Alemao desata la locura y la fe en el Real Oviedo

Si tiene que ser, que sea así. O no, bueno. Qué más da. Al Real Oviedo le tocaba jugar después de que prácticamente todos sus rivales directos ganasen el sábado y, ante un Zaragoza que juega mejor fuera que en su casa, tuvo que sudar sangre para llevarse los tres puntos. Estos, seguramente los más importantes del curso, llegaron gracias a un gol de Alemao a cuatro minutos del final. El grito más ensordecedor de la temporada se dio esta tarde en el Carlos Tartiere. Que no sea el último. Los azules irán a Cornellá pudiendo adelantar al Espanyol.

Un primer tiempo raro

Con los mismos once de Huesca, como era de esperar. Así salió el Real Oviedo ante el Real Zaragoza. Y como ya pasó en El Alcoraz, a los azules les costó asentar el dibujo con dos delanteros. Aunque el Oviedo empezó con ganas y el Tartiere -ambientazo- respondió, en el minuto 4 todo pudo cambiar: juego largo del Zaragoza desde centrales, pillada a la espalda de Luengo y el pase de Iván Azón lo remató alto Liso con todo a favor. Era clarísima. Un minuto después, Alemao iba al espacio y le sacaba la amarilla a Mosquera. Los de Carrión presionaban alto y obligaban a su rival a golpear, algo que a los maños no les venía del todo mal con Azón y Mesa yendo a la disputa.

El ataque posicional del Oviedo solo se volvía fluido cuando Borja Sánchez recibía por dentro. En Huesca costó asentar este automatismo, pero ante el Zaragoza al '25' le estaba costando un poco más. Eso sí, en la primera que Colombatto le encontró, peligro. En la siguiente, por derecha ya que Viti tenía un espacio muy aprovechable debido al dibujo táctico del Zaragoza, Paulino recibió en la esquina del área, recortó hacia adentro y su disparo lo desvió Cristian Álvarez. Nadie estaba al rechace. Se cumplió la media hora y comenzó el festival del Zaragoza desde la esquina. Sin hacer mucho ruido, la estadística empezó a engordar. Un saque de esquina, otro, otro y otro. Mientras, Dani Calvo se encargaba de sacar casi todos desde el corazón del área.

Mientras Ais Reig comenzaba a desesperar a todo el mundo, el partido seguía en ese punto medio en el que ningún equipo se imponía. Como en el juego del pañuelo, nadie cogía el trapo. Mientras, el Zaragoza seguía sacando corners y en uno de ellos Pomares evitaba el remate claro de Mosquera. Ya eran once en todo un primer tiempo, muchísimos. En una de esas transiciones, el Oviedo intentó morder con Seoane liderando la presión, aunque el último pase o el último centro seguía fallando. Tras un primer tiempo raro, en el que hasta Leo Román no se encontró cómodo, el resultado era 0-0. Y tampoco era una mala noticia para el Oviedo.

Y el gol llegó

No hubo dudas. Desde que finalizó el primer tiempo, Santi Cazorla se puso a calentar a las órdenes del preparador físico y el '8' comenzó sobre el césped el segundo tiempo. Paulino fue el sacrificado y Seoane pasó a jugar en banda derecha. El llanerense puso una falta lateral que Alemao cabeceó a las manos de Cristian Álvarez, mientras que en la siguiente el brasileño lideró una transición que finalizó con un disparo alto. Empezaba mejor el Oviedo, gracias también al poso de Cazorla, pero no llegaba la ocasión clara. El Zaragoza, mientras, vivía del juego directo dobre sus dos puntas, que casi siempre ponía en apuros a Luengo y, sobre todo, Dani Calvo. En una de esas, Maikel Mesa disparaba a las manos de Leo Román. 

Dubasin y Sebas Moyano por Masca y Borja Sánchez, esos fueron los siguientes cambios de Carrión. Mientras, Víctor Fernández movía el avispero y daba aire a la dupla atacante: Germán Valera y el exoviedista Sergi Enrich suplían a la pareja de delanteros visitantes. Después de que Colombatto estuviese cerca de sorprender a Cristian Álvarez con una falta lateral, Carrión hizo el cuarto cambio: Lucas de lateral, Viti de extremo y Seoane al banquillo. Quedaban 20 minutos para el final del partido. Dubasin fue el protagonista de la siguiente, con un disparo ajustado desde la esquina izquierda que se fue rozando el palo. En esa misma jugada, Toni Moya le dejó los tacos a Colombatto y Ais Reig lo expulsó por segunda amarilla. 15 minutos por delante y el Zaragoza con uno menos.

La respuesta de Carrión a la roja del Zaragoza fue clara: Bastón al prao, Pomares fuera y Lucas lateral izquierdo. En la siguiente tras el cambio, Dubasin disparó alto desde la frontal. El Oviedo apretaba, o al menos lo intentaba, y un centro de Lucas lo remató Alemao y Cristian Álvarez lo despejó a córner. Tardó, pero el gol llegó. Y no pudo llegar de otra forma. El Oviedo dominando, el Zaragoza hundido y centro de Lucas desde la izquierda: Alemao ganó el balón, se lo acomodó y con la derecha fusiló a Cristian Álvarez. 1-0 y, claro, locura en el Carlos Tartiere. Tocaba aguantar... y el Real Oviedo aguantó. De un plumazo, Leo Román disipó todas las dudas de un partido complicado para él atrapando un balón en el aire que fue vida para el oviedismo. Ahí murió el partido.

Ficha técnica

Real Oviedo: Leo Román; Viti, Luengo, Dani Calvo, Pomares (Borja Bastón, min 77); Paulino (Cazorla, min 46), Seoane (Lucas, min 70), Colombatto, Borja Sánchez (Sebas Moyano, min 62); Masca (Dubasin, min 62) y Alemao.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Fran Gámez (Cuenca, min 87), Mouriño, Jair (Bakis, min 90), Francés, Zedalka; Jaume Grau, Toni Moya, Maikel Mesa (Lecoueche, min 87); Liso (Valera, min 63) e Iván Azón (Sergi Enrich, min 63).

Goles: 1-0 Alemao, min 86.

Árbitro: Ais Reig (Comité valenciano). Amonestó a los locales Paulino (min 11) y a los visitantes Mouriño (min 5), Jair (min 39), Toni Moya (min 53). Expulsó por doble amarilla a Toni Moya (min 73).

Incidencias: Estadio Carlos Tartiere (Oviedo). 22.685 espectadores.