En busca de unas Navidades tranquilas
Azul Carbayón
El Oviedo se enfrentará al Córdoba con el objetivo de marcharse de vacaciones con buen sabor de boca
13 Dec 2016. Actualizado a las 19:33 h.
El sábado, a las 18:00 horas, Oviedo y Córdoba jugaran en el Carlos Tartiere su último partido de 2016. Lo harán a sabiendas de que el resultado del mismo será importante para que tanto jugadores y afición disfruten de las Navidades con buen o mal sabor de boca. La tabla indica que el Córdoba está más necesitado de puntos, pero las últimas derrotas a domicilio del Oviedo hacen que más que nunca el equipo carbayón necesite ganar en su campo.
El equipo verdiblanco llegará al Tartiere tras cambiar recientemente de entrenador. José Luis Oltra no sobrevivió al irregular inicio de temporada y fue destituido al término de la jornada 16, cuando el Getafe ganó 1-3 en El Arcángel. Luis Miguel Carrión, hasta entonces técnico del filial, fue nombrado entrenador del primer equipo.
Su debut se saldó con una gran victoria en el Municipal de Reus, pero en la última jornada los fantasmas volvieron a la ciudad califal al caer en El Arcángel con el Cádiz, también por 1-3. El Córdoba ocupa ahora el puesto 16, con solo tres puntos de ventaja con la zona de descenso que marca el Mallorca. Al enfrentarse entre ellos en esta última jornada del año los cuatro equipos que están por debajo del Córdoba (Almería, Numancia, Mallorca y Mirandés), una derrota en Oviedo podría significar bajar algún puesto más en la tabla.
Por su parte, el conjunto de Fernando Hierro está inmerso en una notoria irregularidad. Si bien ha conseguido hacer del Tartiere un fortín, lejos de la capital del Principado acumula tres derrotas consecutivas. Se trata de una irregularidad que pesa en el juego y en la mente de los futbolistas, pero no en la tabla. Debido a la máxima igualdad que impera en la categoría, una victoria te vuelve a meter en los puestos de arriba aun habiendo perdido el partido anterior.
Por eso el partido ante el Córdoba es importante. Marcharse de vacaciones y verse en puestos de playoff o por lo menos muy cerca de estos supondría un subidón de moral que haría pasar al oviedismo unas Navidades tranquilas.