Jaime Álvarez: «Han superado muchas dificultades. Si me alegro por alguien, es por ellos»

Extensa, alegre y feliz, como no podía ser de otra manera, rueda de prensa de Jaime Álvarez tras la victoria de su equipo ante el Colunga (2-1) en el Carlos Tartiere. Un triunfo que ha significado el ascenso del Vetusta a Segunda RFEF tras un año en el que dominaron la categoría con solvencia, pero que se complicó en el último tramo. Un gol de René Pérez en el minuto 90 hizo estallar de alegría a equipo, vestuario y grada.

El técnico asturiano no restó un ápice de mérito a sus futbolistas, destacando su comportamiento durante todo el año y afrontando situaciones muy complicadas para gente joven: «Al final, son niños». Además, Jaime reconoció que la consecución del ascenso era fundamental para la entidad: «Para el club también es un salto grande».

«Si iba a ser, tenía que ser de esta manera. Todo viene de la juventud de la gente. Lo teníamos tan cerca ya desde que fuimos a jugar a L’Entregu, que ya incluso alguno preparó cosas para ese día y a mí no me gustaba nada. Lo tuvimos en la mano ante el Llanes, creo que lo merecimos aquel día porque tuvimos un montón de ocasiones. Y lo de Gijón… fue un desastre. Hoy era la última bala: pedimos el apoyo del club y de la afición y cumplieron, solo nos faltaba cumplir a nosotros».

«Lo intentamos de todas las maneras posibles y el primer tiempo creo que fue muy bueno, pero empezamos perdiendo ante un equipo que lleva tan solo siete goles en contra en toda la segunda vuelta. Suerte que hemos empatado rápido gracias al gol de Samu. Y al final, de la manera que todos esperábamos… Ellos también necesitaban el gol y se fueron muy arriba y pudimos marcar a la contra».

«Me alegro mucho por los chicos y para el club también es un salto grande, porque no es por desmerecer la Tercera, pero la diferencia con la Segunda RFEF es grande en todo. Ahí veremos cuál es el nivel real de estos chicos, que eso es lo importante».

«Sabía que a nivel mental no iban a estar tan frescos como otros días. Lo hablamos con algún chico durante la semana después del golpe duro de Mareo y ya nos decían que estaban un poco nerviosos. Esta vez no teníamos red e intentamos trabajar ese aspecto mental a lo largo de la semana. En la charla les dije que lo disfrutasen, porque hay que ser realistas: a lo mejor muchos de los que estaban hoy no volverán a jugar en un escenario así».

Su visión del partido y la jugada del gol del ascenso

«Hemos hecho la alineación viendo las virtudes y defectos del rival. Hemos jugado con muy poca precipitación, muy poco juego directo. Creo que hemos hecho un partido bastante completo dentro de la exigencia que podíamos tener».

«Desde el banquillo de ellos, le decían a su portero que no perdiera tiempo porque debía ir ganando el Caudal. No sabía los resultados y no lo quería saber. En un saque de banda, se fueron con mucha gente arriba. Es un despeje nuestro. La contra no está bien montada, pero Javi se va abriendo. Álex consiguió que se juntara mucha gente. Luego, sí es cierto que tiene la pausa para girar, ver a Javi y la llegada en el lado contrario… Pensé que había sido Eloy. Fuimos todos a celebrarlo y estaba con la camiseta quitada y llorando… Sinceramente, cuando la dio Javi, pensé que la fallaba».

«Gestionar estos momentos con gente de 17 o 18 años es difícil. Es un premio. Son 240 sesiones de entrenamiento, una barbaridad. Gente que ha llegado muy justa al final y a la que hay que agradecerles el esfuerzo. También a los que venían participando menos. Ahora, que lo disfruten. Si me alegro por alguien es por ellos. Son los verdaderos protagonistas».

«Nos han pasado cosas muy jodidas desde pretemporada. La gente lo sabe. Ha habido gente que ha tenido que salir del club. Han superado muchas dificultades. Un grupo de 22 niños, que sean capaces de solventar las situaciones jodidas que tuvimos, es complicado. Ahora me acuerdos de goles encajados en el 92… En esta categoría tan igualada, con un golpeo directo te crean problemas. Lo más difícil es saber gestionar esa situación para gente tan joven. Estoy muy orgulloso de cómo lo han hecho».

«No sufro por mí. Sufro por los chicos. Si les coge la racha mala con 25 años, lo sabes gestionar. Con 20 es muy complicado. Estaba en el banquillo sufriendo una barbaridad. No hay más que ver cómo hemos celebrado el gol, como si fuera un título enorme. Incluso yo, que soy de exteriorizar poco las emociones. No he asimilado todavía dejar el fútbol y en un año estamos celebrando un ascenso de otra manera. Es mérito 100% de los chicos. Da gusto verlos trabajar».

«Para nosotros, Cueto es un referente por lo que contagia y por las vigilancias que genera en el rival».