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«Tuvimos que mover los asientos»: el parto en plena autopista de una familia asturiana

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De madrugada, en los asientos traseros de un coche pequeño, en medio de una autovía, dio a luz Yaiza, una madre que se puso de parto a mitad de viaje y tuvo que ser asistida por agentes de la brigada de Tráfico de la Guardia Civil de Benavente (Zamora)De madrugada, en los asientos traseros de un coche pequeño, en medio de una autovía, dio a luz Yaiza, una madre que se puso de parto a mitad de viaje y tuvo que ser asistida por agentes de la brigada de Tráfico de la Guardia Civil de Benavente (Zamora)

La Guardia Civil atendió de madrugada en Zamora a una madre que viajaba hacia el hospital

01 Mar 2025. Actualizado a las 11:36 h.

De madrugada, en uno de los dos carriles de la Autovía Rías Bajas (A-52) y en los asientos traseros de un coche pequeño con otros dos bebés con sus sillas a los lados. Así dio a luz Yaiza, una madre que se puso de parto en medio de un viaje y tuvo que ser asistida por el brigada de Tráfico de la Guardia Civil de Benavente (Zamora) Antonio Garrido, quien ha explicado a EFE que todo fue «muy rápido, en apenas cinco o diez minutos nació» el bebé.

Antonio y su compañero David estaban de servicio cuando sobre las tres de la madrugada del pasado miércoles recibieron un aviso del Servicio de Emergencias 1-1-2 porque una familia residente en Asturias se había perdido cuando a mitad de un trayecto desde Asturias intentaba llegar rápidamente al Hospital Comarcal de Benavente (Zamora) debido a que la mujer tenía contracciones.

El coche, un Opel Astra de tres puertas, lo conducía su pareja, Atila, el nombre del rey de los Hunos que también han puesto al recién nacido.

En los asientos traseros viajaban otros dos niños de apenas uno y dos años que fueron testigos de cómo su madre se hacía hueco entre sus sillas con las piernas estiradas hacia los asientos delanteros y allí nacía su hermano.

Tras la llamada del 1-1-2, los agentes localizaron el vehículo a nueve kilómetros de Benavente en el carril derecho de la autovía, en un tramo en el que una bionda impedía que pararan en el arcén.

La primera intención de los agentes era guiar el coche hasta el hospital, pero el padre les advirtió que el bebé quería salir ya y no podían moverse, por lo que señalizaron el lugar para evitar riesgos con otros vehículos y se pusieron manos a la obra.

¿Cómo lo hicieron?

«Tuvimos que abrir las puertas, mover los asientos de adelante, colocar las sillas, a la mujer, que iba en el medio, estirarle las piernas» y poner una manta, ha explicado Antonio Garrido.

Todo ello con la ayuda del marido que, pese a las circunstancias, fue «bastante hábil», ha admitido el agente de Tráfico.

Apenas fueron cinco o diez minutos de parto y, al ver que el bebé lloraba y se encontraba bien, lo arroparon en una manta, se lo dieron a su madre sin cortarle el cordón umbilical y salieron a toda prisa hacia el hospital para que los sanitarios «terminaran el trabajo».

En los cerca de 25 años que lleva en Tráfico, Antonio Garrido alguna vez había tenido que guiar un coche en el que viajaba una embarazada al hospital, pero nunca se había visto en una tesitura igual. Lo más parecido en su vida fue ver nacer a su propio hijo, aunque, por supuesto, en aquella ocasión no tuvo que hacer de matrona.

El agente ha recordado que la Guardia Civil recibe todo tipo de llamadas y normalmente son malas, por lo que le ha resultado «muy gratificante» intervenir en un caso como éste, en el que llegaron a tiempo y «gracias a Dios, todo salió bien».

Los hermanos, quietecitos durante el parto

Hasta los hermanos de Atila se portaron ejemplarmente y, pese a que no tenían casi espacio con su madre en medio, «estuvieron quietecitos allí, sólo se alteraron un poco cuando vieron llorar al hermano», ha explicado.

Tras el parto en carretera, Yaiza y Atila fueron atendidos inicialmente en el Hospital Comarcal de Benavente y de ahí los trasladaron, ya en ambulancia, al Hospital Virgen de la Concha de Zamora, donde han recibido el alta para regresar a su casa en Asturias.

En el centro hospitalario zamorano, el pasado jueves recibieron la visita de los dos agentes de la Guardia Civil, a los que Yaiza ha agradecido su trabajo y la atención recibida en el nacimiento de su hijo.

Ellos le entregaron, como obsequio, un coche en miniatura de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil para que Atila, cuando sea mayor, no olvide la ayuda inestimable que recibió al venir al mundo, la madrugada de un 26 de febrero, en plena autovía; informó EFE.


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