La Voz de Asturias

Arrasate: «Anquela se ha ganado el respeto de la categoría»

Azul Carbayón

Pablo Fernández Oviedo
Jagoba Arrasate en el banquillo de El Sadar

Entrevista con el entrenador de Osasuna, próximo rival del Real Oviedo (sábado, 16:00 horas)

18 Oct 2018. Actualizado a las 22:27 h.

En la 13/14, con 35 años y sin haber pasado ni por Segunda ni por Segunda B, se puso al frente de una Real Sociedad de Champions. Dos años después, se instaló en Soria para crecer de la mano del Numancia. Ahora, está ante su gran oportunidad en la división de plata. La Voz de Asturias charla con Jagoba Arrasate (Berriatua, Vizcaya, 1978), entrenador de Osasuna y próximo rival del Real Oviedo.

-Pregunta: Ya son más de tres meses en Pamplona, ¿cómo se encuentra en la ciudad y en el club?

-Respuesta: La verdad es que muy bien, la adaptación está siendo relativamente sencilla. Somos de por aquí cerca y entendíamos lo que era Osasuna y su idiosincrasia, además de conocer a la sociedad navarra.

-¿Cuáles son las diferencias más notorias entre el Numancia y Osasuna?

-Bastante parecido, no creas. Unas buenas instalaciones, un día a día cómodo, gente familiar y un ambiente sano en el vestuario. Lo que cambia es la exigencia. Al final el Numancia está hecho para mantenerse en el fútbol profesional y el objetivo de Osasuna es volver a Primera División.

-Si bien el club rojillo es uno de los más poderosos de la categoría, su entorno no parece tan agresivo como el de otros equipos punteros. O por lo menos esa es la impresión que da desde fuera.

-Son un público muy fiel, sí. Después de una temporada decepcionante como la del año pasado se han vuelto a conseguir muchos socios, y la gente que va al campo está con el equipo. En ese aspecto no hay esos nervios que puede haber en otras plazas. Y es de agradecer.

-Viendo la plantilla que tiene entre manos, hasta qué punto nota la presión por tener que hacer una gran temporada y formar un buen equipo.

-Cuando venimos a Osasuna sabíamos lo que había, cuál era el objetivo y la exigencia. Tenemos una gran plantilla pero también conocemos cómo es esta categoría. Nuestra labor ahora mismo es lo que comentas: hacer un buen equipo de esta buena plantilla. Si en Segunda no lo consigues, no puedes alcanzar los objetivos.

-La mayoría de entrenadores pasan por Segunda antes de llegar a Primera. En su caso fue al revés. ¿Cree que esto le ha beneficiado a la hora de enfrentarse a un vestuario de la categoría?

-Tampoco pienso mucho en esas cosas, no elegimos el camino que hacemos. Me llegó muy pronto la oportunidad de Primera (con 35 años) y luego entendí que necesitaba un proyecto serio en Segunda como era el del Numancia.

En ese aspecto, hoy en día el jugador mide muchísimo al entrenador. Continuamente nos están observando y estudiando. Más allá de dónde vengas, lo importante es ganarte el crédito día a día.

-En una entrevista en julio, dijo que no tenía pensado con qué esquema jugar en Osasuna, que lo que sí tenía claro era el estilo que quería implantar. ¿Cómo llega el equipo rojillo al encuentro del sábado?

-Así es. El dibujo no me parece tan importante, o al menos no tanto como los conceptos. Hemos conseguido ser más o menos fiables en casa con una idea de apretar en campo rival, de ser verticales tras el robo. Fuera de casa, hasta el día del Zaragoza, hemos estado lejos de encontrar esa versión. En La Romareda sí estuvimos bien.

Nuestra idea es hacer en el Carlos Tartiere lo que estamos haciendo en El Sadar. Claro que al Oviedo también le gusta eso y el último partido en casa ante el Albacete jugaron muy bien, veremos quién se impone el sábado.

-¿Encontrar esa identidad es la labor más difícil para un entrenador?

-Puede ser, pero creo que es lo más importante. Nosotros peleamos por ello. Cada entrenador tiene más o menos su metodología para llegar a ese estilo deseado. De momento nos ha costado más fuera que en casa, pero entiendo que cuando consigues esos automatismos, cuando consigues que el jugador crea en lo que está haciendo y esté cómodo dentro del campo, es más fácil lograr los objetivos.

-Los resultados mandan y seguramente sean el único juez de este juego, pero, dentro de ese cortoplacismo, ¿es más importante ir moldeando un estilo de juego que conseguir puntos en las primeras jornadas? Si ambos van de la mano pues mejor, claro.

-Como dices, vivimos de los resultados, eso está claro. Pero en una Liga tan larga, si no sumas mucho al principio pero vas afinando tu estilo y consiguiendo lo que quieres, esta categoría te da la opción de engancharte a esas posiciones de arriba. Sobre todo tras el cambio de formato y la aparición de los playoffs. Es importante ganar al principio, claro que sí, pero si tienes claro ese estilo al final será más fácil sumar victorias.

-Llegó a Soria en el verano de 2015, heredando el puesto que Anquela dejó en Los Pajaritos. ¿Cuál es su opinión sobre el técnico del Real Oviedo?

-Ya sabemos cómo es Juan Antonio, guardo una buena relación con él. Es un apasionado de esto. En Soria hizo dos años en los que cumplió con el objetivo, incluso estuvo cerca de playoffs. Allí le guardan un gran cariño.

