Contracrónica: Oro y carbón
Azul Carbayón
Linares, Alfonso y Aarón fueron los Reyes Magos oviedistas frente al Huesca
08 Jan 2018. Actualizado a las 09:26 h.
Tres Reyes Magos tuvo el Real Oviedo este domingo en Huesca. Con un día de retraso, los azules quisieron repartir regalos en El Alcoraz. Pese a que el comportamiento del equipo es intachable, hubo carbón por partida doble.
Es una lástima (y también algo preocupante) lo que le está ocurriendo al Real Oviedo con los penaltis este año. Linares contra el Numancia. Saúl contra el Nástic. Rocha frente a Osasuna. Y de nuevo, Linares ante el Huesca. Son cuatro penas máximas las que ha errado el equipo de Anquela. En una categoría tan igualada, estos pequeños detalles pueden suponer una gran diferencia a final de campeonato.
Lo peor de este primer regalo en forma de carbón es que el asunto de los 11 metros amenaza con convertirse en algo psicológico, una pequeña losa en la mente de los futbolistas azules. Habrá que ver quién se decide a lanzar el siguiente penalti. Por valentía entre la plantilla no va a ser.
Junto a Linares, Alfonso Herrero fue el segundo Rey Mago que también trajo carbón. Después de 5 semanas ofreciendo seguridad y grandes intervenciones, el toledano cometió su primer gran fallo en el fútbol profesional con el consiguiente castigo en el marcador. Es la condena de los cancerberos: sus fallos cuestan goles.
Pero existe una parte positiva para Herrero. Es altamente improbable que le vaya a volver a suceder en su carrera deportiva. Una lección que ha aprendido pronto y que seguro que le ayuda a crecer como futbolista. Sus gestos de arrepentimiento tras el gol de Gallar podían presagiar que se iba a venir abajo. Sin embargo en la segunda parte mostró valentía y confianza en varias salidas por alto.
El Mago Aarón trajo oro
Pero no todos los regalos iban a ser de carbón. También hubo oro y de muchos quilates. Aarón Ñíguez fue el encargado de ofrecer este presente a todo el oviedismo en una bella jugada en combinación con Saúl Berjón. Autopase, recorte en el área y definición imposible para Remiro. Un gol que valía un punto en el campo más difícil de la categoría.
Así cerró la primera vuelta de campeonato el Real Oviedo. Los asturianos cosecharon un empate ante el líder y ya suman más de un mes y medio sin conocer la derrota. Las casualidades pocas veces existen en el mundo del fútbol, mucho menos a la larga.
Los de la capital del Principado han creído en una idea, en la idea de su entrenador. Juan Antonio Anquela es el máximo responsable de haber convencido a su vestuario y haber superado todas las dificultades. Toca volver a viajar en la próxima jornada. De nuevo, un hueso duro como es el Rayo Vallecano, pero nadie duda que los azules competirán y serán un equipo del que sentirse orgulloso, como dijo su entrenador en rueda de prensa. Los regalos, por cierto, mejor dejarlos para la próxima Navidad.