Ibra evita el congelamiento

Casi un milagro. Un pase impensable de Carlos Henández para Ibrahima Baldé supuso el 1-1 para un Real Oviedo que llegó al minuto 97 de encuentro por debajo en el marcador y salió del partido con ánimos renovados. El tanto del senegalés supuso una inyección de adrenalina a un equipo que hasta entonces se había mostrado plano y sin vida.

Los azules terminan la jornada empatados con el descenso, pero fuera por un mejor golaveraje general. La situación es preocupante, casi alarmante, pero el zurdazo de Ibra otorga siete días de tensa calma al conjunto que dirige Javi Rozada.

En busca de una reacción, el míster azul introdujo muchos cambios en el once. Junto a Andriy Lunin y Luismi Sánchez, novedades como Christian Fernández, Sergio Tejera o Marco Sangalli. En total, cinco novedades en la alineación con respecto a la que se enfrentó al Almería hace tres días.

Control, control y control

El Real Oviedo salió apagado al terreno de juego, asumiendo por decreto su inferioridad ante el Huesca. Desde el pitido inicial, replegados atrás, líneas juntas y a esperar una acción que le permitiera ponerse por delante en el marcador. La misión era apagar al rival, dificultarle su progresión ofensiva.

El problema es que el conjunto de Míchel mostró tener muchísimos recursos para controlar el encuentro. Sin un mal pelotazo, siempre con criterio, rompían las líneas de presión locales con facilidad. El Real Oviedo se atrincheraba cerca de su área, resistiendo las incorporaciones de laterales y centrocampistas rivales.

Las ocasiones de gol brillaban por su ausencia. Ortuño pudo adelantar a los suyos tras una asistencia de Borja que buscaba a Bárcenas, mejor colocado para la definición. Rafa Mir, por su parte, vio anulado su gol por fuera de juego que el VAR se encargó en ratificar. Dominio visitante, resistencia local y partido muy poco emocionante en los primeros 45 minutos. Mucho que cambiar tras el paso por vestuarios, con un público cada vez más impaciente con los suyos.

El Huesca castiga a los de Rozada

Había arrancado mejor el Real Oviedo la segunda mitad, jugando más en campo contrario y aproximándose al área rival cuando llegó el primer tanto del partido. Saque de esquina en el que Josué Sá se impone a la defensa azul, pero se encuentra con una buena reacción de Lunin. El rechace cayó en los pies de Eugeni, que no falló y puso el 0-1 en el electrónico, pese a que fuera anulado en primera instancia.

Mazazo generalizado para equipo y afición. El ya de por sí frío ambiente del Tartiere se puso bajo cero, mientras que el equipo entró en depresión. De repente, ya no había líneas de pase ni paredes o apoyos. Urgía una reacción desde el banquillo porque el partido, otro más en el Tartiere, se escapaba.

Saúl Berjón contra el desánimo

No tardó en mover el banquillo Javi Rozada. El míster ovetense dio entrada a Saúl Berjón, que volvía a los terrenos de juego tras superar su operación de rodilla. Aplausos para el capitán, un futbolista al que el equipo ha echado de menos de una forma exagerada durante estos nueve partidos. Poco después fue Ibra el que entró al terreno de juego en lugar de un desafortunado Sangalli.

Fruto de la necesidad, el Real Oviedo fue ganando metros y acercándose al área de Álvaro Fernández, pero sin crear apenas peligro más allá de balones parados colgados al área sin un plan previsto, sin una jugada ensayada que permitiera a algún cabeceador llegar en ventaja.

Ni Berjón ni Ibra ni Omar consiguieron revitalizar a un equipo que se perdió en las protestas al colegiado. La más intensa tras un choque entre Ibra y Pulido en el que el defensa visitante empuja por la espalda al delantero azul. Todo sin que existiese la más mínima intención de pitar pena máxima.

Cuando ya se esperaba el pitido final y la protesta general al palco empezaba a gestarse llegó el gol de Ibra que trajo alegría y alivio a la parroquia azul. Un tanto que puede estar cargado de simbolismo. Solo significa un punto y el Real Oviedo sigue sin ganar en su estadio, pero aguantar fuera del descenso con un tanto en la última jugada del encuentro puede convertirse en un chute de moral para una plantilla que necesitaba este subidón.

Ficha técnica

Real Oviedo: Lunin; Nieto, Carlos Hernández, Arribas, Christian Fernández; Luismi, Tejera (Omar, min 84); Sangalli (Ibra, min 68), Borja Sánchez, Bárcenas (Saúl Berjón, min 62); Ortuño.

SD Huesca: Álvaro Fernández; Miguelón, Pulido (Insua, min 90), Josué Sá, Luisinho; Mosquera, Rico, Eugeni; Sergio Gómez (Juan Carlos, min 84), Ferreiro, Rafa Mir (Okazaki, min 72).

Goles: 0-1 Eugeni (min 56). 1-1 Ibra (min 97).

Tarjetas: El colegiado Díaz De Mera amonestó a los locales Luismi (min 81) e Ibra (min 98), y a los visitantes Miguelón (min 76), Luisinho (min 94) y Álvaro Fernández (min 95).

Incidencias: Estadio Carlos Tartiere, 10.926 espectadores.