La Voz de Asturias

Las iniciativas privadas reescriben el equilibrio de sanidad y educación en Asturias

Asturias

Manuel Noval Manuel Noval Redacción
Vista de la nueva calle peatonal Ramón y Cajal, junto al edificio histórico de la Universidad de OviedoVista de la nueva calle peatonal Ramón y Cajal, junto al edificio histórico de la Universidad de Oviedo

Varias universidades corporativas tienen proyectos en la comunidad y un hospital privado entra con fuerza en la oferta sanitaria de Gijón

22 Apr 2025. Actualizado a las 05:00 h.

Asturias es una comunidad autónoma con un modelo de servicios esenciales eminentemente público. Durante décadas, la sanidad y la educación reglada han sido, sobre todo, públicas, y el sector privado, aunque presente, no tenía especial fuerza en comparación con otras comunidades españolas donde la oferta está algo más equilibrada.

Sin embargo, en los últimos tiempos estamos asistiendo a varias iniciativas que podrían cambiar el panorama de forma significativa, tanto en la educación como en la sanidad.

Educación

La oferta universitaria asturiana actualmente es pública en su totalidad. La Universidad de Oviedo es la gran institución universitaria que acoge la formación superior en la región, con numerosas facultades distribuidas por el territorio asturiano. Por otra parte, la oferta se complementa con la formación que ofrece el centro asociado de Gijón de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

Este escenario está a punto de cambiar, porque han anunciado la intención de abrir sede en Asturias nada menos que tres universidades privadas, en las tres ciudades más pobladas de la región.

La Universidad Antonio de Nebrija tiene previsto establecerse en Avilés, para impartir el Grado de Enfermería. Esta es la implantación más avanzada. La intención de esta institución con sede en Madrid es comenzar a impartir docencia a partir del curso 2025-2026. Sería una oferta inicial de 90 plazas distribuidas en dos grupos, en centro adscrito, vinculado a la universidad madrileña bajo la normativa autonómica, y su sede sería el Palacio de Camposagrado.

Por otra parte, la Universidad Europea ha mostrado su intención de desarrollar un campus en Gijón, donde se impartirían principalmente los grados de Medicina y Enfermería, aunque también podrían incluirse en un futuro estudios relacionados con el Derecho o la Economía.

Finalmente, la Universidad Alfonso X el Sabio también ha mostrado su interés por establecerse en el edificio Calatrava, en Oviedo, donde impartiría varios grados relacionados con las ciencias biosanitarias. No obstante, esta propuesta no ha sido transmitida al Principado de forma oficial, a diferencia de las dos anteriores, que sí han iniciado la tramitación formal

La postura del Gobierno del Principado ante la llegada de estas universidades privadas es de prudencia. El ejecutivo regional ha asegurado que seguirá defendiendo la educación pública, si bien la tramitación de los expedientes de las privadas sigue su curso. El Principado estará atento para que ambas instituciones sigan los estándares que garanticen una enseñanza de calidad.

La implantación de la universidad privada tiene partidarios y detractores. Entre estos últimos está el Conseyu de la Mocedá de Asturias, que sostiene que el único objetivo de estas universidades es el rendimiento económico y, por otra parte, que puede contribuir a aumentar las desigualdades.

La educación universitaria podría, llegado el momento, equipararse en cierta medida a la enseñanza preuniversitaria, donde, aunque la enseñanza pública sigue acaparando la mayoría de oferta con mucha diferencia, coexisten con ella numerosos centros tanto privados como concertados. Los colegios privados en Asturias, aunque menos numerosos que en otras comunidades autónomas, presentan proyectos educativos diferenciados que han logrado atraer a parte de las familias asturianas.

El Principado, con todo, al igual que ocurre con la Universidad, se ha mostrado partidario de seguir fortaleciendo la educación pública, entre otras cosas, con el refuerzo de la plantilla de docentes, la puesta en marcha de nuevos centros y el desarrollo de la Formación Profesional y la expansión de la red de Les Escuelines, los centros de educación gratuita para alumnado hasta los tres años.