En este mundo de los entrenadores, al ser mayor que nosotros, todos le apreciamos mucho. Sabemos de dónde viene, nadie le ha regalado nada y en esta categoría ya se ha ganado el respeto de todo el mundo porque lleva muchos años y además haciéndolo bien.

-¿Qué Real Oviedo se espera el sábado?

-Me espero un partido muy complicado. El último partido en casa estuvieron muy bien. Apretaron arriba al Albacete y les incomodaron muchísimo, fueron capaces de robar alto. Creo que esas son las señas de identidad del mejor Oviedo. El otro día en el Wanda volvió a jugar con el 4-3-3, ante un equipo que tiene el balón y no es fácil robárselo. Fue un partido diferente.

-¿Cómo valora el inicio de curso de los azules?

-Han firmado jugadores nuevos y están teniendo bajas importantes, sobre todo en defensa. Como todos los equipos, están intentando ser fiables y sacar puntos en este inicio de temporada. Están cerca del playoff y a final de temporada seguro que lucharán en la zona alta. 

-¿Hasta qué punto el juego del rival condiciona el trabajo de una semana? 

-Creo que lo que tenemos que intentar es, sobre todo, anticiparnos a las cosas que pueden pasar durante el partido. Le damos mucha importancia a cómo jugamos nosotros, pero obviamente no es lo mismo que el Oviedo juegue con tres centrales y carrileros a que lo haga con un 1-4-3-3.

Hay que plantear esas situaciones durante la semana, llevarlas a cabo y que el jugador esté el sábado lo más cómodo posible dentro de la dificultad de la competición. Los matices del rival siempre tienes que tenerlos en cuenta y hay que trabajarlos.

-Hace unas semanas, Anquela dijo que en España, por lo general, no se respetaba al entrenador. ¿Está de acuerdo con él?

-[Risas]. No lo sé, la verdad. Lo que sí es cierto es que al ser un país muy futbolero hay mucho entrenador por la calle. En el Tartiere igual hay 20.000 y en El Sadar pues 15.000. Todo el que va al fútbol tiene sus gustos. 

-Entonces usted también lo ha notado.

-No es como antes, que se respetaba más al entrenador o, por lo menos, tenía más crédito. Ahora nos cuestionan hasta la convocatoria. No ha empezado el partido y ya hay un cierto debate. Creo que son cosas que antes no había.

El tema de las redes sociales también ha cambiado el panorama y estamos mucho más expuestos. A la gente le gusta mucho dar su opinión y sí que es cierto que la figura del entrenador ha perdido algo de peso.

-De los 22 equipos de Segunda, podría decirse que 16 tienen como objetivo luchar por el playoff. Los puestos de prestigio son los que son: dos ascienden directos y cuatro promocionan. ¿Esto hace que la palabra ‘fracaso’ salga a la palestra con mayor frecuencia y de manera más injusta?

-Así es. Hay más de 15 proyectos con la ilusión y el objetivo de acabar el curso entre los seis primeros. Los recién descendidos tienen que estar sí o sí y luego hay muchos equipos históricos, con grandes ciudades y aficiones. Ya no es que no te metas entre los seis primeros, es que si en la jornada 10 no estás dentro parece que la cosa no funciona y la gente se pone nerviosa.

Si algo se ha demostrado en esta categoría, y tenemos el ejemplo del año pasado del Valladolid o el Zaragoza, es que esto es muy largo y da muchas vueltas. Pero entiendo que todo se magnifique en las entidades más grandes, lo bueno y, sobre todo, lo malo.

-En los últimos años, en Primera División se está viendo una riqueza táctica casi sin precedentes. Muchos equipos que juegan bien y cada uno de una forma diferente. ¿Pasa también en Segunda?

-A la Segunda la rodean muchos tópicos. El curso pasado el Huesca jugó muy bien, el Zaragoza logró funcionar a la perfección con el rombo, el Girona cuando asciende lo hace con un dibujo muy difícil de contrarrestar... Yo creo que todo es fútbol.

Hay gente que dice que tal equipo solo defiende, pero es que defender bien no es nada fácil. Lo que hay que hacer es sacar el máximo rendimiento a la plantilla que tengas y, dentro de esa igualdad que reina en la categoría, son importantes esos conceptos tan manidos como la eficacia y la solidez.

-Lo de que estamos ante la Segunda más difícil de los últimos años es un tópico o es cierto.

-Yo es que nunca la he visto fácil. Ahora estoy en un equipo con mayores aspiraciones y lo sigo viendo difícil. Es complicada pero también muy atractiva. Una gran categoría a la que se le está dando una mayor cobertura, donde hay emoción y clubes históricos. Es difícil pero yo me quedo con eso, es muy bonita y enriquecedora para los entrenadores.

-Van nueve jornadas de Liga, todavía queda un mundo. Aun así, ¿ya hay algún equipo que te haya sorprendido en este comienzo de curso?

-Todos sabíamos del potencial de los tres que vienen de Primera. Pero luego ahí está el Alcorcón (3º en la tabla), con un equipo similar al del año pasado y compitiendo arriba, algo parecido a lo que hicimos el año pasado en el Numancia. Esa es la grandeza de esta categoría. Ya puedes hacer quinielas que siempre habrá algún equipo que se cuele.


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