Carlos Martínez: «Tenía ganas de sentirme a gusto»
Azul Carbayón
La Voz de Asturias entrevista al defensa del Real Oviedo
23 Jan 2019. Actualizado a las 12:05 h.
Después de casi 20 años ligado a la Real Sociedad, Carlos Martínez (Lodosa, Navarra, 1986) hizo las maletas el pasado verano y puso rumbo a Oviedo. Nueva ciudad, nuevo club y la ilusión de un canterano que acaba de aterrizar en la élite. El domingo, ante el Extremadura, el zaguero jugó su primer gran partido con la camiseta carbayona.
-Pregunta: En Almendralejo dio su primera asistencia con la camiseta del Real Oviedo, ¿se acordaba de la última con la Real?
-Respuesta: Puf, pues hacía mucho tiempo [risas]. En pretemporada di una, pero sí que es verdad que en partido oficial hacía mucho.
-Fue en diciembre de 2016, Valladolid-Real Sociedad de Copa del Rey.
-Pues dos partidos antes de lesionarme. En aquel mes estaba bien, di como cuatro asistencias en diez partidos y luego llegó la lesión de rodilla que truncó todo.
Tenía ganas de jugar un buen partido, de sentirme a gusto y poder ayudar al equipo. Di el pase a Yoel y puse algún centro más. Lo importante es la victoria y que el equipo sume de tres en tres.
-¿El de Almendralejo fue su mejor partido con el Real Oviedo?
-La verdad es que no he podido disputar 90 minutos en muchas ocasiones. Sí fue el mejor en sensaciones, por el trabajo de todos y la asistencia dada. He estado mucho tiempo parado y jugar los 90 minutos me ayudan mucho para coger ritmo.
-En la celebración del 0-2 se notaron las ganas que tiene el vestuario de que cada vez se encuentre mejor.
-El equipo sabe todo lo que he pasado y siempre me he sentido muy a gusto con ellos. Yoel vino hacia mí y se demostró lo que es este equipo, una piña. Todos juntos.
-Comentó hace meses que había diferencias entre jugar de carrilero y de lateral. ¿Se va adaptando?
-Sí, hay diferencias. Además es complicado hacerlo después de dos partidos sin ir convocado. Los primeros minutos me cuesta asentarme a la posición, pero con el transcurso del partido ningún problema. Siempre me ha gustado subir y bajar por la banda y en este esquema pues eres más ofensivo de lo normal.
-¿En algún momento de la temporada tuvo miedo de pasar por un calvario de lesiones similar al de la última etapa en San Sebastián?
-La verdad es que en la Real el gran problema fue la rodilla. Este año me sentí bien desde pretemporada pero sufrí una rotura de aductor un poco fuerte, tuve que parar y volver siempre es complicado. Me encuentro bien, no tengo problemas entrenando y lo que necesito es esto, continuidad.
-Anquela siempre le defiende en sala de prensa.
-Desde que llegué siempre tuve la confianza del míster y del staff. Anquela siempre va de frente y me dijo que cuando esté bien pues jugaré. Aunque Diegui también lo está haciendo bien y está claro que no voy a jugar solo por mi experiencia, jugaré cuando el míster lo crea conveniente. Este domingo me tocó.
-¿Alguna vez vivió una plaga de lesiones como la de este año en Oviedo?
-Me ha tocado, eh. Situaciones como las de ahora o mucho peores. Las lesiones están ahí, pueden ser por muchos motivos pero es cosa del fútbol. Mucho contacto, exigencia, aparecen las sobrecargas. Sabemos que hay gente del filial que nos pueden ayudar.
-De su etapa en la Real Sociedad, recuerdo la presión agresiva que hacía siempre hacia adelante. Esa era una de las cosas que más me llamaba la atención. ¿Puede volver ese Carlos?
-Eso es lo que quiero, sí. Allí pasé años muy buenos, era un chaval más joven y alocado, con el tiempo me he ido controlando. Busco volver a sentirme a gusto, ahora me encuentro muy bien y en el campo se nota. Si a esto le sumamos el empuje del equipo y que todos vamos a una, pues perfecto.
-Martín Lasarte (ex entrenador) y Dani Estrada (ex compañero) me hablaron de ese golpeo con la zurda que se sacó de la manga cuando siempre había sido diestro cerrado. ¿Cómo fue eso?
