La Voz de Asturias

«El momento del final de los animales de compañía también tiene que ser cuidado»

Asturias

Marcos Gutiérrez Redacción
Imagen de archivo de un perro raza can de palleiroImagen de archivo de un perro raza can de palleiro

Pedro Quirós es el director del crematorio y tanatorio Valcubia de Grado, operativo desde el año 2021. Considera que, antes de nacer este tipo de equipamientos con posibilidad de velar a las mascotas, «era más trágico» el separarse del animal «que el propio proceso de la eutanasia»

21 Apr 2025. Actualizado a las 05:00 h.

El crematorio y tanatorio Valcubia, ubicado en Grado, nació en el año 2021 con la intención de que el momento de la despedida de nuestras mascotas sea lo más digno posible, buscando soluciones no sólo técnicas, sino basadas eminentemente en la empatía.

Se trata de proporcionar un trato adecuado a las mascotas y a sus propietarios en un momento tan difícil, siempre cumpliendo con todos los requisitos técnicos y medioambientales. En Valcubia cuentan con servicio de incineración individual para despedir a las mascotas, con servicio de entrega de las cenizas, en una urna de madera si así lo desea el dueño, así como otras opciones, incluso biodegradables, para depositarlo en un lugar especial.

También disponen de servicios de incineración colectiva pensada para centros veterinarios, recogida a domicilio, servicio de urgencia, seguro y un parque digital online, en el que ofrecen a los dueños la oportunidad de enviar la foto preferida de su mascota, que será la que figure en su parque digital, así como añadir un pequeño texto, que solo será visible haciendo clic en la imagen.

Valcubia, crematorio y tanatorio de mascotas de GradoValcubia, crematorio y tanatorio de mascotas de GradoValcubia

Pedro Quirós es el director de Valcubia. «Yo soy veterinario y llevo 30 años haciendo clínica de animales de compañía», explica. Este profesional comenta que «veía que después de lo que invertimos en las clínicas, en formación, en aparataje y personal para dar un trato lo mejor posible, cuando llegaba el momento final de dejar el perro encima de la mesa y marcharse de allí, con la incertidumbre de qué iba a pasar, aquello no era lo esperado por la gente ni mucho menos, quizá incluso podría decir que era más trágico el separarse de él que el propio proceso de la eutanasia».

Es por eso que pensó que «había que ponerse a esto, porque era algo que veía, aparte de como negocio, como algo muy necesario desde el punto de vista de complementar los servicios veterinarios». «En un mal momento lo que hacemos es facilitarles a las personas al máximo ese desenlace», remarca.

«Entendemos que la gente quiere, aunque esto requiere un poco de educación, disponer de esas cenizas, bien para conservarlas o bien para depositarlas en el sitio que les parezca», afirma y, en este sentido, añade que «tradicionalmente sí que había incineradoras, pero lo de la devolución de las cenizas era muy minoritario».

Pedro Quirós comenta que en Valcubia ofrecen «incineraciones colectivas en las que evidentemente no se pueden devolver las cenizas, pero también individuales, en las que se garantiza que el trato va a ser como si el animal fuese nuestro».

«Nosotros les decimos a los clientes que esto lo podemos hacer gestionándolo desde la clínica y que recojan allí las cenizas en colaboración con su veterinario o, si quieren, se lo recogemos, pero ellos pueden venir aquí, les concertamos una cita un rato antes de la incineración para despedirse y ver a su mascota por última vez».

En cuanto al parque digital online, los usuarios «envían la foto y el comentario y se sube» a la red. Remarca que este servicio a través de la web «tuvo un éxito tremendo». En este sentido, no duda en afirmar que «las dedicatorias tienen una sensibilidad que nos impresiona a nosotros mismos».

Y es que, en este sentido, la convivencia con la mascota «es muy estrecha, sobre todo en perros de pisos», ya que son animales que «están ahí 15 o 17 años en contacto contigo, dependen de ti para todo y entonces, se genera un vínculo». Es por eso que «el momento del final de los animales de compañía tiene que ser también cuidado».

El director de Valcubia no duda en afirmar que «los veterinarios aceptaron la idea y el proyecto de una forma entusiasta, es decir, trabajamos más o menos con 90 de las 120 clínicas que hay en Asturias». En este sentido, «todo el mundo quería mejorar el servicio al final, la despedida, que era algo que se necesitaba». 


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