El Oviedo moldea en Ipurua su salida de balón
Azul Carbayón
Analizamos el papel de la pareja de centrales y del doble pivote en los inicios de juego de los carbayones ante el Eibar
06 Nov 2021. Actualizado a las 03:00 h.
El Real Oviedo, desde la primera jornada de Liga, es un equipo que hace muchas cosas bien. Defiende en bloque como pocos en la categoría, suele complicar el plan inicial de sus rivales, realiza una de las mejores presiones colectivas de la Segunda División y el juego directo sobre sus delanteros está bastante interiorizado por todo el equipo. Pero los azules, obviamente, también tiene muchos debes por mejorar y uno de ellos está relacionado con la salida de balón y los ataques posicionales. En Ipurua, ante el Eibar, el Oviedo dio un paso adelante en este sentido. Faltó un punto de veneno en el último tercio del campo, pero, sostenidos por la pareja de centrales y el doble pivote, los de José Ángel Ziganda controlaron el escenario a través del balón.
Jimmy en la base, Brugman esperando
Es un movimiento habitual en los partidos del Oviedo, pero en Ipurua, debido al volumen de juego que acaparó el equipo azul, fue más notorio que nunca. Cuando los carbayones robaban el balón, realizaban el primer pase de seguridad y se asentaban en el rectángulo de juego, los laterales azules eran profundos y Jimmy pasaba a formar una línea de tres centrales en salida de balón. Mientras, Brugman esperaba a la espalda de Blanco Leschuk y Edu Expósito, puntas de lanza de la presión armera. El conjunto de Ziganda aprovechó dicha superioridad numérica para iniciar de manera limpia y segura.
Calvo y Costas, activando al doble pivote
David Costas es el gran líder de este Real Oviedo. Y lo lleva siendo desde el primer amistoso en el que volvió a enfundarse la camiseta azul. El pontevedrés atraviesa un momento de forma excelso y eso se puede apreciar en cualquier acción: realizando una cobertura en banda, 'tirando' un sombrero a Leschuk cerca de su propia área y, sobre todo, comandando la salida de balón carbayona. Y junto a él, Dani Calvo cada vez es más protagonista.
El zaguero oscense, en Ipurua, filtró varios pases por dentro muy meritorios, de esos que en pocos segundos desactivan toda la presión del rival. Estas líneas creadas por los centrales carbayones fueron aprovechadas a la perfección por Brugman y Jimmy, que dieron un paso más en cuanto a su relación con el balón y estuvieron más precisos que nunca, tanto jugando de espaldas como con la portería rival de cara. La continuidad en el juego era una constante y de esto se aprovecharon tanto los laterales como los extremos, que recibieron en muchas ocasiones en situaciones ventajosas.
Femenías y lo que puede significar
No es el juego de pies el fuerte de Joan Femenías. Al portero azul, que también le cuesta leer el juego a la hora de estar más o menos adelantado para cortar balones largos del rival, le cuesta sumar con balón. Ante el Eibar, en varias ocasiones, sí estuvo acertado y demostró lo importante que puede ser un guardameta en los inicios de juego de un equipo. Ante una presión más agresiva del equipo armero, y con Costas y Calvo abiertos, Femenías encontró por dentro a Jimmy en más de una ocasión.
A partir de ahí, la precisión del mediocentro ovetense y de los centrales carbayones fue suficiente para dar continuidad a la jugada, integrando en la posesión a laterales, extremos e incluso los delanteros, con Matheus siendo el que se acercaba a recibir en el primer tiempo y Obeng tras el descanso. Lectura, pausa y confianza: claves que podrían ayudar a Femenías a dar un paso más.
Lo que se le pide a Cornud
En el fútbol actual, la incidencia de los laterales en los inicios de juego es básica. Los equipos se tienen estudiados al milímetro y las presiones, en su mayoría, están destinadas a tapar el pase por dentro y orientar el juego del rival a los costados. En ese escenario, el equipo que tenga laterales con capacidad para desequilibrar gracias a los controles y a las conducciones tiene mucho ganado. Al Oviedo le está faltando eso y Pierre Cornud tiene capacidad para corregirlo. El francés disputó en Ipurua un partido correcto, incorporándose al ataque y poniendo centros, pero todavía tiene margen de mejora. Un margen que está estrechamente relacionado con ser más autosuficiente en salida de balón.