-Cuando llegas a línea de fondo lo normal es que te tapen la pierna dominante. Buscaba soluciones, lo trabajé mucho y al final le cogí el truco al golpeo. Agirretxe se lo sabía de memoria y marcamos muchos goles así. Los jugadores tenemos que buscar soluciones, recursos que nos puedan ayudar. Cuando me lo hacen a mí es algo difícil de defender, porque el rival se espera un centro abierto y le obligas a correr dirección portería.
-Nació en Lodosa, se crió en Zubieta… ¿su próximo equipo debía ser uno del norte?
-Del norte y blanquiazul, a poder ser. Llegué a la Real con 13 años y salí con 32. El momento en el que tocó buscar destino tenía ganas de probar cosas nuevas y en Oviedo me he sentido muy a gusto desde el primer día. Estoy muy contento.
-Con qué se quedaría, ¿el ascenso a Primera o el 4º puesto la temporada 12/13 que os dio el pase a la Champions?
-El ascenso, sin duda. El club estaba en un momento complicado y fue un año en el que no lo tuvimos fácil. Poder ascender en Anoeta fue brutal, el mejor recuerdo que tengo. Tuve la suerte de jugar la Champions en Old Trafford, Lyon, Leverkusen y eso fue tremendo, pero me quedo con el ascenso.
-¿Se parece aquella Segunda (2007-2010) a la actual?
-Para nada. Ahora está mucho más igualado. Cuando yo ascendí subían tres equipos directos y en las últimas semanas había muchos equipos que no se jugaban nada. Ahora todo el mundo se juega algo hasta el final, es mucho más difícil e interesante.
-En San Sebastián apostaron por Zubieta cuando se descendió. ¿Se habría hecho si el equipo no hubiera bajado?
-Creo que el bajar de categoría obligó al club a eso. Siendo egoístas, a mí el descenso me benefició porque tuve la opción de quedarme en el primer equipo. De otra forma hubiera sido mucho más complicado.
-Durante todos estos años vio pasar a muchos chavales del Sanse (filial de la Real Sociedad) por los entrenamientos del primer equipo. ¿Hay mucha diferencia de nivel con los del Vetusta?
-No, la verdad es que no. El filial de la Real lleva muchos años en Segunda B y siempre han dado un gran nivel, sacando chavales de mucha calidad. El Vetusta acaba de ascender pero la verdad es que cuando llegué y empezaron a entrenar con nosotros me sorprendieron. Se les ve con unas ganas tremendas, tienen el sueño de llegar a un paso. Cualquier día te puede cambiar la vida, tienen que estar preparados y saben que se ha hecho una plantilla corta para contar con ellos.
-¿Es posible apostar por la cantera y a la vez mantener la unión y el respaldo del vestuario del primer equipo? ¿Existe ese equilibrio?
-Es complicado, está claro. En la Real me tocó vivir los dos casos y ese equilibrio de subir a gente que realmente puede dar el nivel y fichar de fuera lo que no tienes en casa es lo ideal. La Real en esos años lo hizo. Fichó a Vela y demás jugadores que dieron un plus, y luego gente de la cantera.
-Cuando se marchó de San Sebastián, Jon Bautista, compañero suyo en la Real, dijo que «nunca olvidaré la vez que Del Bosque fue a verte a Anoeta». ¿Conocía ese seguimiento?
-[risas]. El año de la Champions, uno de los jefes de prensa del club me lo comentó. No sé si sería Del Bosque o alguien de la Federación. Aquella 12/13 fue una temporada espectacular, me nombraron mejor lateral derecho de la Liga, fue el año soñado. Me quedó con la confianza que me dio aquel curso.
-¿El mejor jugador con el que compartió vestuario?
-Siempre digo Xabi Prieto. He estado 11 o 12 años en el primer equipo de la Real, vi pasar a muchos jugadores, todos muy buenos, pero Xabi era el mejor.
-El entrenador con el que haya aprendido más y con el que haya disfrutado más, que a veces no es lo mismo.
-Así es, no tiene nada que ver. Aprender seguramente Juanma Lillo. Sabía mucho de fútbol, pero igual demasiado. No tenía los jugadores para hacer el juego que quería y quizás era una propuesta demasiado arriesgada en Segunda. Luego la 12/13, con Montanier. Seguramente no sea el técnico más táctico, pero supo llevar muy bien al grupo y estuvimos muy cómodos.