en campo rival y Paulino volvió a rozar el gol con un cabezazo a centro de Santi Cazorla. La banda izquierda azul era una caldera. 

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Como ya había pasado en la acción del gol, el trabajo de Ilyas Chaira sin balón volvió a generar ocasiones. La siguiente nació en un robo de Seoane y el marroquí, que apretaron a la perfección la salida de balón del Eibar, se hicieron con el balón e Ilyas inició una conducción más que le llevó al corazón del área y que de nuevo Fuzato se encargó de desbaratar. El dominio del Real Oviedo, que tenía el balón y cuando no tardaba muy poco en recuperarlo, era abrumador. Como dijimos antes, el paso de Ilyas a la izquierda activó también a Rahim, que se aprovechó de la capacidad de atraer del marroquí primero y de su templanza a la hora de decidir después. 

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Arambarri y sus pesadillas con Ilyas

Mientras que Arbilla lleva soñando meses con Alemao -este domingo se volvieron a encontrar y el brasileño volvió a salir ganador-, Arambarri igual lo empieza a hacer con Ilyas Chaira. El central no tenía suficiente con competir ante Alemao que, cuando menos se lo esperaba, tenía que salir de posición y ahí se encontraba con el marroquí. En la primera vez que pasó, al cuarto de hora de partido, Ilyas recibió de espaldas y con un control orientado de tacón dejó seco al defensa armero, que no tuvo más remedio que pararle con falta. Tarjeta amarilla clara. Fue en cierto modo poético que, ya en la segunda parte, la última acción del partido protagonizada por Ilyas Chaira acabase en la roja de Arambarri

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Después de otros dos robos en campo rival que acabaron con un disparo del marroquí desde la frontal y un centro al área que Alemao no pudo rematar, la guinda llegó en el minuto 83 en una jugada que ya se había visto varias veces durante el partido. El Eibar tenía el balón, la primera línea iniciaba el ataque e Ilyas ya estaba oliendo el peligro. Cubero dio un pase atrás de dudosa calidad y ahí estaba el extremo del Oviedo para morder, llegar antes que Arambarri y provocar una falta clarísima que significó la segunda amarilla del central del Eibar. Seis minutos después, el Carlos Tartiere despidió a Ilyas Chaira con una ovación tan ruidosa como merecida.

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