Asturias espera el pico máximo de gripe para la próxima semana

Asturias se enfrenta a sus semanas más complicadas en lo que al virus de la gripe se refiere por el ‘boom’ de contagios y porque el virus que circula actualmente es el de tipo A, que tiene un mayor riesgo de transmisión. De hecho, si la incidencia de la gripe a nivel estatal se situaba en la última semana completa de 2024 por encima de los 41 casos por cada 100.000 habitantes, en el Principado la tasa era aún mayor, superando también el umbral epidémico, establecido en 36 casos por cada 100.000 habitantes. El último informe virológico publicado por el Observatorio de Salud refleja que la gripe ha aumentado su circulación un 33% en la última semana y que la previsión es que siga incrementándose en las próximas semanas al no tener competidor viral. Tal es así, que expertos en epidemiología y medicina preventiva apuntan que el pico máximo de la gripe podría adelantarse en el Principado a la próxima semana.

El profesor de Epidemiología y médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Pedro Arcos, se fija precisamente en lo rápido que ha crecido la incidencia en Asturias en las últimas semanas para estimar que si para el conjunto de España se esperaba el pico máximo para la semana del 20 al 26 de enero, el importantísimo aumento de casos de los últimos días hace que se adelanten las previsiones y estima que el pico máximo en nuestra comunidad autónoma pueda darse en la semana del 13 al 19 de enero. No obstante, el mismo apunta que el que se produzca el pico en estas semanas del mes de enero «está dentro de lo normal» porque «sería inaudito que en toda España se produjera el pico a la vez». Además, tiene en cuenta que influye mucho la cobertura vacunal y el nivel de inmunidad que tenga la población para hacer frente a las semanas de mayor circulación del virus, así como el tipo de virus que está en circulación, que actualmente es el tipo A y es el que se transmite más rápido.

Adonina Tardón, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, también incide en que el virus de la gripe de tipo A es «el de mayor riesgo epidémico» y que, si bien cuando comenzó la temporada de virus respiratorios el tipo de gripe que circulaba era el B, ese tipo ahora ha ido en descenso mientras que el virus de la gripe tipo A ha ido en aumento hasta superar el umbral y llegar a ser brote epidémico. Es por esto que la misma recomienda a las personas mayores o con enfermedades crónicas que no se hayan vacunado «estar alerta» y que acudan a vacunarse lo antes posible porque «enero es el mes de mayor transmisión por virus de la gripe de tipo A» y este tipo está incluido en la vacuna que se administra en esta campaña. «Y la gripe puede cursar de manera peligrosa», advierte la misma, que muestra pesar porque «parece que el brote va a ser grande» y no se haya alcanzado el 60% de vacunados entre los mayores de 65 años cuando «habría que llegar casi al 80%, sobre todo, si hay enfermedades crónicas, tratamientos inmunodepresores o tabaquismo», apostilla. Y es que la experta añade que, para los no vacunados, la gripe puede suponer desde una neumonía hasta un fallo multiorgánico.

Todavía es posible vacunarse

Pedro Arcos incide, igualmente, en que «hay que empujar la cobertura vacunal», en general, pero, sobre todo, recomienda la vacunación para alcanzar los niveles del 75% en los mayores de 65 años, personal sanitario y sociosanitario y en los grupos de riesgo para tratar de contener el brote epidémico de la gripe que amenaza con ir a más en los próximos días.

Además de esto, Adonina Tardón señala que «es importante estar atentos y, si tenemos malestar, cansancio, dolor de cabeza o de garganta, no salir o utilizar mascarilla» para prevenir la transmisión de virus, ya que, añade, «la gripe se transmite durante el periodo de incubación». Es decir, la especialista en medicina preventiva y salud pública aconseja prevenir porque «se puede contagiar antes de que aparezca la sintomatología más florida». También recomienda «no olvidar lo aprendido» durante la pandemia de la Covid-19 para contener la transmisión, como es el lavado frecuente de manos, poner el brazo al toser o utilizar mascarilla en el transporte público. En definitiva, «ser precavidos por uno mismo y por los demás», concluye.