Goles para calmar la ansiedad

Las pulsaciones hacen que, durante los partidos, muchos jugadores no escondan nada y exterioricen sus emociones en cualquier acción. Tras marcar el 2-0 y el 3-0, respectivamente, Yoel Bárcenas y Joselu liberaron su rabia contenida tras meses sin ver puerta.

El delantero onubense seguramente era el que más estaba sufriendo. Fichado para ser el gol de este Real Oviedo, su ubicación en el esquema de tres centrales y carrileros le obliga a realizar un trabajo más oscuro a costa de rondar menos el área rival. De hecho, el de ayer es el primer gol de Joselu desde que juega tirado al costado derecho, ya que el anterior había sido ante el Elche actuando de delantero centro.

Nueve encuentros, todos ellos como titular y en varios sin gozar de ninguna oportunidad, demasiado para un delantero que, aunque en la actualidad no ocupe dicha demarcación, nunca dejará de serlo. «Joselu está haciendo un trabajo impresionante, pero los delanteros quieren goles», dijo Anquela en sala de prensa. La celebración del 3-0, llena de rabia tras haber fallado el penalti, lo dijo todo.

Precisamente, el asistente del onubense en el tanto que cerraba la goleada fue el otro gran protagonista de la tarde. Yoel Bárcenas demuestra en cada entrenamiento ser un jugador pasional, de esos a los que una pérdida o un mal tiro les puede hundir hasta una sesión en El Requexón. Seguramente calmar esa ansiedad es uno de los grandes retos que tiene por delante.

Desde su deslumbrante actuación en el Nuevo Arcángel allá por la segunda jornada de Liga, cuando fulminó al Córdoba con dos goles y una asistencia, el panameño no había vuelto a marcar. Ayer lo hizo de falta, una disciplina que se empeña en entrenar día sí y día también en la ciudad deportiva azul. Un gol que debe potenciar el rendimiento de un jugador clave para el Oviedo.