Sanidad

Asturias ha mantenido históricamente un sistema sanitario fuerte, desarrollado por el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA). Sin embargo, en los últimos tiempos han surgido iniciativas privadas de cierta entidad que buscan complementar la oferta. El proyecto más destacado es la construcción de un hospital privado del grupo Quirón en Gijón.

El último gran trámite salvado por el grupo para la implantación del centro hospitalario ha sido la modificación del Plan General de Ordenación (PGO) aprobada el pasado febrero por el Pleno. El hospital ha contado con una fuerte oposición del los partidos de izquierdas de la Corporación, que han votado en contra de la modificación del plan, y también de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), que ha llevado la tramitación a los tribunales por una supuesta infracción del Reglamento de Bienes de Entidades Locales en el proceso. Si supera este último escollo, el hospital, cuyas obras está previsto iniciar este año, representará una de las infraestructuras sanitarias privadas más significativas de los últimos años en Asturias.

Necesidades en salud mental

Otro sector donde la iniciativa privada ha encontrado un nicho relevante es el de la salud mental. Para los próximos años, el Principado contempla desarrollar nuevos centros de salud mental en Cangas del Narcea, Gijón y Riaño, con los que espera dar cobertura a las crecientes necesidades de la población en este ámbito. La tramitación del de Cangas del Narcea es la más avanzada. Si se cumplen los plazos previstos, las obras comenzarán en 2026 y el centro abrirá en 2027. En cuanto a los otros dos, su apertura definitiva podría demorarse hasta el 2028 o el 2029.

Entretanto, son muchas las clínicas dedicadas a la salud mental. Algunos de estos centros tienen tanto plazas privadas como concertadas. En este caso, su presencia en la oferta sanitaria es menos controvertido, ya que contribuyen en buena medida a paliar la falta de recursos públicos existentes. Aun con la iniciativa privada, la capacidad de asistencia de Asturias en materia de salud mental sigue teniendo muchas limitaciones.

 Ayuda a Domicilio

Otro servicio que ha experimentado tensiones relativas al modelo de gestión es el de Ayuda a Domicilio. Es un servicio público de atención a personas y familias con miembros dependientes, en el que los ayuntamientos tienen capacidad para decidir si lo ofrecen por sí mismos o si lo gestionan a través de empresas privadas. Han sido muchas las voces críticas contra la gestión del servicio por contratos a empresas, a pesar de lo cual la mayoría de los municipios eligen este modelo, porque lo consideran más operativo.

En este caso, las críticas al modelo privado se dirigen sobre todo a las condiciones de las trabajadoras: se denuncian salarios bajos, escasa formación y un índice elevado de enfermedades profesionales. Para reclamar sus derechos, las trabajadoras de la Ayuda a Domicilio han protagonizado varias movilizaciones en los últimos años. 

De la privatización a la remunicipalización

En algunos ayuntamientos se han ido privatizando en las últimas décadas servicios como la recogida de basuras o el abastecimiento de aguas. Algunos municipios están estudiando hoy llevar a cabo estas privatizaciones, según sus gobernantes, para garantizar la calidad del servicio.

En el sentido contrario, está surgiendo en los últimos años un movimiento que defiende la remunicipalización de servicios externalizados. En este caso, se trata de defender lo público frente a lo privado con un argumento que va en contra de quienes aseguran que la gestión privada aumenta la eficiencia.

Los defensores de la remunicipalización sostienen que cuando se trata de servicios esenciales no se puede mirar solo el beneficio sino el servicio, y que muchas empresas, al buscar el máximo rendimiento, promueven el aumento del consumo o el incremento de las tarifas, lo que va en detrimento de la población.

No cabe duda de que la relación entre los servicios públicos y privados siempre será tensa. Hay quienes abogan por una convivencia cooperativa entre ambos sectores, pero todo indica que esta relación parece abocada al fracaso. Cuando se trata de sectores que despiertan tantas sensibilidades como la educación o la sanidad, la tendencia general es a la polaridad: o se defiende un modelo o se aboga por otro. Los términos medios no parecen hechos para los tiempos que corren.


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