La venta de hoteles aumenta en Asturias impulsada por el turismo rural
Asturias

El Principado ofrece 60 establecimientos en todo su territorio, contra la tendencia de la media Española donde la comercialización baja un 8 por ciento
21 Apr 2025. Actualizado a las 05:00 h.
El turismo está desatado en Asturias en los últimos años, y la oferta de viviendas vacacionales e inmuebles destinados a usos turísticos sigue en aumento. Entre estos inmuebles están los hoteles. La oferta de establecimientos con licencia hotelera ha aumentado un 43,4% en un año. Según el portal Idealista, en 2023, la región contabilizaba 47 hoteles en venta, mientras que a finales de 2024 la oferta se situaba en 60. De esta manera, Asturias va contra la tendencia general de España, donde el porcentaje cayó un 8 por ciento.
Casi todos de estos hoteles son edificios de tamaño bastante modesto, con un número de habitaciones limitado: hoteles rurales en su mayoría. Es en este campo donde se dispara la oferta.
Además, la distribución de hoteles en venta no es homogénea en el territorio asturiano. Existe una concentración significativa en la capital, Oviedo, en la franja costera, con municipios como Cudillero, Gijón, Ribadesella o Llanes, en zonas del entorno de los Picos de Europa como Cangas Cangas de Onís, Ponga y Onís, o concejos estratégicamente situados entre la montaña y el mar como Piloña, Parres y Villaviciosa.
Con todo, estos datos son los que se extraen de la oferta pública y visible. Pero hay otra oferta subterránea, la de las compraventas que realizan agentes que buscan, sobre todo, discreción. Francisco Bonilla Peruyero, responsable del portal ventadehotelesenasturias.com, asegura que la venta de hoteles es algo «muy complejo», y que «la mayoría de los hoteles grandes o que tienen un precio bastante elevado se venden en privado, sin anunciarse; los que salen a la luz suelen ser los pequeños».
Perfil del vendedor
De hecho, la mayoría de los hoteles que se ponen a la venta tienen tan solo 10 o 12 habitaciones. La razón de la venta es, muchas veces, «falta de relevo generacional». Familias que pusieron un hotel, que se jubilan y cuyos hijos no quieren hacerse cargo.
Porque lo que tienen los hoteles rurales es que «los tienes que llevar de manera muy familiar, no son los típicos negocios que busca un inversor o un fondo para sacarle una rentabilidad; pueden facturar para que lo lleve una familia y viva en el edificio; vives bien de ello pero no te vas a hacer millonario», sostiene Bonilla.
Estas dificultades hacen que algunos propietarios de hoteles decidan tirar la toalla y dedicarse a otra cosa. También están, dependiendo de la zona, algunas dificultades para mantener la rentabilidad en temporada baja. A pesar del crecimiento turístico, hay muchos lugares en los que acabar con la estacionalidad es todavía un desafío.
Asimismo, la normativa se está haciendo cada vez más compleja e intrincada, y algunos pequeños empresarios tienen dificultades para compatibilizar el aumento de la burocracia con la gestión del propio establecimiento.
Perfil del comprador
Uno de los perfiles más habituales de los compradores de hoteles en Asturias es gente de Madrid o de otras ciudades de España que se cansan de su trabajo y de la vida en la ciudad y deciden trasladarse al campo o a la costa para llevar un hotel de 12 a 15 habitaciones. Viven en el hotel y lo gestionan desde ahí.
Bonilla señala que el hotel es como cualquier otro negocio: «Hay que saber gestionarlo y mucha gente no lo sabe gestionar, tienes que llevarlo tú porque no te puedes permitir tener muchos empleados».
Esta necesidad de saber gestionar se hace, quizá, más apremiante en Asturias en los últimos tiempos, debido al extraordinario crecimiento que ha experimentado el turismo en la región. «Hay mucha oferta hotelera, de apartamentos turísticos, de viviendas vacacionales, y si al final coges un hotel, una casa o un apartamento, tienes que estar encima de ello y saber lo que haces para que funcione», sostiene. Y no hay que olvidar otros modelos de gestión de alquiler de alojamientos a través de plataformas en internet que están cambiando a pasos agigantados el panorama del sector.
El caso de los hoteles de grandes dimensiones, que por otra parte no abundan en Asturias, es bien distinto. En este caso, tanto el comprador como el vendedor quieren operar fuera de los focos. Solo se conoce la transacción una vez que se ha llevado a cabo, y no siempre. Un ejemplo es el hotel Begoña, en Gijón, cuya adquisición por un fondo francés se hizo pública el pasado febrero. Hasta entonces, no había noticia de que estuviera en venta.
Perspectivas futuras y oportunidades
Hay cierto optimismo en el sector respecto al futuro inmediato, debido al creciente impulso del turismo en Asturias. Entre otros factores, se apela a la mejora de la conectividad, tanto por aire como ferroviaria, y estrategias públicas de desestacionalización, que si bien no se da en todas las latitudes, sí es cierto que está dando frutos en algunos municipios, con crecimientos considerables fuera de la temporada alta.
Por otra parte, está el impulso del turismo internacional, que está experimentando también en los últimos años un crecimiento sostenido. Este panorama podría configurar en un futuro próximo un escenario atractivo para inversores.
No obstante, el modelo de hoteles asturiano no es tan propicio para los grandes números como sí lo son los de las grandes urbes de España, como Madrid o Barcelona, o las áreas costeras con turismo masivo como la franja mediterránea o Canarias. Es una desventaja que tiene como contrapartida un mayor cuidado de la costa, donde no está permitido el desarrollo de grandes complejos hoteleros que podrían afectar enormemente al paisaje.
En una situación de creciente presencia de turismo en Asturias, parece paradójico que haya más hoteles a la venta que nunca. No lo es, sin embargo, ya que el tipo de hoteles que está a la venta es en su mayoría el de los establecimientos familiares, mucho más propicios para el cambio de propietarios, sobre todo en un momento en el que hay cierta crisis en el relevo generacional en todo el ámbito rural asturiano.
Con este panorama, Asturias ofrece a quien quiera cambiar de paisaje muchas oportunidades, con la condición de que sepa lo que hace y esté dispuesto a ponerse al frente del establecimiento con una gestión rigurosa. SI cumple estos requisitos, la región le ofrece, sin duda, uno de los mejores escenarios.