La Voz de Asturias

La Pizarra: Acertar para después crecer

Azul Carbayón

Pablo Fernández Oviedo
José Ángel Ziganda y Bingen Arostegi, en la grada del Carlos Tartiere en una imagen de archivo

Analizamos en cinco claves la victoria del Real Oviedo ante la UD Las Palmas

03 Nov 2020. Actualizado a las 14:32 h.

El Real Oviedo no entró bien al encuentro disputado en el Gran Canaria. Y eso es noticia, porque si algo ha caracterizado a los azules en este inicio de curso es su buen hacer en los primeros tramos de los partidos. Ante Las Palmas no, pero el equipo de José Ángel Ziganda encontró red en el primer intento y lo aprovechó para crecer sobre el césped. No hay mejor planteamiento, charla motivadora o preparador físico como el gol. El acierto, por primera vez en esta temporada, llegó antes que el juego para el Oviedo. Ya era hora.

15 minutos dubitativos

Loiodice, Sergio Ruiz, Róber, Clemente, Kirian... La UD Las Palmas acumula demasiado talento en posiciones interiores como para que la coraza del Real Oviedo luciese alguna grieta, pero así fue durante los primeros minutos del encuentro. El conjunto azul no era el acordeón que suele ser sin balón y los jugadores con más calidad del equipo canario lo aprovechaban para revolotear por todo el ancho del campo. Sin crear ninguna opción clara de peligro, también hay que decirlo.

Al Oviedo le costaba robar y, cuando conseguía hacerlo, no encontraba el camino para instalarse en campo rival. Solo las conducciones de Nieto y Sangalli, siempre desde muy cerca del área de Femenías, valían como vía de escape. No fue hasta el minuto 13 cuando Blanco Lechuk, siempre el argentino, bajaba un balón largo y asentaba a los azules pasada la medular. El equipo de Ziganda daba señales de vida.

Nahuel Leiva, a lomos del 'Tiburón'

Y llegó el gol. Un tanto que pudo ser casual en ese momento, pero que ya se llevaba masticando varias jornadas debido a todo lo que genera, con y sin balón, Blanco Leschuk. El delantero argentino, desde que debutó en el derbi, siempre ha conseguido crear ventajas que sus compañeros de ataque todavía no habían podido, o sabido, aprovechar. Hasta este sábado, cuando Nahuel, un perfil de futbolista más capacitado para romper al espacio que Borja, olió sangre.

1-Leschuk y Aythami. 2-Nahuel. 3-Espacio generado en la defensa. 4-Edgar, poseedor del balón y asistenteLa Voz

1-Leschuk y Álex Suárez. 2-Nahuel. 3-Espacio generado en la defensa. 4-Nieto, poseedor del balón y asistenteLa Voz

Los dos tantos comparten el mismo patrón: Nahuel Leiva atacando el espacio que queda libre gracias a las vigilancias sobre el 'Tiburón de uno de los dos centrales de Las Palmas. Pasó en el 0-1, cuando Aythami acompañó a Leschuk hasta el costado para después realizar un mal despeje. Pasó en el 0-2, cuando en un saque de banda a favor de los azules Álex Suárez persiguió al delantero argentino. En ambas jugadas el Oviedo consiguió transitar y, primero Edgar y después Nieto, encontraron a Nahuel tras una notable conducción.

Otro partido

Los goles despertaron a un Real Oviedo que, además de soltarse cerca del área rival, con Borja avisando de lo que iba a suceder en la segunda parte, se hizo fuerte cerca de Joan Femenías. El guardameta balear realizó el paradón de rigor a Araújo y no tuvo que hacer mucho más.

La línea de mediapuntas del equipo canario seguía intentando agitar al entramado azul, aunque ya les costaba mucho más combinar y filtrar pases por dentro. El conjunto carbayón no terminaba de encontrar el pase de seguridad que le permitiese respirar con balón y controlar un poco más el tempo del partido, pero Las Palmas tampoco mordía.

El show de Borja Sánchez

El '10' necesitaba esto. Acostado en el flanco izquierdo, el lugar del campo en el que el ovetense más veces ha podido desplegar su potencial, dominó el partido tras la reanudación. El fútbol de Borja Sánchez exige ver el juego de cara para, en el momento en el que reciba el balón, elegir qué hacer con él. Desde ahí toma las decisiones más dañinas para el rival, porque es capaz de desequilibrar con el regate o de encontrar el espacio justo por el que filtrar un pase. El del sábado en el Gran Canaria fue el encuentro de lo que va de temporada en el que más participó (57 toques).

El centrocampista del Oviedo, que desesperó a Álvaro Lemos, generó hasta tres situaciones claras de gol en poco más de diez minutos. Incluido el penalti cometido sobre Sangalli y que falló Leschuk. Nahuel y compañía pisaban área y Borja dibujó un partido para que el marcador luciese, tranquilamente, un 0-4, pero esta vez faltó acierto. Además, también dio cosas a su equipo lejos de la zona de peligro, permitiendo respirar al conjunto azul cuando más apretaba Las Palmas o realizando ayudas defensivas en la banda de Lucas.

Carlos Hernández se reivindica

No fue hasta cuando el marcador del Gran Canaria se acercaba al minuto 80 cuando la UD Las Palmas comenzó a demostrar que todavía había partido. Los canarios rasgaron un poco el flanco izquierdo y el conjunto de Mel consiguió sacar un par de centros desde dicho costado, pero Carlos Hernández se hizo grande. El central jienense, en su segundo partido como titular del curso, se vistió de muro y negó cualquier opción de remate a los arietes amarillos. 

Edgar se despistó en la marca y Álex Suárez consiguió poner el 1-2 a la salida de un córner, pero nada más. El '4' azul se metía entre centrales para aportar centímetros, pero la voz cantante la llevaba un Carlos que aparecía por todos los rincones del área. Ya en los últimos minutos del descuento, el zaguero remató su actuación con otro despeje en el primer palo. El triunfo, vital para el proyecto del Cuco Ziganda, estaba a salvo.


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