1.400 kilómetros de cauces cartografiados e informes cada 6 horas: así se controla el riesgo de inundaciones en Asturias
Asturias
«El principal factor que provoca el riesgo de inundación es la ocupación de terrenos inundables para usos vulnerables», recuerdan desde la Confederación Hidrográfica del Cantábrico
26 Nov 2024. Actualizado a las 05:00 h.
La reciente borrasca Bert, cuyos fuertes vientos se dejaron notar en Asturias este fin de semana, causó inundaciones «sin precedentes» en Reino Unido. Tras la tragedia de la dana de Valencia, se ha puesto aún más la lupa en los planes de prevención que tienen los territorios que, como Asturias, han protagonizado inundaciones recurrentes e incluso históricas. «El principal factor que provoca el riesgo de inundación es la ocupación de terrenos inundables para usos vulnerables», recuerdan desde la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), en referencia a viviendas, industrias o infraestructuras que se construyen en esos terrenos con mayor riesgo de inundarse.
«En las cuencas cantábricas, además de por la ocupación histórica de las zonas inundables, el impacto de este fenómeno natural es elevado por las elevadas precipitaciones y las características de nuestros ríos. Por ello, es fundamental que tanto las administraciones como los ciudadanos seamos conscientes del riesgo que implica ocupar esas zonas», advierten desde la CHC, cuya labor principal en relación con la gestión del riesgo de inundación es precisamente coordinar la redacción del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación (PGRI). En el caso de Asturias, en el ámbito de la Demarcación Hidrográfica del Cantábrico Occidental, que incluye también gran parte de Cantabria.
Este plan, que fue aprobado en 2023, es la «herramienta básica para la disminución de los daños por inundaciones», explican en la CHC, en donde también recuerdan que las competencias en gestión y defensa frente a los efectos adversos de las inundaciones afectan a todas las administraciones (local, autonómica y estatal). «El plan tiene como objetivo lograr una actuación coordinada de todas las administraciones públicas y la sociedad para reducir las consecuencias negativas de las inundaciones, basándose en los programas de medidas que cada una de las administraciones debe aplicar en el ámbito de sus competencias», añaden desde la Confederación.
Este plan contempla 19 medidas de prevención, de protección, de preparación y de recuperación y revisión de las inundaciones. Dentro de las medidas preventivas, la CHC recuerda que se encarga de elaborar mapas de zonas inundables y que, en la actualidad, tiene cartografía de inundabilidad de casi 1.400 kilómetros de cauces de ríos en Asturias.
La Confederación también se encarga de asegurar el cumplimiento de la normativa de limitación de usos en zonas inundables que establece la normativa de aguas en el ámbito de su competencia. Por ejemplo, cualquier persona que quiera implantar algún uso en lo que se denomina zona de policía de cauces —que son 100 metros a cada lado del cauce— debe solicitar autorización a la Confederación Hidrográfica, que evalúa si se cumplen las limitaciones que existen en las zonas inundables.
Además, en el caso de que sea una obra nueva, para obtener la autorización la Confederación se exige que quede reflejado en el Registro de la Propiedad y que el promotor declare responsablemente que conoce y asume el riesgo de inundación existente, las medidas de protección civil aplicables y traslade esa información a los posibles afectados. Fuera de esos 100 metros, son las administraciones competentes en ordenación del territorio y urbanismo las que deben asegurar que se cumplen las limitaciones que establece la normativa.
Las medidas de protección frente a inundaciones se refieren a las de restauración hidrológica-forestal y ordenaciones agrohidrológicas, proyectos de restauración fluvial o de mejora del drenaje de las infraestructuras lineales, mientras que las medidas de preparación ante ellas son por ejemlos la mejora de los sistemas de alerta meteorológica o las medidas para mejorar la planificación institucional de respuesta en las emergencias a través de la coordinación con los Planes de Protección Civil.
Dentro de las medidas de preparación, la CHC se encarga de la predicción de avenidas y el seguimiento de los caudales de los ríos, que se actualiza continuamente en su página web. Durante los últimos años, se ha realizado un «gran» esfuerzo inversor en la mejora de los sistemas de predicción y seguimiento, con un incremento de estaciones de control del sistema de información hidrológica. Hoy hay 85 estaciones de control operativas en los ríos asturianos y está prevista la instalación de 39 nuevas en todo el ámbito de la CHC.
Esta red permite disponer de datos en tiempo real sobre los niveles de las aguas, los caudales circulantes, las lluvias registradas y las temperaturas recogidas en las estaciones de control. Cada seis horas se elabora un informe de precipitaciones totales esperadas en las siguientes 48 horas, por subcuencas y con protocolos de activación si se superasen los umbrales establecidos (seguimiento, prealerta o alerta) que se notificarían en el 112 y Protección Civil.
Por último, entre las medidas de recuperación y revisión tras inundaciones, destaca la reparación de infraestructuras sanitarias y ambientales básicas o la promoción de los seguros frente a inundación para personas y bienes, incluyendo los seguros agrarios.