El Oviedo comienza a acicalar el Carlos Tartiere y El Requexón

El final del mercado de invierno no hace que el término CVC caiga en el olvido. El Real Oviedo todavía tiene a su disposición más de 6 millones de euros para realizar inversiones en infraestructura, necesarias para la mejora tanto del Carlos Tartiere como de El Requexón. Y estas podrían comenzar a verse a no mucho tardar.

Parte de dicho dinero irá destinado a hacer realidad ese proyecto de mejora del Carlos Tartiere encargado a la empresa MolcaWorld y a la colocación de los nuevos videomarcadores y potenciación de la U televisiva que llevará a cabo RPG Soluciones. Dicha empresa iniciará esta última instalación en las próximas semanas, así que el Tartiere vivirá desde este domingo ante el Burgos (16:15 horas) sus últimos partidos con ese videomarcador que no ha cambiado desde la inauguración del estadio hace más de 22 años. 

En lo que tiene que ver con El Requexón, la entidad oviedista continúa trabajando en su mejora y dándole vueltas a las distintas opciones que tienen sobre la mesa. En su última visita a la capital del Principado, allá por el mes de diciembre, Jesús Martínez afirmó que el objetivo del Grupo Pachuca era que las obras de la nueva ciudad deportiva arrancaran cuanto antes. La ampliación de las actuales instalaciones mediante la compra de los terrenos de Cerámicas Guisasola fue el único proyecto del que se habló claramente, aunque no es el único. De momento, este mismo jueves, el presidente Martín Peláez -planos en mano- inspeccionó los campos de El Requexón junto a Hugo Rodríguez, responsable de las instalaciones del club, y varias personas más. 

Sobre lo que busca Pachuca con la nueva ciudad deportiva, Agustín Lleida respondió esto en una entrevista concedida a La Voz de Asturias: «Necesitaríamos seis campos de fútbol, por lo menos. Seis o siete. Y un gimnasio de primer nivel», respondió el director general oviedista.