La historia mitológica del alucinante tifo que el Tartiere lució en el Oviedo-Eibar
Azul Carbayón
Symmachiarii y Fondo Norte volvieron a sorprender a todo el mundo en el primer partido de playoff para los azules desde el regreso al fútbol profesional
09 Jun 2024. Actualizado a las 22:15 h.
La previa del Real Oviedo-Eibar estuvo cargada de emociones en lado azul. Por mucha música que se pusiese en el calentamiento, el Carlos Tartiere se puso serio cuando sonó el 'Volveremos'. En ese momento, el templo oviedista cantó al unísono y se vivió uno de los grandes momentos en los 24 años de historia del estadio carbayón. Una liturgia tan espectacular como impresionante. Pero el playoff solo acababa de comenzar.
Cuando los jugadores de Oviedo y Eibar se retiraron a vestuarios, la magia empezó a surgir en el Fondo Norte del Carlos Tartiere. Mientras que una pancarta enorme se podía leer 'Guardianes del tesoro y del lugar', el tifo de Symachiarii comenzó a desplegarse para ocupar el fondo más animoso del Tartiere. Una cueva, varios escudos, un templo y un cuélebre. Y todo tenía su explicación. Un nuevo tifo cargado de horas de trabajo y destreza que ya engrosa una larga lista de pequeñas obras de arte del oviedismo.
Explicación del Fondo Norte
Dice la leyenda que en Asturias una serpiente alada habita guareciendo la tierra, con innumerables cuevas subterráneas que conectan todo su territorio. El cuélebre habita en las cuevas y protege los tesoros más preciados a lo largo de los siglos.
No hay cueva más representativa de nuestra tierra que la de Covadonga, ni mayor tesoro que guardar que el escudo del Real Oviedo. El detalle, además, y es que, a buen recaudo junto con la cruz de la Victoria en nuestra ciudad, también reposa la historia real y verdadera en forma de acta de nuestro club.