El brazalete asume la responsabilidad

Si se trataba dar la cara tras una nueva decepción, los capitanes del Real Oviedo no se han escondido. Saúl Berjón ayer, y Diegui Johannesson anteayer, dieron la cara en rueda de prensa y hablaron de cómo está el vestuario tras una nueva final perdida, esta vez en Tenerife, y sobre lo difícil, casi imposible, que está el objetivo del playoff.

«Sí, se repite lo de otras temporadas. Casi todos los años pasa lo mismo y no nos meteremos en playoff por muy poco, aunque lo intentaremos hasta el final. Por mi parte pedir perdón a la afición por esto», dijo el defensor el martes. El '10', dio un paso más y analizó lo visto este curso: «La cosa esta muy complicada por no decir imposible. El equipo tuvo varias oportunidades para engancharse durante la temporada y no se pudo, si supiera qué pasó no habría pasado».

Nadie mejor que ellos, canteranos y oviedistas, para escenificar la tristeza del vestuario y de todo el oviedismo: «Ya sé lo que es jugar en Primera, pero no me quiero imaginar lo que sería hacerlo en este equipo. El vestuario está jodido porque somos conscientes de lo que significaría», confesó Berjón.

A la hora de hablar de fracaso, esa palabra maldita que todo deportista intenta esquivar, Saúl volvió a llevar la voz cantante: «Fracaso no, porque no pararemos hasta conseguirlo. Decepción sí porque teníamos la oportunidad y no lo consigues». Por su parte, Diegui se ponía en la piel de la afición: «Me fastidia por la gente, todos los años es lo mismo y de cara a la psicología de los jugadores es difícil. Si ocurre el milagro la gente se volverá a reenganchar, pero entiendo que la gente que se desilusione, es normal».