El gol, la apuesta más difícil de Arnau
Azul Carbayón
Un jugador que garantice goles vuelve a ser el gran objetivo del verano
03 Sep 2020. Actualizado a las 05:00 h.
Es una de las piezas más cotizadas del mercado de fichajes verano sí y verano también. El gol es algo que se vende muy caro, especialmente en Segunda División, razón por la que la mayoría de equipos se pegan por llevarse al futbolista al que le sonrió la suerte la temporada anterior, aún sabiendo que puede no acompañarle en las próximas. De eso puede hablar por experiencia el Real Oviedo, que cada verano acude fiel a su cita con el mercado en busca de este bien tan preciado.
Desde que los carbayones regresaron al fútbol profesional, los delantero han centrado prácticamente todos sus esfuerzos. Este año no puede ser menos, y Francesc Arnau lo tiene claro. Las piezas se van enlazando como si de un puzzle se tratase en la plantilla carbayona, y poco a poco, con el paso de los días, van faltando menos incorporaciones por llegar. El delantero y el pivote parece que centrarán todo los esfuerzos que le quedan por hacer al Real Oviedo en este mercado, apuntando a que serán jugadores con experiencia y no 'jóvenes y con proyección' los elegidos.
Antes de que se cierre la incorporación de ese jugador en el que se pondrán todas las esperanzas de cara al gol, conviene repasar las anteriores apuestas que no salieron del todo bien en esta posición, aunque alguna excepción siempre hay. La temporada del regreso al fútbol profesional destacó por el fichaje de un jugador claramente contrastado. Llegaba de Primera División, recién descendido con el Deportivo, y aún le respondían los goles. Prácticamente se le cayeron de los bolsillos a Toché, que dio muy buenas temporadas al público carbayón antes de que abandonase el club el verano pasado. Llegó libre. A este le acompañó ese año en la delantera un Koné al que no le acompañó la suerte de igual manera, y tampoco tuvo oportunidad de seguir demostrándolo al terminase su cesión.
Con la llegada de Fernando Hierro, la ilusión la centró un fichaje. El oviedismo volvió a sonreír al ver a uno de sus canteranos con mayor éxito vestir de nuevo la elástica carbayona. Michu volvía a casa después de la etapa más difícil de su carrera, pero el Tartiere no vibró con sus goles en plural, sino en singular. Sólo ofreció una diana, en aquel encuentro memorable ante el Levante. Todos recuerdan la famosa foto frente a la afición celebrando el gol, con su compañero aquel día subido a sus hombros prácticamente. Ese fue Jonathan Pereira, un jugador que podría decirse no contó con las oportunidades que quizá merecía. Consecuentemente, no le acompañaron tampoco los goles.
La primera temporada de Juan Antonio Anquela se decidió hacer grandes esfuerzos en otras posiciones, lo que hizo que para la delantera se decidiese subir al primer equipo frecuentemente a Steven. Para el experimentado técnico le era más que suficiente con dos viejos rockeros como Toché y Miguel Linares. Ambos volvieron a dar grandes alegrías aquella temporada al oviedismo que, sin llegar a alcanzar el play-off, la recordará por el famoso 'tochetazo' en El Molinón.
Los años no perdonaban, y Toché y Linares no podían asegurar que volviesen a atraer con sus botas el gol. El club decidió hacer por primera vez un gran esfuerzo por traer a uno de esos delanteros contrastados. Las negociaciones tuvieron en vilo a la afición oviedista varios días, pero finalmente Joselu se vestía de azul en el Carlos Tartiere con una presentación multitudinaria. Regaló balones a la grada, pero pocos de ellos llegaron a ir a las redes durante la temporada. La apuesta salió mal, y el delantero onubense terminó saliendo este invierno viéndose como un alivio su fichaje por el Tenerife. En números salió algo mejor Ibrahima, aunque en sensaciones terminó calando mucho más en la afición oviedista.
Uno de los anteriores protagonistas pasó a la dirección deportiva teniendo entre ceja y ceja acertar con su apuesta en ataque, y lo consiguió. La cesión de Alfredo Ortuño fue todo un éxito durante gran parte de la temporada, especialmente al inicio. Al delantero no le acompañó la suerte colectiva, aunque sí lo hiciera la individual. Por primera vez en mucho tiempo le salía bien una cesión al Real Oviedo, sufriendo sus consecuencias este verano al no poder contar con su continuidad. Lo hará en Albacete. En invierno llegó Rodri Ríos, un viejo deseado del club. Lo hizo de la mano de Arnau, y aunque los goles no le hayan sonreído tanto, se ha ganado la continuidad esperando que esta temporada sí le llegue la suerte en forma de goles.
El historial está ahí: jugadores libres, cedidos, comprados... veteranos, jóvenes... por el Real Oviedo han pasado estos años delanteros prácticamente de todos los colores, pero pocos con gol. Este año el objetivo parece evidente: encontrar ese jugador que iguale las actuaciones que tuvieron Linares y Toché en sus respectivos primeros años de azul. Jugadores experimentados, de esos a los que se les caen los goles del bolsillo. A este le están esperando dos jóvenes con hambre y un veterano con ganas, dispuestos a convertir la competencia en la delantera en el mayor baluarte de Ziganda.