Joaquín Pixán recupera y renueva el cancionero tradicional con «Asturianadas, la memoria de nuestros mayores»

Realizar un ejercicio musical para recuperar la memoria y la tradición del cancionero asturiano, pero renovándolo y manteniéndolo vivo. Ese es uno de los objetivos «Asturianadas. La memoria de nuestros mayores», el nuevo trabajo del tenor lírico e intérprete Joaquín Pixán (Cangas del Narcea, 4 de marzo de 1950), una obra en la que el músico siente la necesidad de conservar el legado musical tradicional de la zona sur de Asturias y norte de León, conocida como La Raya, y que tiene una de sus manifestaciones culturales definitivas en las denominadas, precisamente, «canciones de la Raya».

En esa inspiración se asienta un este cancionero, integrado por diez temas, que se propone crear innovando desde la tradición. El disco recoge nuevas composiciones sobre textos de encargo a poetas actuales como Ángel Fierro, Aurelio González Ovies y el propio Joaquín Pixán. Recupera, además, poemas de Aurelio de Llano, Vicente Rodríguez y Juan Martínez Abades, todos ellos ligados a la cultura asturiana. El trabajo ha sido grabado por Joaquín Pixán (voz); Manuel Pacheco (piano); Aida Suárez (piano); Martín Pérez (flauta); Nel Pérez (clarinete); Maribel G. Morán (voz tradicional) e Iñaki Santianes (gaita).

Además, completan el contenido los comentarios de Xuán Xosé Sánchez Vicente, apuntes literarios de Ángel Fierro, Roberto Quevedo y Juan Antonio Yeves, y musicales de Joaquín Pixán en cada una de las canciones. El tenor explica a La Voz de Asturias que este disco «responde a una necesidad que yo tengo y, de alguna manera, a una obligación que me he impuesto». Comenta que «cuando uno está ya en una edad de madurez vocal, y en todos los sentidos, la tendencia es siempre volver a las raíces». En este sentido, reconoce que se trata de poner «sentimientos, conocimientos y vivencias que uno tiene» al servicio de la música. La semilla de «Asturianadas. La memoria de nuestros mayores» surge de «un proyecto que se viene desarrollando desde hace ya muchos años».

«Se remonta a 1984, cuando organicé, pensé y realicé la gestión de la producción, dirección y, finalmente, interpretación de un proyecto que se llama 'Madre Asturias', el cual se grabó en Abbey Road, con la Orquesta Filarmónica de Londres, bajo la dirección de Jesús López Cobos». Desde entonces, Pixán siempre ha ido combinando su acercamiento a otras tradiciones musicales con una «gran atención a la música asturiana». En este sentido, opina que «los cancioneros hay que renovarlos, hay que hacer propuestas nuevas y tienen que tener vida, porque no pueden quedarse solamente en un espacio inerte».

En este nuevo trabajo, el oyente se encontrará «texto, música y canciones absolutamente de estreno, inspirado todo, eso sí, en la tradición oral». El trabajo cuenta con textos «en castellano y el asturiano del suroccidente» y «fluye en esos dos idiomas». Joaquín Pixán no duda en definir la música como una suerte de Esperanto. Un lenguaje universal que nos permite comunicarnos y comprendernos sin palabras. «Una música la puedes compartir con altas probabilidades de que a la otra persona pueda interesarle y convertirse en un lenguaje que nos es común», afirma. En definitiva, «sin música se puede vivir, pero con ella se vive mejor».