Al Real Oviedo le entra el mal de altura
Azul Carbayón
Los azules, cuando más de cara estaba el partido, fueron cedieron terreno y el Mirandés lo aprovechó para empatar el partido en los minutos finales (1-1)
15 Apr 2024. Actualizado a las 11:28 h.
Pánico a ganar en el Carlos Tartiere. Cuando más cerca estuvo el ascenso directo, el Real Oviedo fue cediendo terreno y el Mirandés, poco o nada peligroso durante gran parte del partido, lo aprovechó para sacar el 1-1 y dejar mudo a un Carlos Tartiere que lo estaba viendo a venir. Levantarse tras este segundo tiempo y seguir como si nada en las siete jornadas que restan, objetivo prioritario para los azules.
Un gol en el momento justo
El ambiente era de partido grande en el Carlos Tartiere. Que sí, que rival de la zona baja y casi obligatoriedad de ganar, pero está la Segunda División como para fiarse de nada. El partido no engañó a nadie desde la primera jugada del partido: el Real Oviedo iba a tener el balón y el Mirandés iba a esperar en su campo. La precisión del Oviedo en el pase y el dinamismo de sus jugadores a la hora de recibir entre la telaraña de futbolistas jabatos -cinco defensas y cuatro centrocampistas por delante- iba a definir el partido. Y el Oviedo no empezó mal.
Los azules tenían el balón, circulaban rápido, encontraban a Sebas Moyano por dentro y, además, tanto Dani Calvo como Oier Luengo estaban muy atentos y concentrados para recuperar rápido el balón y evitar sustos a la contra. En el minuto 7’, Moyano recibió, giró y su zapatazo con diestra lo sacó Ramón Juan a córner. El Tartiere ya estaba encendido. Pasado el diez, balón de Colombatto a la espalda de la defensa y solo un mal control de Masca evitó que el portugués se quedase solo ante el portero del Mirandés. Los de Lisci no se asentaban en campo rival, pero a balón parado dieron un pequeño susto al municipal ovetense con un cabezazo de Tachi que se fue desviado.
Luismi notó un pinchazo, no se sabe si en la rodilla o en el talón, y tuvo que pedir el cambio antes de la media hora. Jimmy entró y entre ese parón y que el Oviedo ya no estaba tan preciso, el partido se espesó demasiado. Todo costaba más, Colombatto no miraba hacia delante y Seoane, directamente, no entraba en juego. El 0-0 parecía el destino del primer tiempo, pero cosas del fútbol, Seoane entró en juego en el momento justo. Abel Bretones la puso desde la izquierda con la derecha, en teoría su pierna mala, y el ‘16’ oviedista se adelantó a toda la defensa del Mirandés para peinar el balón y batir a Ramón Juan. 1-0. El Tartiere ardía y el escenario, ahora sí, cambiaba.
Tanto va el cántaro a la fuente...
Aunque tras el descanso quiso seguir mandando, el Mirandés dio un paso adelante. En siete minutos, los jabatos tuvieron más el balón que en todo el primer tiempo y Gabri Martínez amenazó en banda izquierda, escapándose y poniendo un ‘centrochut’ que Leo Román desvió como pudo. El Oviedo se quitó la amenaza visitante con un pase de Seoane a la espalda de la defensa del que Alemao estuvo cerca de sacar oro. El brasileño chocó con Ramón Juan, el balón quedó muerto y Masca, con todo a favor, tardó y su disparo lo sacó el portero del Mirandés. Tras un susto con un aficionado del Fondo Norte -el juego estuvo parado poco más de un minuto-, Gabri Martínez volvió a protagonizar una aventura al espacio que Colombatto despejó a córner.
El partido estaba en ese punto en el que no había ser humano en la grada tranquilo, y eso que Alemao se entonaba poco a poco y cada vez salía más ganador de los duelos con los centrales visitantes. El brasileño, ahora sí, daba aire al Oviedo. El Mirandés volvió a avisar: primero un centro de Reina en línea de fondo y después un susto todavía mayor tras pérdida de Dubasin y que Oier Luengo -imperial hasta ese momento- despejó a córner cuando Gabri Martínez llegaba para rematar. En uno de esos ataques visitantes, Paulino y Alemao armaron una contra que quedó en nada. Poco más de diez minutos para el final y Lisci metía a su arma secreta: Carlos Martín, pichichi, al campo. Un minuto después, La Gumina recibía un pase al espacio y su disparo a la media vuelta lo desvió Leo Román a córner. Tocaba sufrir.
El Oviedo estaba imperial defendiendo el balón parado y eso hacía más fácil la supervivencia. En un saque de puerta de Leo Román, el Oviedo se lio sacando en corto, Viti la perdió y el Tartiere murmuró exigiendo un balón largo. Carrión, desde la banda, pedía el apoyo de una grada nerviosa. Dicha grada estuvo al borde del infarto en la siguiente, cuando Luengo cedió atrás y Leo Román estuvo cerca de no poder evitar un gol en propia terrible. Momentos complicados en el estadio y Luengo que abrazaba a su portero. En una jugada muy mal defendida por el Oviedo, en especial por Bretones en su banda, Juan María centró, el balón salió mordido y Gabri Martínez empujó a la red. El Tartiere, que lo venía venir, no daba crédito. Seis minutos de descuento por delante. Alemao desde una esquina, un balón parado y ya. No hubo ocasión clara alguna tras el gol visitante.
Ficha técnica
Real Oviedo: Leo Román; Viti, Luengo, Dani Calvo, Abel Bretones; Luismi (Jimmy, min 27), Colombatto; Masca (Paulino, min 71), Seoane, Sebas Moyano (Dubasin, min 71); Alemao.
CD Mirandés: Ramón Juan; Juan María, Pablo Ramón, Barbu, Jonathan Gómez; Tachi (Álvaro Sanz, min 83), Pablo Tomeo (Carlos Martín, min 77); Ilyas Chaira, Alberto Reina, Gabri Martínez (Barcia, min 89); La Gumina (Lautaro, min 83).
Goles: 1-0 Seoane (min 43); 1-1 Gabri Martínez (min 87)
Árbitro: Arcediano Monescillo (Comité castellano-manchego). Amonestó a los locales y a los visitantes Pablo Tomeo (min 16), La Gumina (min 89).
Incidencias: Estadio Carlos Tartiere (Oviedo). 21.975 espectadores.