¿Y si es el año de la cantera?
Azul Carbayón
Los jugadores ascendidos del Vetusta causan sensación en la pretemporada
01 Aug 2019. Actualizado a las 12:51 h.
La pretemporada del Real Oviedo no está siendo del todo ilusionante. El equipo no logra buenos resultados y, lo que preocupa más a los aficionados, no consigue mostrar esa versión de juego que le haga merecedor de resultados mejores. Domina la posesión, intenta tener el control del juego pero siempre hay alguna jugada que provoca que el rival se adelante en el marcador y, sin embargo, en el área contraria hacen falta varias ocasiones para que llegue un gol que cotiza muy caro en la categoría.
Probablemente la mejor de las noticias sea que las pretemporadas no están para eso. No están para ilusionar ni tampoco para lograr buenos resultados. Sí lo están para conseguir una coordinación entre jugadores que les haga superar cualquier situación adversa que se les plantee en la próxima temporada. Sin embargo, hay algo que sí está ilusionando y que no está preocupando -ni mucho menos- a la afición carbayona durante esta pretemporada: los jugadores de la cantera.
Quizás estemos ante una de las temporadas más peculiares en el Real Oviedo. Acostumbrados a fichar a los jugadores más destacados de cada categoría y a cambiar a la mitad de la plantilla de año en año, lo cierto es que este verano las cosas se están haciendo de otra manera. La gran apuesta del club no es ni un delantero -que aún así vendrá-, ni un buen mediocentro -se podría estar interesado en Daniel Torres- ni nada parecido, son los jóvenes que han ascendido este año del Vetusta y que sí están ilusionando a los oviedistas.
Algunos, como Lolo, ya se han hecho con un hueco en el previsible once titular de Sergio Egea con su pareja Tejera en la medular, y es que el centro del campo oviedista es de las posiciones mejor cubiertas de la plantilla. A esta pareja habría que añadir a un Jimmy y a un Riki -que aunque su posición natural sea un poco más adelantada, el esquema inicialmente le pinta de centrocampista- que movieron al equipo en la segunda parte ante el Lugo. Su entrada en el campo hizo que los de Eloy Jiménez ni se acercasen a la portería de Alfonso, y controlaron el partido de tal manera que se vio un Oviedo muy distinto, de los que gustan. Sin olvidarse de Edu Cortina, que ya apura su recuperación para entrar en dinámica con el primer equipo.
Borja Sánchez está demostrando que su calidad va a dar mucho al público del Tartiere, y Egea le está mimando con minutos. Pero no sólo en la medular carbayona hay dosis de ilusión, también las tiene Viti, al que se ve muy enchufado y que podría demostrar que la categoría no se le va a venir grande. Como a Steven, aunque este vaya a depender más del número de goles que de las sensaciones. Los hermanos Mier están demostrando que, pese a liderar al Vetusta en Segunda B, son un recurso del que tirar en caso de urgencia.
El Oviedo está haciendo las cosas de otra manera, y de momento, le están saliendo bien. El club, tal y como dijo Michu en la presentación de Arribas está muy, muy tranquilo con la plantilla que tiene, sabiendo que podrán realizar esfuerzos en uno o dos fichajes más que apuntalen un equipo con la misma base a la que se le ha aportado esa sangre joven y azul venida del Vetusta a la que en ganas e ilusión nadie va a ganar, y que no tiene nada que envidiar en cuanto a calidad a ningún jugador al que se irán a enfrentar.
La que comenzará el próximo 18 de agosto será la quinta temporada consecutiva del Real Oviedo en Segunda División, y es precisamente la temporada que menos ha gastado desde que está en el fútbol profesional, también es la que más ha apostado por la cantera -algo que viene reclamando la afición todas las anteriores- y, sin embargo, este año se demandanda más fichajes que nunca a la dirección deportiva que, quizás sin darse cuenta, ya ha brindado al público el que será su fichaje más valioso esta temporada.