Un lastre que impide avanzar

Son ya 31 las jornadas completadas para los azules en este curso 20/21. Casi el 75% del mismo está ya disputado y las conclusiones empiezan a ser sólidas, a formar una constante y alejarse de la tendencia. Si hay una innegable para el Real Oviedo es que el equipo está teniendo muchas dificultades para sacar adelante sus partidos.

Los números dicen que solo cinco equipos anotan más goles que el Oviedo. La sensación es que los de José Ángel Ziganda encuentran serias dificultades para crear ocasiones de peligro. El balón parado y los chispazos individuales sostienen a un equipo que encuentra en los empates su refugio para no caer a la zona baja.

El ‘príncipe' del empate

Son un total de 14 en 31 jornadas. Más del 45%. Un lastre que impide que el Real Oviedo pueda acomodarse en la zona media alta de la clasificación. Solo el Fuenlabrada, con 15, supera a los asturianos en este particular ranking. En un campeonato que se juega a tres puntos la victoria, sumar solo uno será siempre un paso en corto. La famosa «media inglesa» solo es eficaz cuando consolidas una igualada con un triunfo. En el caso de los azules, la segunda parte de la ecuación no existe. Solo 8 victorias en lo que va de año. Un 25%.

La ineficacia de los empates en liga se demuestra en un simple hecho. Si los carbayones hubieran vencido en 5 de esas 14 igualadas y perdido las 9 restantes, sumarían más puntos en su casillero de los que tienen a estas alturas.

Síntoma o consecuencia. Nadie sabe. Para el míster navarro, «habría que analizar los empates. Hay empates en los que no somos capaces de acertar. Ahí es déficit nuestro, pero no es de actitud. No me parece una norma general de que el equipo salga a empatar. Es porque no puede, no porque no quiera». En cualquier caso, es ese paso, el de sacar adelante partidos como los de ayer, como los de Logroño o Cartagena en la primera jornada de liga, el que permite a un equipo dar un salto de calidad en la clasificación. Esa es la asignatura pendiente del Real Oviedo.