Un pivote con alma de central
Azul Carbayón
Edgar González, el jugador con altura que conquistó a Quique Seitén
02 Sep 2020. Actualizado a las 21:47 h.
Muy tranquilo compareció Francesc Arnau en la sala de prensa del Carlos Tartiere mientras presentaba a su última incorporación. El director deportivo carbayón sólo dudó al pronunciar, de manera correcta, el complicado nombre del portero brasileño. Gabriel Nascimiento Resende Brazão. Aún así consiguió decirlo sin desentonar, sumando un pequeño detalle a su aplaudido trabajo en las oficinas del club carbayón, puesto que Arnau sigue sorprendiendo a los aficionados azules.
La ausencia de un profesional en la secretaría técnica del Real Oviedo durante las últimas temporadas había marcado la tendencia en los fichajes, sin tener tampoco un guión ni una estrategia clara a seguir. Aunque la llegada del catalán cambió por completo la estructura del club. El Oviedo por primera vez tiene diseñada -desde hace varios meses- una hoja de ruta. En este papel aparecen en negrita los objetivos de no hipotecarse firmando jugadores y la de jugar a apostar. Las apuestas ya sabemos cómo funcionan, aunque siempre hay más opciones de acertar si uno adquiere más participaciones. Eso es lo que parece que está haciendo Arnau con sus fichajes, puesto que ha decidido no buscar experiencia en este mercado -como se suele hacer- y ajustar los filtros a jugadores jóvenes que no supongan un gran esfuerzo económico al club.
Tras aplicar estos filtros, después de la presentación de Brazão tenía trabajo pendiente, y que ha resuelto en apenas unas horas, dejando prácticamente cerrada la cesión de su nueva incorporación. Parece que al director deportivo le van las presentaciones y quiere que en los próximos días el protagonista sea Edgar González. El centrocampista del Real Betis será la apuesta de Arnau para el pivote defensivo, sin olvidarse de incorporar otro jugador para esta posición. Sin embargo, el joven catalán tiene alma de defensa central, su posición original antes de recalar en Sevilla.
El fútbol lo lleva en la sangre, esa que en las próximas horas cobrará tonos azules para vestir la elástica carbayona. Su padre, Lluis González, jugó cuatro temporadas en el Espanyol, siendo tres de ellas en la máxima categoría. Tras su etapa como perico, su trayectoria se desarrolló en el fútbol catalán. Precisamente allí comenzó a dar sus pasos el futuro centrocampista del Real Oviedo. Entre el Cornellá y el Espanyol se formó un jugador que terminó de conquistar a Quique Setién. También a David Comamala, que ya le observó durante esta etapa cuando aún formaba parte de la secretaría técnica del Nástic.
Su altura, 1.93, impresionaron al técnico santanderino durante su última pretemporada en el Real Betis. Por esta razón, y porque también figuraba en su contrato, acudió a la concentración bética en Jerez; debutando con el primer equipo meses después en el enfrentamiento de Copa del Rey que les midió contra el Racing de Santander. Muy cerca tendrá la oportunidad de contar con minutos cada domingo en el Carlos Tartiere, aunque en una posición diferente. En eso tuvo mucho que ver Rubi, con quien se estrenó en Primera División esta temporada y que ya contó con él durante la última pretemporada.
Lo hizo en el mes de noviembre, dando solución a las bajas de los dos centrales béticos entonces. Asumió una posición que no había frecuentado antes, la de pivote, y estuvo escoltado por dos futbolistas de lujo como Canales y Guardado. Su actuación frente al Valencia en un partido que consiguieron ganar no dejó indiferentes a los béticos, que recuperaron la ilusión al ver cómo un jugador joven se hacía un hueco destacando de esta manera. Algunos incluso le vieron para mucho más que una cesión este verano, apuntando a que podría continuar en Primera División, pero lo cierto es que el jugador se ha decantado por el Real Oviedo entre las muchas opciones de plata que tenía en su mesa.
El Real Oviedo cerrará en las próximas horas una nueva cesión, la cuarta de los cinco fichajes que ha acometido en este mercado. Ninguna de las incorporaciones supera los 23 años. Arnau está llenando de juventud al nuevo Oviedo del 'Cuco' Ziganda, y se mantiene muy atento al mercado para poner todos sus esfuerzos económicos en las dos guindas de este pastel: otro pivote más experimentado y un delantero contrastado. En el Carlos Tartiere apuntan alto esta temporada, pero no lo hacen por el peso de su escudo, sino dejándose llevar por el hambre de sus jóvenes.