Tres proyectos que se tambalean
Azul Carbayón
Real Oviedo, Vetusta y División de Honor, en serios problemas
07 Feb 2021. Actualizado a las 19:35 h.
Difícil momento el que vive el Real Oviedo. Las tres patas principales de la dirección deportiva se tambalean. El primer equipo, el filial y el juvenil de División de Honor atraviesan momentos difíciles y las dudas comienzan a aparecer. Por delante, tiempo para revertir la situación, pero muy poco margen de maniobra.
El primer equipo, pese a ser el que recibe toda la atención, es el que cuenta con una situación más desahogada. Pese al decepcionante 2021 en el que son uno de los peores conjuntos de la categoría, el equipo de José Ángel Ziganda mantiene un ligero colchón con el descenso.
El hecho de salvar la categoría, sin embargo, no sería motivo de orgullo ni celebración para una afición que exige más y que ya agotó el cupo de paciencia la temporada pasada. El Real Oviedo tiene por delante un mes de febrero en el que tendrá que enfrentarse a Lugo, Fuenlabrada y Zaragoza y que podría aclarar o empeorar todavía más la situación.
Vetusta y División de Honor, en el alambre
Mucho más apretados se encuentran los dos principales equipos de El Requexón. El filial y el juvenil se encuentran en situaciones realmente comprometidas. El equipo que dirige Emilio Cañedo cayó ayer ante la Cultural Leonesa en casa (1-3) y ocupa la penúltima plaza de su grupo de Segunda B.
La clasificación se encuentra tan apretada que una victoria el miércoles ante el Covadonga permitiría a los azules coger aire y tratar de evitar la lucha por el descenso y caer dos categorías en un solo año por culpa de la reestructuración que tendrá lugar en Segunda B este mismo verano. El Vetusta tiene por delante partidos ante rivales directos que marcarán su devenir: Covadonga, Numancia, Lealtad y Sporting B. Además, tendrán que medirse a Valladolid Promesas y Burgos.
El División de Honor sumó una nueva decepción esta mañana al empatar en casa ante el Real Avilés (0-0). Los de Jorge Menéndez no vencen un partido desde el pasado 3 de enero, cuando se impusieron a domicilio al Tropezón (0-2). El conjunto carbayón es séptimo del grupo y se encuentra a un punto de la salvación, aunque cuenta con un partido más que el Bansander, equipo que marca la frontera del descenso.
Por delante, cinco encuentros para evitar una lucha dramática por evitar el descenso a Liga Nacional. En el horizonte aparecen, además del propio Bansander, Marina Sport, Tropezón, Deportivo Roces y Atlético Perines.