En busca del contexto perfecto

La llegada de Rodri Ríos al Real Oviedo es inminente y es momento de analizar el fichaje dentro del escenario peculiar que es la Segunda División. Tras un curso en el que el poco gol de la plantilla oviedista protagonizó miles de debates tanto en los medios como en los propios aficionados, la búsqueda de un delantero centro en el mercado de verano se presumía una cita clave para el futuro del proyecto carbayón.

Con Linares acabando contrato y un Toché camino de los 36 años, la renovación de la posición era urgente. Desde el filial llega Steven Prieto, pero la juventud del ovetense unido al ascenso del Vetusta hacen que el club se pueda permitir dejarlo por el momento en Segunda B. Y ahora llega Rodri Ríos.

Si uno mira la tabla de goleadores de la Segunda 17/18, podrá observar que de los once primeros tan solo tres jugarán en Segunda la temporada que viene: Michael Santos tiene contrato con el Málaga (un recién descendido) y Sergi Guardiola podría abandonar el Córdoba destino Primera. El otro es Rodri. Todos los demás tienen un sitio asegurado en la élite del fútbol español o volverán, de momento, a su club de origen, caso de Longo y el Inter. 

Rodri Ríos es uno de esos delanteros candidatos a explotar su faceta goleadora cualquier año. Tras varias temporadas asentado en la decena de tantos, llegar a 15 o 20 el curso siguiente puede entrar dentro de la lógica de la competición. Eso fue lo que sucedió con Jaime Mata, Joselu, Ángel, Ortuño o Roger, arietes que alcanzaron cifras impresionantes tras años de sacrificio.

Su entendimiento del juego, la capacidad de asociarse en corto o ir al espacio, su tiro desde la frontal o su oportunismo dentro del área son cualidades perfectamente compatibles con una temporada de 20 goles. Tras Valladolid, Córdoba y León, Oviedo busca recoger los frutos. En el contexto adecuado y con confianza, el delantero soriano puede ser ese delantero que tanto ansía Anquela y el oviedismo.