Oviedo y Sporting firman tablas en un tenso derbi número 100

Reparto de puntos en el segundo y previsiblemente último derbi de la temporada, salvo que un hipotético enfrentamiento a final de temporada en el playoff de ascenso a Primera diga lo contrario. El Real Oviedo llegaba al derbi asturiano en séptima posición con cinco puntos de ventaja sobre el Real Sporting de Gijón. Solo el último tropiezo de los carbayones ante el Córdoba pudo paralizar la racha de tres victorias consecutivas del cuadro de Javi Calleja. Por su parte, el equipo de Rubén Albés llegaba necesitado de alegrías al Tartiere después de la peor racha, hasta la fecha, de la temporada tras caer en Copa frente al Racing de Santander y no conocer lo que es sumar de a tres en los últimos cuatro enfrentamientos ligueros.

La tensión del derbi número 100 se palpó desde el inicio. El joven colegiado riaojano Miguel Sesma Espinosa no tardó en pegar el primer toque de atención, ya en el minuto cinco, cuando varios aficionados del Real Oviedo impidieron un saque de banda del Real Sporting al tirar varios objetos a Guille Rosas. La tensión en el campo fue subiendo a la par que los minutos en el marcador. La segunda acción de pulsaciones elevadas tuvo como protagonistas a David Costas y Víctor Campuzano para que apenas un minuto después se produjera una tercera entre Nacho Méndez y Álex Cardero, pero que tampoco fue suficiente para llegar a mayores.

A raíz precisamente de esa segunda acción, Campuzano vio la primera tarjerta del encuentro después de llegar tarde con el codo separado del cuerpo a una disputa aérea contra Oier Luengo justo al lado del banquillo carbayón, provocando incluso una ligera trifulca. Tras un primer cuarto de hora bastante trabado por varias entradas a destiempo por parte de ambos equipos, llegaría una caída de Ander Olaetxea dentro del área tras la que los rojiblancos pidieron penalti airadamente. Apenas unos minutos más tarde llegaría la lesión de Eric Curbelo, que no pudo seguir en el terreno de juego tras un fuerte choque en la banda contra David Costas. La ocasión más clara del partido hasta ese momento vino de una falta lateral de Cote que se estrelló en el larguero tras envenenarse el centro.

Partido parado por el lanzamiento de objetos

Sería en el minuto 38 de partido cuando el colegiado tomaría la drástica medida de suspender temporalmente el partido tras una segunda advertencia sobre el lanzamiento de objetos al campo. El riojano mandó a ambos equipos a vestuarios durante cerca de 20 minutos. Periodo de tiempo en el que se advirtió claramente en los videomarcadores del estadio que si el lanzamiento de objetos persistía el partido se suspendería de forma definitiva. Tras la reanudación, con un saque de esquina a favor del Real Sporting, ambos conjuntos tardaron en volver a coger el ritmo de partido.

Ya en la segunda parte, el Real Oviedo salió mucho más enchufado que el cuadro de Albés. De esa intensidad llegaría el primer gol del partido por parte del exrojiblanco Haissem Hassan, que en el segundo balón que tocó nada más entrar por el amonestado Álex Cardero envió el balón al fondo de la red con un ligero toque al palo derecho de Rubén Yáñez. Una segunda mitad bastante más calmada que la primera con un claro dominio en el juego por parte del Real Oviedo, que tuvo el segundo en las botas de Alemao con un remate al borde del área pequeña.

El Real Sporting no encontraba su mejor versión según se iban consumiendo los minutos. Sin embargo, fue al final del partido cuando los sportinguistas se enchufaron de nuevo y lograron el empate. Un pase filtrado de Dubasin para Gelabert se convertiría en el 1-1 después de que Aarón Escandell rozara ligeramente el toque con la izquierda del jugador rojiblanco. Sería de hecho en la siguiente jugada, nada más sacar de centro, cuando un disparo desde fuera del área de Dani Queipo estuvo a punto de convertirse en el segundo para los suyos.

Tras cinco minutos de añadido, ambos equipos terminaron por firmar las tablas en un tenso derbi asturiano número 100. Un reparto de puntos que no deja contento a ninguno de los conjuntos, que seguirán luchando por colocarse en la parte alta de la tabla.