Un hueso bermellón

«El Mallorca hace muchas cosas. Es un buen equipo que minimiza al rival, tienen gente rápida, grande y balón parado. Todo lo que requiere un equipo de Segunda para competir», dijo Juan Antonio Anquela esta mañana en la sala de prensa de El Requexón. El conjunto bermellón es una de las escuadras más sólidas de la categoría y, a pesar de ser un recién ascendido, lleva todo el curso en los alrededores de la zona noble de la clasificación.

Vicente Moreno construyó la temporada pasada unos pilares que aún siguen vigentes. Consiguió el ascenso de manera holgada, dominando el durísimo grupo 3 de Segunda B con suficiencia y eliminando en la ronda de campeones al Mirandés. No había llegado el mes de junio y en las oficinas bermellonas ya se estaba planificando la 18/19 en Segunda División.

El esqueleto del equipo no se tocó y, tras varios refuerzos por línea, Moreno siguió trabajando en su idea de un Mallorca sólido que dominara varias facetas del juego. Estos retoques continuaron en enero y los de Son Moix salieron del mercado de invierno todavía más fortalecidos. 

Con Marc Pedraza (baja ante el Oviedo por sanción), Salva Sevilla y Dani Rodríguez en la sala de máquinas, los costados asumen una importancia vital en la profundidad del conjunto bermellón. Lago Junior y Ariday se encargaron de esto desde el comienzo del curso, pero ahora Sastre y Pervis Estupiñán (fichaje de invierno) lo han potenciado desde los laterales.

De un equipo que puede defender en su campo sin mayores problemas a otro que también lo puede hacer con balón en campo rival. Esa es la gran virtud de los de Vicente Moreno, la capacidad de adaptarse a diferentes escenarios en un mismo partido. Además, los problemas con el gol (Abdon Prats, Castro, Buenacasa o Álex López no terminaron de ser regulares de cara a puerta) los ha solucionado el balcánico Budimir, que suma tres goles en seis partidos desde que llegase en enero.

En la defensa, Valjent y Raíllo son dos centrales contundentes y fiables, pero sufren a su espalda y cuando les toca perseguir marca fuera de su zona habitual. El sábado a las 16:00 horas, la capacidad que tiene el Real Oviedo de anular las virtudes de su rival deberá salir a relucir en Son Moix.